?lex de la Iglesia 'revienta' Madrid

El d¨ªa amaneci¨® gris franquista. Fr¨ªo, sin color, como la ma?ana de diciembre de 1973 en que ETA vol¨® el coche del almirante Luis Carrero Blanco. A la entrada de la calle del Espa?oleto, en el barrio de Chamber¨ª, en Madrid, varios Seat antiguos y escacharrados rodeaban un cr¨¢ter de pega. ?lex de la Iglesia (Bilbao, 1965) simulaba ayer el atentado para su nueva pel¨ªcula, Balada triste de trompeta, una comedia ambientada en la Espa?a franquista. En el reparto figuran, entre otros, Santiago Segura, Carmen Maura, Sancho Gracia, Terele P¨¢vez, Manuel Tejada y Jos¨¦ Luis Segura, que interpreta a Carrero Blanco.

Al fondo de la calle, el director dirig¨ªa circunspecto una extravagante escena en la que estaban implicados una furgoneta de helados, un payaso al volante y una chica rubia que corr¨ªa desesperada. Ambientada en un circo durante la Espa?a franquista, la trama de esta nueva pel¨ªcula del director de El d¨ªa de la bestia gira en torno a dos payasos que est¨¢n enamorados de la misma trapecista. El tr¨ªo protagonista estar¨¢ interpretado por Antonio de la Torre (Gordos), el c¨®mico Carlos Areces (miembro de Muchachada nui) y Carolina Bang (de la serie de televisiva Plut¨®n B.R.B. Nero).

A pocos metros, los figurantes esperaban su turno. Personajes vestidos a?os setenta en el se?orial barrio de Salamanca, donde ocurri¨® el atentado, en la calle de Claudio Coello. Ellos: abrigos loden, chaquetas de tweed, mocasines. Ellas: rebecas de punto, vestidos tableados...

La mezcla resultaba desconcertante. Ese cruce entre el humor negro de ?lex de la Iglesia y la Espa?a del tardofranquismo. Una chica de producci¨®n ped¨ªa silencio a los figurantes mientras se ensayaba la escena del payaso y la rubia. El reparto, que no le prestaba demasiada atenci¨®n, recordaba el d¨ªa que muri¨® Carrero: "Ser¨ªan los de la ETA, pero los americanos sab¨ªan lo que hab¨ªa".

La calle del Espa?oleto, donde el cineasta reproduce el atentado, se parece mucho a Claudio Coello, dicen los mayores del barrio. Estrecha y con edificios nobles. Incluso, hay una residencia universitaria de monjas bastante similar al exterior del colegio de los jesuitas que sobrevol¨® el Dodge Dart negro de Carrero Blanco, entonces presidente del Gobierno de Franco, para precipitarse hacia su patio interior.

La recreaci¨®n es tan real que ya ha provocado alg¨²n susto. Una mujer que trabaja en una tienda entr¨® de forma traum¨¢tica en la calle: "Pens¨¦ que hab¨ªa sido un atentado, pero ven¨ªa con la radio encendida y no comprend¨ªa porque no me hab¨ªa enterado". Francisco Mart¨ªnez, celador de la residencia, opina otra cosa. "No creas que est¨¢ tan bien hecho esto, en lo de Carrero el coche explot¨® en la mitad de la calle y quedaron todos los edificios destruidos, con muertos por el suelo".

Madrid no es la ¨²nica parada de esta pel¨ªcula, la primera del cineasta tras ser nombrado presidente de la Academia del Cine. El rodaje se prolongar¨¢ durante nueve semanas en localizaciones de Alicante y en los estudios de Ciudad de La Luz, en la misma ciudad. Balada triste de trompeta ha pasado al primer plano de la agenda de ?lex de la Iglesia tras retrasarse la financiaci¨®n para La marca amarilla, adaptaci¨®n del c¨®mic hom¨®nimo, de Edgard P. Jacobs, de la serie de Blake & Mortimer (Norma Editorial).