Un aeropuerto con alas de plomo

Trece a?os despu¨¦s de anunciarse el proyecto y cinco a?os despu¨¦s de la colocaci¨®n de la primera piedra, el aeropuerto de Castell¨®n sigue publicit¨¢ndose como emblema de modernidad de la provincia sin fecha exacta de inauguraci¨®n. El presidente de la Diputaci¨®n de Castell¨®n, Carlos Fabra, ha vuelto a anunciar esta semana -como ya hizo en 2008 y 2009- que el aeropuerto de la provincia se inaugurar¨¢ en "breves meses". La realidad es que 13 a?os despu¨¦s de que Fabra se marcara como objetivo "prioritario" el aeropuerto est¨¢ construido, pero ¨¦ste no tiene suministro ni de luz ni de agua y faltan las v¨ªas de acceso, as¨ª como saber qu¨¦ compa?¨ªas a¨¦reas operar¨¢n desde Castell¨®n.

La indefinici¨®n, las continuas demoras, los pleitos y la manera de formular su desarrollo ha hecho que otros aeropuertos, planteados con posterioridad, como el de Lleida, hayan tomado este mismo mes la delantera. La instalaci¨®n aeroportuaria de Lleida, iniciada en 2007, empezar¨¢ a operar este mes de febrero con Vueling y Ryanair a cuatro destinos europeos, tras haber invertido alrededor de 95 millones de euros en una infraestructura pensada para 400.000 pasajeros y 6.000 toneladas de mercanc¨ªas anuales.

Aeroport Castell¨® est¨¢ hecho pero no tiene luz, ni agua y falta el permiso

La infraestructura abrir¨¢ en medio de la crisis econ¨®mica e inmobiliaria

En Vilanova de Alcolea, el t¨¦rmino municipal que acoge el aeropuerto de Castell¨®n a unos 35 kil¨®metros de la capital, se puede comprobar el avanzado estado de una obra que a¨²n est¨¢ inacabada. La Generalitat y la Diputaci¨®n, las administraciones que lo impulsan a trav¨¦s de la sociedad Aerocas, tardaron siete a?os en poseer los proyectos y autorizaciones necesarias, de 1997 a 2004, a?o en que se coloc¨® la primera piedra. Y, tras varios aplazamientos, ahora se prev¨¦ inagurar este aeropuerto a lo largo del a?o 2010.

La obra est¨¢ pr¨¢cticamente concluida. No s¨®lo se ha construido la pista, se ha levantado la terminal y la torre de control sino que, incluso, se ha decorado el interior, con bancos y papeleras dise?ados especialmente. Y adem¨¢s ya se organizan visitas para ver el nuevo aeropuerto. Sin embargo, ni las obras de las v¨ªas de acceso, ni las de suministro de luz y agua han acabado.

El escenario socioecon¨®mico al que se enfrenta ahora el aeropuerto de Castell¨®n es bien distinto al que exist¨ªa cuando se plante¨®.

La idea surgi¨® en pleno boom urban¨ªstico, con decenas de proyectos de campo de golf salpicando la provincia y la iniciativa de construir el parque tem¨¢tico de Mundo Ilusi¨®n. Ahora, las promociones est¨¢n paradas, los constructores conf¨ªan en prolongar los plazos para demorar el atractivo turismo de golf y Mundo Ilusi¨®n est¨¢ en dique seco tras negarse la Generalitat a aportar financiaci¨®n y admitir que ning¨²n empresario apostaba por este tipo de reclamo.

En el aeropuerto de Castell¨®n se invertir¨¢n alrededor de 150 millones de euros, tal como apunta el director general de Aerocas, Jos¨¦ Mar¨ªa Garc¨ªa Navas.

La Generalitat arranc¨® el proyecto con la expropiaci¨®n del suelo y dej¨®, por la v¨ªa del contrato, la responsabilidad de la construcci¨®n y la explotaci¨®n en manos del sector privado. Pese a sus buenas relaciones con el entonces presidente Jos¨¦ Mar¨ªa Aznar, Carlos Fabra no logr¨® que el Gobierno asumiera la financiaci¨®n de esta "indispensable" infraestructura, como tampoco lo hizo la Generalitat, que se convirti¨® en promotora. El Consell s¨ª se comprometi¨® con la concesionaria del aeropuerto a que, en caso de que no se alcanzasen los 600.000 pasajeros anuales, pagar¨ªa seis euros por cada viajero previsto que no utilizase finalmente el aeropuerto. Desde 2003, el Consell ya ha cambiado las condiciones del contrato en tres ocasiones para compensar los costes imprevistos de la concesionaria, pero no ha revisado la previsi¨®n de los 600.000 viajeros.

Carlos Fabra compar¨® la celeridad con la que el Gobierno catal¨¢n ha logrado los permisos de Fomento para el aeropuerto de Lleida con las supuestas trabas que tiene el de Castell¨®n. Sin embargo, desde el principio, los promotores de Aerocas sab¨ªan que contaban con el inconveniente de que los terrenos elegidos para el aeropuerto era el h¨¢bitat del aguilucho cenizo, una especie protegida. As¨ª, la declaraci¨®n de impacto ambiental oblig¨® a supender las obras cada a?o durante varios meses para no interferir en la nidificaci¨®n del ave. Inconveniente al que se uni¨® otra paralizaci¨®n por presunta comisi¨®n de delito ambiental y otra tercera de Fomento por carecer el aeropuerto del preceptivo plan director.

Pese a ello, la concesionaria -un consorcio liderado por la constructora FCC- ha ido ejecutando la obra. No ha ocurrido lo mismo con la parte p¨²blica. La Administraci¨®n qued¨® encargada del acceso y de negociar los suministros de agua y luz y todav¨ªa est¨¢ en obras la autov¨ªa CV-10 que ha de enlazar con autopista y carretera nacional.

La luz, seg¨²n Aerocas podr¨ªa llegar a finales de enero, aunque el problema no est¨¢ del todo resuelto. Y sobre el agua, no fue hasta la semana pasada cuando la Diputaci¨®n de Castell¨®n empez¨® a pagar las cuotas a los afectados por las obras de abastecimiento de suministro al aeropuerto y se piensa que en junio estar¨¢ finalizada la obra.

La solicitud de la autorizaci¨®n de apertura, que ha de conceder el Gobierno, ya ha iniciado sus tr¨¢mites y Aerocas mira el ejemplo de Lleida para lograr las licencias. A¨²n as¨ª, aunque Air Nostrum parece interesada en el aeropuerto de Castell¨®n, nada se sabe de qu¨¦ compa?¨ªas y a qu¨¦ destinos volar¨¢n. Y de hecho, ni siquiera se sabe si Aeroport Castell¨® tendr¨¢ controladores propios o no.