Gaza, sin esperanza

Un a?o despu¨¦s del demoledor ataque israel¨ª, saldado con cerca de 1.500 v¨ªctimas, en su mayor¨ªa civiles, la reconstrucci¨®n de la franja de Gaza sigue paralizada por las dificultades que interpone deliberadamente el Gobierno de Benjam¨ªn Netanyahu. La imposibilidad de que los palestinos accedan a bienes imprescindibles para levantar de nuevo las viviendas e infraestructuras destrozadas durante los bombardeos es la prueba de que, en contra de lo que establece el discurso oficial en Israel, nunca hubo una retirada en sentido estricto de Gaza, sino una manera diferente de gestionar la ocupaci¨®n. Ahora no se lleva a cabo a trav¨¦s de asentamientos y destacamentos militares en el interior del territorio, sino mediante la conversi¨®n de una peque?a porci¨®n de tierra donde malvive un mill¨®n y medio de palestinos en un gueto controlado desde el exterior.

La dureza de la pol¨ªtica de Netanyahu hacia Gaza pretende minar el poder de Ham¨¢s, cuyas milicias han vuelto a enzarzarse con el Ej¨¦rcito israel¨ª, lanzando cohetes artesanales y recibiendo bombardeos a¨¦reos de represalia en el sur de la franja. El ideal totalitario de Ham¨¢s, as¨ª como el hecho de que se hiciera con el control de Gaza mediante un golpe de fuerza contra Al Fatah, no justifica que Israel incumpla sus deberes internacionales con la poblaci¨®n civil, manteniendo un f¨¦rreo bloqueo e imposibilitando la reconstrucci¨®n. Haciendo a los palestinos rehenes de una doble intransigencia, la suya y la de Ham¨¢s, Israel no cosechar¨¢ m¨¢s seguridad, sino que se colocar¨¢ en una posici¨®n de creciente soledad: sus enemigos tendr¨¢n cada vez m¨¢s razones para serlo y sus aliados m¨¢s dif¨ªcil seguir a su lado.

Durante los ¨²ltimos d¨ªas, el tambaleante poder de Abbas en Cisjordania tambi¨¦n ha padecido los efectos de la pol¨ªtica de Netanyahu: un ataque contra Nabl¨²s, saldado con varios muertos y heridos civiles, ha puesto en evidencia el desprecio israel¨ª por la interlocuci¨®n que pueda representar la Autoridad Palestina. Las elecciones en los territorios que tendr¨ªan que haberse celebrado este mes han sido pospuestas, complicando a¨²n m¨¢s la situaci¨®n. Sin una autoridad palestina democr¨¢ticamente elegida, la suerte de la regi¨®n s¨®lo depender¨¢ de la fuerza. Y la reunificaci¨®n pol¨ªtica de Gaza y Cisjordania se va pareciendo cada vez m¨¢s a un sue?o irrealizable.