Una vida al servicio de la ciencia
Juan Antonio Rubio (Madrid, 1944-2010) nos dej¨® la madrugada del lunes haciendo, hasta el ¨²ltimo momento, lo que mejor sab¨ªa hacer: trabajar con generosidad por la ciencia y la tecnolog¨ªa espa?olas. Durante los ¨²ltimos meses lo hemos visto luchar contra la enfermedad infatigablemente, con el mismo tes¨®n que ha demostrado a lo largo de su vida profesional y, desde luego, en su ¨²ltima etapa al frente del Centro de Investigaciones Energ¨¦ticas, Medioambientales y Tecnol¨®gicas, el CIEMAT, nuestro mayor organismo p¨²blico de investigaci¨®n en esta materia.
A sus 65 a?os, y tras d¨¦cadas de ¨¦xito como cient¨ªfico y gestor de la ciencia, Juan Antonio no ten¨ªa nada que demostrarnos. Sin embargo, trabajaba con el entusiasmo de un joven investigador que lo tiene todav¨ªa todo por hacer, pensando en grande y a largo plazo. Un entusiasmo contagioso y transformador, que se revelaba en cada conversaci¨®n y, en especial, cuando se refer¨ªa a los avances de la f¨ªsica y de la tecnolog¨ªa energ¨¦tica. Juan Antonio se sent¨ªa especialmente orgulloso de la calidad de los j¨®venes cient¨ªficos espa?oles en un campo en el que ¨¦l fue pionero en Espa?a, el de la f¨ªsica de altas energ¨ªas, y del liderazgo internacional de nuestro pa¨ªs en el ¨¢mbito de las energ¨ªas renovables, al que tanto ha contribuido el CIEMAT. Al escucharle, a los compa?eros del ministerio nos enorgullec¨ªa contar en nuestro equipo con un hombre tan comprometido con el desarrollo tecnol¨®gico y con su pa¨ªs, y tan capaz de trasladar a los ciudadanos la relevancia -y tambi¨¦n la emoci¨®n- de la ciencia.
Juan Antonio Rubio, doctor en ciencias f¨ªsicas por la Universidad Complutense de Madrid, comenz¨® como becario en 1965 en la Junta de Energ¨ªa Nuclear -germen del CIEMAT- para pasar en 1968 al CERN, la organizaci¨®n europea de investigaci¨®n en f¨ªsica de altas energ¨ªas. En esta gran instalaci¨®n internacional desarroll¨® buena parte de su carrera, ocupando diversos puestos de responsabilidad, entre los que destaca el de asesor cient¨ªfico del director general y el de jefe de la Divisi¨®n de Educaci¨®n y Transferencia de Tecnolog¨ªa del organismo.
Cuando fue nombrado director general de CIEMAT, en 2004, se hizo cargo de una instituci¨®n que conoc¨ªa a la perfecci¨®n y en la que hab¨ªa ocupado diversos puestos directivos, destacando el de director cient¨ªfico. Es imposible resumir sus m¨¦ritos en pocos p¨¢rrafos: la lista de publicaciones, colaboraciones docentes, trabajos de asesor¨ªa cient¨ªfico-tecnol¨®gica nacional e internacional y premios -el m¨¢s reciente el Premio Jaime I 2009 que iba a recoger en unas semanas- es interminable.
Por ello es quiz¨¢ m¨¢s significativo destacar dos aspectos en los que, como en otras ocasiones, supo anticiparse a la mayor¨ªa. La primera es la necesaria proyecci¨®n internacional de nuestra ciencia y, particularmente, hacia Am¨¦rica Latina, una estrategia que, con el paso de los a?os, ha terminado por instalarse en todo el sistema cient¨ªfico. Tambi¨¦n fue precursor en tender puentes entre la ciencia y la sociedad. Lo hizo como divulgador cient¨ªfico, por supuesto, pero tambi¨¦n como impulsor, ya desde la direcci¨®n general del CIEMAT, del CISOT, un centro dedicado a explorar la dimensi¨®n humana y social de los avances cient¨ªficos y tecnol¨®gicos en el ¨¢rea energ¨¦tica y medioambiental. En ambos casos apost¨® por algo en lo que no todos cre¨ªan y, en ambos casos, el tiempo le est¨¢ dando la raz¨®n.
Cuando fallece un buen profesional, toda la profesi¨®n le echa de menos. Cuando fallece una persona de la talla de Juan Antonio Rubio es imposible pensar en t¨¦rminos tan abstractos: somos todos y cada uno de los que hemos colaborado con ¨¦l los que le echaremos de menos. Un ¨²ltimo gesto da la medida de su talante luchador: hasta la semana pasada Juan Antonio ha seguido al pie del ca?¨®n, trabajando sobre el borrador de la nueva Ley de Ciencia, Tecnolog¨ªa e Innovaci¨®n y concentrado, especialmente, en la mejora de las oportunidades y condiciones laborales de los cient¨ªficos espa?oles, y en particular, de sus compa?eros del CIEMAT. Haremos todo lo posible por no defraudar sus expectativas.
Cristina Garmendia Mendiz¨¢bal es ministra de Ciencia e Innovaci¨®n.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.