Antonio Beristain, maestro de maestros, coherencia y dignidad
Antonio Beristain, don Antonio, nos ha dejado la madrugada del martes 29 de diciembre, a los 85 a?os. Y lo ha hecho con la coherencia y dignidad que ha presidido toda su vida.
Conoc¨ª a este maestro de maestros en el segundo curso de la licenciatura en la Facultad de Derecho de San Sebasti¨¢n, en 1975, y, como todos los alumnos que hemos pasado por sus clases, qued¨¦ inmediatamente impactado por ese at¨ªpico catedr¨¢tico de Derecho Penal, que no s¨®lo era exigente en el conocimiento de su materia, sino que consegu¨ªa que, al final de sus clases, siguieras pensando en la ley, en la norma y en el porqu¨¦ de la ley, y en las implicaciones de la ley con la sociedad.
Todav¨ªa no se hab¨ªa fundado el Instituto Vasco de Criminolog¨ªa (IVAC) y ya organizaba todo tipo de cursos, reuniones y jornadas, como aquellas de Criminolog¨ªa juvenil o las de Cine criminol¨®gico. Por eso, al finalizar la carrera fue imposible escapar a su hechizo, a su compromiso con la b¨²squeda de la verdad, con los derechos humanos, con los m¨¢s d¨¦biles, y al grupo de entusiastas colaboradores que cre¨® en su entorno.
A quien dedic¨® con m¨¢s intensidad su labor los ¨²ltimos a?os fue a las v¨ªctimas
Con la fundaci¨®n del IVAC cre¨® el marco adecuado para desarrollar los estudios de Criminolog¨ªa primero y Victimolog¨ªa despu¨¦s, y no s¨®lo a nivel del Pa¨ªs Vasco, sino en Espa?a, y siempre en permanente contacto con los m¨¢s relevantes investigadores e instituciones en el extranjero.
Y esa energ¨ªa sin fin, y el prestigio y respeto en el ¨¢mbito acad¨¦mico y social, los hac¨ªa compatibles con su dimensi¨®n humana. Todas las personas, nos dec¨ªa, tienen algo con lo que te puedes enriquecer, tienen algo que aportar a los dem¨¢s, y entre esas personas estaban, por supuesto, los delincuentes.
A quien dedic¨® con m¨¢s intensidad en los ¨²ltimos a?os su labor fue a las v¨ªctimas. Quiz¨¢ debido a que en nuestra querida tierra el horror del terror, la cobard¨ªa, las hac¨ªa invisibles y molestas. ?l ha coadyuvado, primero, a que la sociedad fuera consciente de su existencia y, en segundo lugar, a devolverles su dignidad.
En el plano m¨¢s humano, el m¨¢s personal, sab¨ªas que siempre estaba ah¨ª, que pod¨ªas acudir a ¨¦l, como recio roble, como referente y refugio ante los avatares y sorpresas de la vida.
Y eligi¨® muy bien el s¨ªmbolo de la revista que cre¨® el Instituto Vasco de Criminolog¨ªa, el Eguzkilore, la flor del sol, que protege nuestros caser¨ªos, que ahuyenta a los malos esp¨ªritus, a la tempestad y el crimen, y es la imagen de la paz y el desarrollo.
Don Antonio: ya nos has marcado el rumbo. Ahora, corresponde a nosotros difundir tus ense?anzas.
Miguel Alonso Belza es abogado y profesor de Criminolog¨ªa.
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