Artista de la supervivencia
Juan Dixon, que perdi¨® a los 17 a?os a sus padres drogadictos por culpa del sida, llega a Unicaja precedido por su fama de anotador NBA
"Crackhead parents! Crackhead parents!" Es 2002 y as¨ª se las gasta la chusma m¨¢s alborotadora del grader¨ªo m¨¢s borracho de la Universidad de Virginia. Un hombre les mira con cara de asombro, el primer paso antes de que intente asaltar la grada. "?Padres adictos al crack! ?Padres adictos al crack", le chillan los aficionados mientras ¨¦l se pasea por la pista con su b¨ªceps izquierdo tatuado. Nita and Phil, se lee. El chico es Juan De Juan Dixon. Nita and Phil son sus padres. Dos drogadictos. Dos heroin¨®manos. Dos v¨ªctimas del sida y de una jeringuilla infectada que le dejaron hu¨¦rfano a los 17 a?os. ?se es Dixon, la estrella de Maryland. ?se es Dixon, que acabar¨¢ siendo campe¨®n universitario ese mismo a?o y el jugador m¨¢s destacado de la final. ?se es el proyecto de un anotador terrible y de larga carrera en la NBA, que ayer, a los 31 a?os, lleg¨® a M¨¢laga para discutir los ¨²ltimos detalles del contrato que debe unirle con el Unicaja.
"El baloncesto me salv¨®. Lo peor era esperar a que compraran las drogas"
El pasado domingo, Aito Garc¨ªa Reneses, entrenador del conjunto andaluz, pronunci¨® unas palabras que sonaron como un terremoto: "Si vas a la Copa y en el primer partido sabes que te van a pegar una paliza impresionante, no vale la pena ir". La frase fue el resorte que activ¨® las oficinas del club. Shammond Williams, llegado en noviembre, dej¨® el Unicaja, ya fuera del torneo copero. Y Dixon recibi¨® una llamada.
Su leyenda le precede. Antes que jugador de la NBA -siete cursos en Washington, Portland, Toronto y Detroit con 8,4 puntos de media-, Dixon es un hombre silencioso. Lo dice su pasado. Lo certifica su apodo: Concha Dura. Un tipo introvertido. "?El peque?o tirador!", se felicita al saber su llegada Tim Shea, ex t¨¦cnico y ojeador de equipos NBA en Europa. El peque?o tirador, de 1,91m y 75 kilos, creci¨® sabiendo que nunca deb¨ªa entrar en el ba?o de su madre. Requisando todas las jeringas que se encontraba en casa y tir¨¢ndolas a la basura. Y siendo comparado con Len Bias, otro anotador de leyenda, el mismo al que arrebat¨® el t¨ªtulo de m¨¢ximo anotador de la historia de Maryland, uno que iba para estrella y acab¨® muerto por sobredosis. "El baloncesto me salv¨®", le cont¨® Dixon a la ESPN. "Nuestros padres [tiene otros tres hermanos] eran adictos, pero no malos padres. Lo peor que ten¨ªamos que hacer era sentarnos en el coche y esperar a que fueran a comprar sus drogas...".
De ese agujero sali¨® Dixon trabajando como adolescente en el puerto, aprobando a la cuarta el examen de acceso a la universidad de Maryland y empezando a andar el camino que le ha llevado hasta M¨¢laga. "Juan es un tirador puro. No hace mucho m¨¢s que eso", resume Shea. "En la NBA lo han intentado todo con ¨¦l: que jugara de base, pero no tiene manejo de bal¨®n; que jugara de escolta, pero para eso es muy peque?o. Uno de los grandes cambios de los ¨²ltimos a?os, adem¨¢s, es que ahora en la ACB hay m¨¢s contacto f¨ªsico permitido que en la NBA: as¨ª ser¨¢ dif¨ªcil que tenga ¨¦xito". Queda saber c¨®mo se adaptar¨¢ al sistema de A¨ªto, un t¨¦cnico al¨¦rgico a los individualistas: "Y Dixon es un artista. Por eso puede tener dificultades a nivel de minutos, selecci¨®n de tiro y defensa". Para ¨¦l, que llega rebotado del Aris griego, donde 31 puntos en su pen¨²ltimo partido no evitaron que fuera despedido -de nuevo, el individualismo-, eso es una cuesti¨®n menor, porque ha tenido que soportar cosas mucho m¨¢s duras. "Cuando insultaron a mis padres fui y les dije: 'Mejor que vigil¨¦is vuestras bocas, o acabar¨¦ haciendo algo. ?Ignorantes!' La pr¨®xima vez, que tengan cuidado. Decir algo as¨ª es cruel".
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