La alcaldesa de Cunit fren¨® el arresto del im¨¢n extremista acusado de acoso
"Lo evit¨¦ para no crear un conflicto social", se justific¨® la regidora ante el juez
La alcaldesa de Cunit (Baix Pened¨¨s, 12.300 habitantes), la socialista Judit Alberich, bloque¨® la detenci¨®n del im¨¢n imputado por presuntamente amenazar, coaccionar y calumniar a una musulmana moderada tras un intento de agresi¨®n a la mujer. La campa?a del im¨¢n, Mohammed Benbrahim, persegu¨ªa que Fatima Ghailan perdiera su empleo por motivos como no llevar velo y relacionarse con espa?oles no musulmanes, seg¨²n la instrucci¨®n judicial.
"El inspector de polic¨ªa pretend¨ªa detenerle pero lo evit¨¦ para no crear un conflicto social", justific¨® Alberich ante el Juzgado de Instrucci¨®n n¨²mero 1 de El Vendrell, que lleva la causa. "Intent¨¦ pacificar el tema", a?adi¨® en la declaraci¨®n incluida en el auto judicial al que ha tenido acceso EL PA?S. En su tarea de mediaci¨®n, la alcaldesa lleg¨® a pedir a Ghailan que retirara la denuncia contra el im¨¢n y los otros tres miembros de esa comunidad -la esposa y la hija del im¨¢n, adem¨¢s del presidente de la Asociaci¨®n Isl¨¢mica de Cunit-, tambi¨¦n imputados por coacci¨®n y calumnias.
Este diario contact¨® ayer con el Ayuntamiento de la localidad para pedir explicaciones a la alcaldesa, que no se puso al tel¨¦fono. La Secretar¨ªa de Inmigraci¨®n de la Generalitat, que se ha comunicado con Ghailan estos ¨²ltimos meses para seguir el caso, tambi¨¦n declin¨® dar su opini¨®n sobre el asunto. Entidades como SOS Racismo y la asesor¨ªa de inmigraci¨®n de CC OO rechazaron que se prefiera silenciar este tipo de conflictos en vez de exigir responsabilidades legales a cualquier acoso motivado por asuntos religiosos o culturales.La fiscal¨ªa solicita cinco a?os de c¨¢rcel para Benbrahim, cuatro para el presidente de la entidad isl¨¢mica, Abderram¨¢n El Osri, y otros dos para Zohra Ahmaddach y Haffsa Ben Brahim, la esposa y la hija del im¨¢n, respectivamente.
Las buenas intenciones que alega Alberich contrastan con su conocimiento sobre los problemas de integraci¨®n de la comunidad isl¨¢mica en la localidad. "Hay gente de esta comunidad que no quiere integrarse, tienen a sus mujeres en casa para que no se relacionen con nadie y no saben hablar castellano", asever¨® ante el juez. Tambi¨¦n relat¨® haberse reunido con Benbrahim y El Osri en diversas ocasiones para afrontar el conflicto. "Les dije que deber¨ªan calmar la situaci¨®n, que no era beneficioso para nadie. Abderram¨¢n me coment¨® que hablara con Fatima para que retirara la denuncia", sostiene Alberich. La alcaldesa lo intent¨® sin ¨¦xito, confirman fuentes municipales.
"Retirar y silenciar este tipo de denuncias para conseguir una paz social s¨®lo perpet¨²a una situaci¨®n que puede generar conflictos abiertos y problemas", subray¨® un portavoz de SOS Racismo. El aislamiento descrito por la alcaldesa se repite en otros municipios de Tarragona, territorio con alrededor del 18% de inmigrantes, en su mayor¨ªa de pa¨ªses musulmanes. En la comarca de Cunit la poblaci¨®n inmigrante es el 16,5%, casi la mitad de ellos de origen ¨¢rabe. La escasa integraci¨®n de parte de este colectivo ha alumbrado un basti¨®n del islamismo radical en la zona que se resiste a adaptar sus tradiciones con la realidad catalana. La Generalitat destaca que esta situaci¨®n s¨®lo genera conflictos en casos muy ?concretos, pero tampoco hay integraci¨®n. "Las administraciones deben responsabilizarse de abrirse a los colectivos aislados antes de que haya complicaciones", advierte SOS Racismo.
Miriam Elareb, musulmana marroqu¨ª de 28 a?os, hace malas migas con parte de la dividida comunidad isl¨¢mica de Cunit. "Muchos no entienden castellano ni quieren aprenderlo. No nos llevamos bien porque s¨®lo hablan con otros ¨¢rabes. Yo tengo a mis amigos espa?oles". ?Cu¨¢ntos inmigrantes se encuentran en esta situaci¨®n? "M¨¢s o menos la mitad", calcula Elareb a la salida de su vivienda. En los bajos del mismo edificio que ella habita, se halla la Asociaci¨®n Isl¨¢mica de Cunit. Una sala cubierta de alfombras donde dirige las oraciones Mohamed Ben Brahim, el im¨¢n imputado por amenazar y coaccionar a una mujer musulmana de la localidad. "No le conozco, no dejan entrar a mujeres", detalla con recelo Elareb, que reside en Cunit desde 2006.
"?Es un problema de educaci¨®n!", grita el due?o del locutorio pegado a la rambla del pueblo, el marroqu¨ª Rashid Rayyan. "Se encierran porque tienen problemas materiales, sobreviven sin papeles ni trabajo". Rayyan, de 34 a?os, reside en el pueblo desde hace cinco a?os y admite que le cost¨® sentirse integrado. "La lengua es un problema. El idioma es la ventana", exclama manose¨¢ndose los p¨¢rpados. "Hay centros que dan clases pero muchos no quieren ir", a?ade.
Salieha, musulmana de 34 a?os llegada al municipio hace ocho, s¨ª quiere. "S¨®lo s¨¦ el castellano que he aprendido por la tele", susurra pegada a las verjas del colegio p¨²blico de la localidad al que acude su hijo. Su acento es bueno, pero el vocabulario, pobre. "Quiero ir a clases pero me da verg¨¹enza", lamenta. A su lado, dos madres espa?olas comentan la creciente presencia de inmigrantes en el centro. "La mayor¨ªa de padres se a¨ªslan, no hablan con nadie", sostiene Iraida Aguilera, de 35 a?os. "Y parece que a su vez a¨ªslan a las que s¨ª nos hablan", asegura escandalizada. Porque su hija, Luc¨ªa, tampoco se relaciona con los cinco ni?os musulmanes de su clase. "Dice que ellos van a su aire. S¨®lo tiene cinco a?os pero ya les llama 'los marroqu¨ªes'. Como si fueran desconocidos".
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