Contra el Leviat¨¢n urban¨ªstico
Un viverista de N¨¢quera lleva 11 a?os denunciando los abusos en un pol¨ªgono
Enrique Lluch es una v¨ªctima del urbanismo salvaje. Desde que en 1999 se viera afectado por un Programa de Actuaci¨®n Integrada (PAI) que acab¨® con su vivero en N¨¢quera, este hombre no ha cejado de buscar justicia. Ha recurrido a los juzgados, levantado actas notariales, pagado informes periciales y comprobado in situ si las obras imputadas a la urbanizaci¨®n que le afect¨® se hicieron y cu¨¢nto costaron.
Lluch lleva 11 a?os luchando contra el Leviat¨¢n de la normativa urban¨ªstica y a la vista de lo conseguido en Espa?a -los tribunales han tumbado varias de sus reclamaciones-, a Enrique s¨®lo le queda Estrasburgo, sede el Tribunal Europeo de Derechos Humanos, y poco m¨¢s. Una reciente sentencia de la Corte europea favorable a un vecino de Bocairent, por un caso tambi¨¦n de supuesto abuso urban¨ªstico, ha abierto una diminuta rendija a la esperanza.
Al viverista s¨®lo le queda recurrir a Estrasburgo tras pleitear en Espa?a
"Entregando mi parcela a¨²n deber¨ªa pagar al urbanizador 12.766 euros"
Este hombre, ahora de unos 60 a?os, mont¨® a principios de los a?os ochenta un vivero de plantas en unos terrenos en N¨¢quera que, tras la presentaci¨®n de un PAI, se convirtieron en pol¨ªgono industrial.
Cuando el Ayuntamiento de N¨¢quera, gobernado entonces por el PP, aprob¨® el PAI y reparcel¨® el pol¨ªgono donde se ubicaba el vivero, a Enrique casi se le hel¨® la sangre. Ten¨ªa que pagar una cuota urban¨ªstica de 103.324 euros, mientras su parcela se valoraba en 90.558 euros. "Entregando la propiedad ¨ªntegra de mi parcela en pago de la cuota, como est¨¢ previsto en la LRAU (entonces en vigor), a¨²n le adeudar¨ªa al agente urbanizador (Promociones Pol¨ªgono XVI de N¨¢quera, SL) 12.766 euros, es decir, dos millones de las antiguas pesetas", explica. Recurri¨® el pago y aleg¨®, entre otras razones, que a las obras de urbanizaci¨®n se present¨® un solo presupuesto, el proyecto se expuso al p¨²blico en pleno agosto de 1999, y para colmo aun hoy repite, en contra de la versi¨®n del Ayuntamiento de N¨¢quera, que el proyecto no se cumpli¨® en su totalidad.
Perdi¨® el recurso porque, seg¨²n la sala de lo Contencioso-administrativo del Tribunal Superior de Justicia, la liquidaci¨®n de las obras era provisional y, por tanto, hasta que no se hiciera el balance definitivo no cab¨ªa reclamaci¨®n. El viverista ha esperado casi 9 a?os la liquidaci¨®n definitiva del PAI. De ah¨ª sus denuncias de indefensi¨®n e insistencia en que los costes de la urbanizaci¨®n del pol¨ªgono, por compararlo con algo, superan en m¨¢s del 300% el coste con que la Generalitat adjudic¨® uno similar seis a?os despu¨¦s al PAI de Parc Sagunt I.
Su vivero, tras la urbanizaci¨®n, se vio rodeado de edificios altos que alteraron las condiciones medioambientales del negocio que hasta entonces le daba de comer. Las plantas se fueron marchitando hasta morir asfixiadas de calor. "Encargu¨¦ un informe a la Universidad Polit¨¦cnica de Valencia para que midiera las condiciones dentro del vivero y anotaron que tras las obras dentro del invernadero las temperaturas superaban los 50 grados cent¨ªgrados que, en condiciones de humedad, parec¨ªan todav¨ªa mayores", recuerda con impotencia.
Enrique se dirigi¨® al consistorio y al agente urbanizador para que le indemnizaran para poder trasladar el vivero a otro lugar, pero los juzgados no aceptaron su reclamaci¨®n. Su ¨²nica compensaci¨®n es una parcela en el pol¨ªgono, menor que la original pero urbanizada. No le consuela.
De todo lo que le ha sucedido en la ¨²ltima d¨¦cada, lo que peor soporta Lluch es que a lo largo de estos 11 a?os de lucha se ha encontrado con una infinidad de supuestas irregularidades en la tramitaci¨®n de los proyectos urban¨ªsticos que le afectan. Para acreditarlos se ha dejado mucho tiempo y dinero. En un informe pericial encargado por el propio Lluch, ¨¦ste insiste en que las obras de urbanizaci¨®n que el consistorio dio por finalizadas no se ejecutaron conforme al presupuesto del proyecto urban¨ªstico aprobado. Seg¨²n Lluch, faltan viales y la estaci¨®n depuradora no se encuentra en el lugar previsto en los planos iniciales. Un experto se person¨®, a petici¨®n del viverista, en el pol¨ªgono para comprobar d¨®nde se encontraba la depuradora y ni el consistorio ni el agente urbanizador fueron capaces de indicarle el lugar exacto dentro de los l¨ªmites del PAI afectado. La demolici¨®n de unas naves, cargada tambi¨¦n a la cuota urban¨ªstica, tampoco se hizo y para ello aporta unas fotograf¨ªas posteriores a la finalizaci¨®n del proyecto.
Pasados cinco a?os desde la aprobaci¨®n definitiva de la reparcelaci¨®n y al entender que las obras no se hab¨ªan terminado, Lluch reclam¨® al consistorio la caducidad de la adjudicaci¨®n. En su respuesta, el Ayuntamiento asegur¨® que las obras s¨ª estaban acabadas a falta de subsanar algunas deficiencias y que el c¨®mputo del plazo de ejecuci¨®n de las obras hab¨ªa quedado adem¨¢s suspendido por la eliminaci¨®n de un poste de media tensi¨®n.
Su fe est¨¢ puesta ahora en la Corte de Estrasburgo, ya que aunque mantiene vivos todav¨ªa un par de procedimientos en los tribunales espa?oles, tampoco sabe qu¨¦ pasar¨¢ con ellos. "S¨®lo quiero que mi familia tenga la certeza de que he hecho todo lo que he podido. No me voy a dejar vencer", advierte Lluch.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.