Date prisa, Basilea
Hace poco m¨¢s de un a?o, el sistema bancario mundial estaba al borde del hundimiento. Por eso, el hecho de que las mayores instituciones financieras del mundo est¨¦n de nuevo obteniendo beneficios saludables nos recuerda que consigui¨® evitarse el desastre.
No obstante, los reguladores que se re¨²nen este fin de semana en Basilea tienen raz¨®n al inquietarse por la posibilidad de que los bancos vuelvan a asumir riesgos. Lo que preocupa es que, tras sobrevivir a una experiencia cercana a la muerte, los bancos crean ahora que nada puede salirles mal. La persistencia de las grandes primas es se?al de que no han aprendido la lecci¨®n.
Pero la actual situaci¨®n de los bancos se debe principalmente a las medidas extraordinarias que las autoridades han tomado para apuntalar el sistema financiero. Con unos tipos de inter¨¦s a corto plazo baj¨ªsimos, los bancos no pueden sino ganar dinero. De hecho, ¨¦sa es la idea. Los bancos rentables son m¨¢s capaces de reconstruir su capital y proporcionar cr¨¦dito a la econom¨ªa.
Pero si se vuelven a cargar de activos arriesgados, podr¨ªan ser vulnerables en caso de que los mercados cambien repentinamente de direcci¨®n. Una preocupaci¨®n especial es la exposici¨®n bancaria a la deuda publica, que normalmente se considera de bajo riesgo pero que ahora es todo menos eso. La complicaci¨®n es que los bancos centrales est¨¢n desempe?ando un papel esencial para sostener a los mercados. La retirada del est¨ªmulo podr¨ªa desencadenar una p¨¦rdida de confianza.
La buena noticia es que los reguladores han dado grandes pasos para impedir que los bancos cometan errores como los que provocaron la crisis. El pasado julio, el Comit¨¦ de Supervisi¨®n Bancaria de Basilea, que establece las recomendaciones mundiales b¨¢sicas, aprobaba normas que obligar¨¢n a los bancos a dedicar entre dos y tres veces m¨¢s capital que antes a operaciones con capital propio. Tambi¨¦n redactaba propuestas detalladas que obligar¨¢n a los bancos a mantener m¨¢s capital y liquidez, al tiempo que limitan el apalancamiento de los balances de cuentas.
Estas propuestas har¨¢n que los bancos sean m¨¢s seguros, aunque tambi¨¦n menos rentables. Sin embargo, todav¨ªa no han entrado en vigor. El Comit¨¦ de Basilea estudia las repercusiones que tendr¨¢n para el sector, con el objetivo de tener listas las regulaciones a final de a?o. Incluso as¨ª, no se aplicar¨¢n hasta finales de 2012.
Es un proceso importante. No obstante, cualquier retraso podr¨ªa debilitar el ¨ªmpetu de la reforma y dar a los bancos libertad para asumir nuevos riesgos. En lugar de manifestar sus inquietudes, los reguladores deber¨ªan apresurarse a aplicar los nuevos principios.
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