Brufau en el disparadero
El primer accionista de Repsol retira la confianza al presidente de la petrolera
As¨ª se escribe la historia. Parec¨ªa que en noviembre hab¨ªa quedado m¨¢s o menos arreglado cuando Antonio Brufau logr¨® el respaldo del consejo de administraci¨®n de Repsol a su gesti¨®n como presidente del grupo tras producirse un encontronazo con Sacyr por la reducci¨®n del dividendo. Entonces, Isidro Fain¨¦, presidente de La Caixa (segundo accionista) movi¨® todos los hilos para lograr la paz en el consejo reuni¨¦ndose con el presidente de Sacyr, Luis del Rivero, y otros representantes del grupo constructor. El acuerdo fue un¨¢nime, incluidos los representantes de Sacyr (Del Rivero, Jos¨¦ Manuel Loureda y Juan Abell¨®).
Pero fue una paz aparente. La tregua ha durado pr¨¢cticamente lo mismo que el periodo que va desde el puente de la Constituci¨®n hasta Reyes. No se sabe muy bien por qu¨¦ arte de birlibirloque la pol¨¦mica ha vuelto a aparecer cuando todav¨ªa la gente se est¨¢ felicitando el a?o nuevo. El caso es que las diferencias entre Brufau y Del Rivero han vuelto a aparecer en los medios bastante antes de lo que se presum¨ªa. Y el propio Brufau lo ha convertido en un tema trascendental al convocar una reuni¨®n extraordinaria del consejo de administraci¨®n en menos de 48 horas -lo convoc¨® el mi¨¦rcoles para el viernes- con el objetivo de poner a los principales accionistas en su sitio.
Si la estrategia de Brufau consist¨ªa en mostrar desavenencias en el seno de Sacyr entre sus principales accionistas que adem¨¢s se plasmar¨ªan en el consejo extraordinario entre sus tres representantes, le sali¨® el tiro por la culata. Como no hay mayor desprecio que no hacer aprecio, Sacyr decidi¨®, en consejo tambi¨¦n urgente celebrado el jueves, no acudir a lo que consideraban una trampa. El grupo constructor le comunic¨® la decisi¨®n a La Caixa la noche del jueves; pero los responsables de Repsol no se enteraron hasta la ma?ana del viernes.
Es posible tambi¨¦n que Brufau, con quien Repsol ha seguido su l¨ªnea de crecimiento, quisiera que estallara la bomba de una vez para aclarar su futuro. En cualquier caso, lo que su convocatoria extraordinaria consigui¨® fue que se escenificaran las relaciones irreconciliables que existen entre el m¨¢ximo accionista y el presidente del grupo petrolero, lo que le deja en una situaci¨®n de extrema debilidad por mucho que el resto de consejeros respaldaran su gesti¨®n y le confirmasen "en sus funciones", sin especificar como presidente. No ha logrado arreglar el problema de fondo y no cuenta con la confianza del primer accionista.
Por su parte, La Caixa, que defiende a los suyos, le ha ratificado dos veces en dos meses. La caja catalana le coloc¨® hace cinco a?os al frente de la petrolera, de la que entonces era el principal accionista, en una operaci¨®n de acoso y derribo del anterior presidente, Alfonso Cortina, con la complicidad del Gobierno socialista reci¨¦n llegado al poder. Brufau hab¨ªa sido director general de la caja junto a Fain¨¦ con Josep Vilarasau de presidente.
Pero todos saben que la liga es muy larga y los entrenadores cuando empiezan a estar cuestionados acaban saliendo del banquillo por mucho que sean de la casa. Es decir, el apoyo de La Caixa est¨¢ condicionado a la evoluci¨®n de los acontecimientos.
Hubo un tiempo en que los dos accionistas quisieron reducir su participaci¨®n para, por uno u otro motivo, hacer plusval¨ªas. Estuvieron a punto de vender a Lukoil en una operaci¨®n en la que intervino activamente Brufau; pero se fue al traste porque el precio no convenc¨ªa a Sacyr y porque tampoco gustaba mucho al Gobierno, que ve¨ªa perder la espa?olidad de la empresa. Entonces las relaciones no eran muy buenas. Ahora, las cosas han cambiado. La Caixa entiende que es Sacyr, en su condici¨®n de m¨¢ximo accionista actual, el que debe proponer, o en su caso ratificar, al presidente. Por eso le ha transmitido que proponga nombres y los ponga en la mesa.
Del Rivero, al que seguramente le encantar¨ªa ocupar la presidencia de la petrolera, tambi¨¦n sabe que no es ¨¦l el indicado y que hay que buscarlo. Uno de los que se ha hablado es de Demetrio Carceller, uno de los principales accionistas de Sacyr y conocedor del mundo de la distribuci¨®n de hidrocarburos, ya que su familia es propietaria de DISA. Esta circunstancia le originar¨ªa incompatibilidades manifiestas. De hecho no est¨¢ en el consejo de Repsol por ese motivo.
El l¨ªo de Repsol no gusta en La Moncloa
El nuevo l¨ªo en Repsol ha estallado en pleno estreno de Espa?a en la presidencia europea. Y de los dos protagonistas principales, Antonio Brufau y Luis del Rivero, el primero de ellos tuvo la oportunidad de intercambiar directamente impresiones con el presidente del Gobierno, Jos¨¦ Luis Rodr¨ªguez Zapatero, el mi¨¦rcoles, despu¨¦s de haber decidido convocar el consejo extraordinario, como miembro del comit¨¦ de la European Table Round of Industrialist que re¨²ne 50 empresas del continente, entre ellas Telef¨®nica,
Inditex y Repsol. A Zapatero no le gusta nada el asunto. Ya le hab¨ªa pedido al titular de Industria, Miguel Sebasti¨¢n, que interviniera. A la vista de los acontecimientos, con escaso ¨¦xito.
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