El Depor conquista Mestalla

El Deportivo gan¨® ayer en Mestalla con la seriedad de siempre, pero con m¨¢s ambici¨®n que de costumbre. Sobre todo en un arranque letal de la segunda parte que le permiti¨® poner la proa ante un Valencia inconstante. El equipo de Emery prob¨® primero el f¨²tbol directo que le daba la presencia de Zigic y, m¨¢s tarde, la suavidad perdida y recuperada con la vuelta de Silva. Entre medias, el Depor encarril¨® la eliminatoria a pesar de que, en teor¨ªa, Lotina hab¨ªa devaluado la alineaci¨®n tras reservar a Aranzubia, Manuel Pablo y Colotto; en la pr¨¢ctica, fue un once poderoso en el que decidieron la contundencia de Juan Rodr¨ªguez, la habilidad de Pablo ?lvarez y la versatilidad de Guardado.

Zigic estuvo en todas: pone pasi¨®n en su intento de ganarse un puesto en el equipo

El Depor aprovech¨® la superioridad num¨¦rica en el centro del campo para masticar m¨¢s el encuentro con transiciones largas. El Valencia irrumpi¨® a tirones, preferentemente con pelotas largas, pero con media docena de ocasiones que unas veces neutraliz¨® el portero Manu, otras los fallos en el remate y, en la primera, el error arbitral, que anul¨® un gol legal de Marchena.

Emery apost¨® por dos delanteros de salida: Zigic y Villa. El punta serbio estuvo en todas, prolongando de cabeza los balones a los que acud¨ªan Joaqu¨ªn, Mata y Villa, o tratando de ser solidario en la defensa de las jugadas de estrategia. Zigic quiere ganarse un puesto en el equipo y pone pasi¨®n en el intento. Otra cosa es que al modelo de jugar con dos puntas le faltara finura, seguramente porque est¨¢ poco ensayado: el t¨¦cnico apenas lo experiment¨® durante la pretemporada.

El extremo Guardado encontr¨® una mina en el carril izquierdo, donde limpi¨® a Miguel con suma facilidad. En una de esas, su pase de la muerte se choc¨® contra Moy¨¤ tras el remate de Ricki, que se retirar¨ªa poco despu¨¦s lesionado. Filipe y Guardado, a su vez, le cerraron las puertas a Joaqu¨ªn, mal acompa?ado por un desfondado Miguel. De ah¨ª que Joaqu¨ªn, m¨¢s que por el extremo, encontrara espacios por dentro, buscando las cosquillas de los centrales. A duras penas lleg¨® hasta la l¨ªnea de fondo.

El Depor cre¨® mucho peligro en los balones a¨¦reos cruzados, mal medidos en su mayor¨ªa por parte del portero Moy¨¤, que acus¨® la falta de partidos. El meta mallorqu¨ªn se resarci¨® en el uno contra uno: le tap¨® a Adri¨¢n todos los huecos.

El Valencia arranc¨® fr¨ªo la segunda parte y el Deportivo le record¨® que no hab¨ªa firmado ninguna tregua. Guardado se anticip¨® a los centrales y remat¨® de primeras, con el exterior de la zurda, a un centro de Juan Rodr¨ªguez desde la derecha. Omnipresente Rodr¨ªguez, tanto en ataque como en defensa (era el encargado, adem¨¢s, de marcar al gigante Zigic en las acciones de estrategia).

El Valencia se descompuso tras el gol encajado. Perdi¨® completamente el centro del campo y dio pena ver a Zigic tratando de ayudar en esa zona en la que deber¨ªa ser s¨®lo un visitante ocasional. El Depor se sinti¨® c¨®modo y el pase largo de Z¨¦ Castro desde la medular fue una invitaci¨®n que Pablo ?lvarez no pod¨ªa rechazar: gan¨® la carrera a Dealbert, lo recort¨® con la derecha y remat¨® raso a gol con la izquierda.

La reacci¨®n de Emery pas¨® por recuperar su esquema preferido, al dar entrada a Silva y a Fernandes, tratando de recomponer el centro del campo perdido. Lo logr¨® porque Fernandes le dio mayor ritmo a la circulaci¨®n y Silva todo lo dem¨¢s: juego entre l¨ªneas, posesi¨®n del cuero y el gol de espuela tras el remate fallido de Banega. El Depor se asfixi¨® eventualmente, pero el buen manejo de Guardado sac¨® a su equipo del agujero. En su en¨¦simo retorno, Vicente supli¨® a un apagado Mata, pero no fue el revulsivo de otras veces. Demasiada firmeza en la defensa del Depor.