Puerto Pr¨ªncipe se ti?e de sangre
Decenas de miles de muertos en la capital haitiana - El corte de las carreteras dificulta la ayuda - El terremoto es el peor en 200 a?os
Muerte, devastaci¨®n y caos. Es la manera m¨¢s escueta y cruel de describir en lo que se ha convertido Puerto Pr¨ªncipe, la capital de Hait¨ª, por efecto del potente terremoto que asol¨® el pa¨ªs m¨¢s pobre de Am¨¦rica y que ha dejado decenas de miles de muertos. Tras la humareda levantada por los derrumbes, los primeros rayos de sol, ayer, confirmaron los peores pron¨®sticos del tr¨¢gico atardecer del martes.
Con una magnitud de 7,0 en la escala de Richter, el temblor de tierra m¨¢s fuerte en los 200 a?os de la historia del pa¨ªs no ha respetado ning¨²n edificio, por m¨¢s autoridad que se alojara en ¨¦l. El epicentro, a poco m¨¢s de 10 kil¨®metros de profundidad, situado a 15 kil¨®metros al suroeste de Puerto Pr¨ªncipe, ha destruido la capital haitiana y se calcula que ha afectado a tres millones de los cuatro millones de personas que viven en el ¨¢rea metropolitana.
"Lo que he contemplado es algo inimaginable", dice el presidente
Una periodista relata: "Vi a algunas personas con el cr¨¢neo abierto"
No hay agua, comida, transporte, electricidad ni medicinas
El arzobispo de Puerto Pr¨ªncipe tambi¨¦n falleci¨® por el se¨ªsmo
Entre escombros y sobre el asfalto de las calles, la muerte cubierta de sangre, tapada poco a poco con s¨¢banas blancas por supervivientes que buscan familiares, que claman por ayuda y que oran por su ventura. Mientras, los gritos emergen de las ruinas, gritos de personas atrapadas entre los escombros que piden desesperadamente ayuda para ser rescatados.
Las autoridades haitianas, en su primer c¨¢lculo, proporcionado por el primer ministro, Jean Max Bellerive, llegaron a hablar de "cientos de miles de muertos". Horas m¨¢s tarde, el presidente, Ren¨¦ Preval, hablaba de decenas de miles. "No lo s¨¦, hasta ahora he o¨ªdo que quiz¨¢s haya 50.000... 30.000 muertos", dijo a un periodista de la CNN.
Poco antes, el presidente de la hasta entonces pobre y deforestada, y ahora tambi¨¦n destruida naci¨®n, contaba en declaraciones al Miami Herald c¨®mo hab¨ªa caminado entre cad¨¢veres. "Lo que he contemplado es algo inimaginable. El Parlamento se ha venido abajo, la oficina de Hacienda se ha venido abajo, las escuelas se han derrumbado, los hospitales se han derrumbado". A miles de kil¨®metros de Hait¨ª, desde su exilio surafricano, el ex mandatario Jean Bertrand Aristide calificaba la situaci¨®n como "una tragedia que desaf¨ªa a la comprensi¨®n".
No hay comida, agua, electricidad, transporte, medicinas. Los servicios m¨¦dicos, ya de por s¨ª escasos y precarios, no dan abasto. Los miembros de la fuerza pacificadora de Hait¨ª, dependientes de la ONU, trataban ayer de poner orden con la cabeza pensando en sus compa?eros aplastados por los muros del edificio en el que trabajaban. Entre ellos, su jefe, el tunecino Hedi Annabi, cuya muerte fue confirmada por el presidente haitiano. La sede de la organizaci¨®n ha sido totalmente destruida. Unos cien empleados de Naciones Unidas segu¨ªan anoche desaparecidos. Se ha confirmado la muerte de dos decenas de cascos azules.
Los cl¨¦rigos tampoco se libraron de la cat¨¢strofe. El jefe de la Iglesia cat¨®lica, el arzobispo Serge Miot, estaba entre las v¨ªctimas. La catedral de Puerto Pr¨ªncipe estaba igualmente entre los edificios hundidos por el se¨ªsmo.
Ante la falta de telecomunicaciones habituales, el sat¨¦lite se convirti¨® en la ¨²nica herramienta de contacto posible. As¨ª, gracias al Internet satelital, el ministro consejero de la Embajada dominicana en Hait¨ª, Pastor V¨¢squez, atisbaba a decir, al preguntarle c¨®mo llegar hasta su sede, de las pocas que han soportado el embate de las ondas tel¨²ricas: "Esto es un caos, un gran caos. Les recomiendo que traten de que los traiga un motorista".
Y contaba lo mismo que la corresponsal de Univisi¨®n en Santo Domingo, Onysela Valdez, desplazada por unas horas gracias al Ej¨¦rcito dominicano, a su regreso al pa¨ªs vecino para transmitir su cr¨®nica: "Vas caminando y chocas con piedras, ves cuerpos sobre el asfalto, gente con extremidades rotas, llenas de polvo, que no saben d¨®nde ir ni qu¨¦ hacer". Describ¨ªa el panorama como aterrador.
La dificultad para moverse por carretera hizo imposible durante casi toda la jornada trasladar ayuda por tierra. Muchas de las v¨ªas permanec¨ªan bloqueadas por los escombros. Otras, rajadas de parte a parte por el efecto devastador del terremoto. En Santo Domingo, las autoridades consulares haitianas agradec¨ªan la solidaridad del pueblo dominicano y ped¨ªan palas removedoras de escombros como uno de los ¨²tiles de mayor necesidad. Se descartaban las ropas, y asimismo urg¨ªan los alimentos en lata, agua potable y medicinas.
Y de todo eso y m¨¢s tambi¨¦n necesitaban en una peque?a poblaci¨®n llamada Jerald Batai, en la ruta a Puerto Pr¨ªncipe desde el suroeste de la Rep¨²blica Dominicana, donde pudo llegar la periodista de Noticias SIN Rosa Encarnaci¨®n. "Vi decenas de personas gritando en las calles, con brazos rotos o amputados, pies desprendidos, o con el cr¨¢neo abierto". No fue lo ¨²nico. "Vi dos escuelas derrumbadas con decenas de estudiantes muertos dentro. Muertos en aceras cerca de personas heridas que clamaban por ayuda". Y en el hospital, narraba que la gente se agolpaba en todo el edificio y sus exteriores. "Decenas de heridos esperaban una ayuda todav¨ªa inexistente".
El epicentro del terremoto se encuentra a s¨®lo 15 kil¨®metros de Puerto Pr¨ªncipe. Cerca de cuatro millones de personas viven en la capital y los alrededores. De ellos, unos tres millones se han visto afectados por el se¨ªsmo, bien porque han muerto, est¨¢n heridos o lo han perdido todo. Durante la noche del martes al mi¨¦rcoles, miles de personas durmieron a la intemperie, en plena calle, porque su casa hab¨ªa quedado reducida a la nada, o porque tem¨ªan m¨¢s r¨¦plicas del terremoto (se calcula que hubo 28 en total). El p¨¢nico se ha adue?ado de Hait¨ª.
Con las propias infraestructuras del Gobierno da?adas por el se¨ªsmo y la sede de la ONU devastada, los testigos cuentan que no se ve¨ªan ayer se?ales de que los esfuerzos por rescatar a los atrapados estuvieran organizados. "Hay demasiada gente que necesita ayuda... nos faltan equipos, bolsas para meter a los muertos", afirm¨® a la agencia Reuters el portavoz haitiano de Cruz Roja, Pericles Jean-Baptiste.
Miles de personas vagaban ayer, at¨®nitos y cubiertos de polvo, por las calles de Puerto Pr¨ªncipe. "Est¨¢n en las calles, sentados, caminando, sin ning¨²n lugar al que ir", explic¨® Rachmani Domersant, uno de los trabajadores de la ONG Comida para los Pobres.
Un desastre tras otro
- 2009. El peor terremoto. El se¨ªsmo que ha sacudido Hait¨ª, de magnitud 7,0 en la escala de Richter, es el m¨¢s fuerte que se ha registrado en el pa¨ªs en los ¨²ltimos dos siglos y el peor desde 1946 en la isla que comparte con Rep¨²blica Dominicana.
- 2008. Cuatro huracanes. El paso de cuatro huracanes -Ike, Hanna, Gustav y Fay- en menos de un mes provoc¨® en 2008 un total de 793 muertos, 466 s¨®lo en la ciudad de Gonaives, la m¨¢s golpeada, y m¨¢s de 850.000 desplazados.
- 2004. La tormenta Jeanne. En el a?o en que una sangrienta revuelta oblig¨® al presidente Jean Bertrand Aristide a dejar el pa¨ªs y exiliarse en Sur¨¢frica, a las destrucciones de los combates se sumaron las dejadas por la tormenta tropical Jeanne, que caus¨® m¨¢s de 3.000 muertos.
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