Irak contra los pitufos
Va a ser verdad que la gente compra Playboy por los art¨ªculos. Kathryn Bigelow lo hace. Claro que la directora californiana es un bicho raro, una de las pocas mujeres en una industria de machos como Hollywood. Lo suyo es la acci¨®n, le va la marcha, y por eso ley¨® los art¨ªculos en Playboy de Mark Boal, un periodista que pas¨® la guerra de Irak incrustado en la unidad de artificieros encargada de desactivar bombas en Bagdad. Gente que, en vez de huir del peligro, corre hacia ¨¦l. "Hay quien dice que son yonquis del peligro. Para m¨ª que sufren de s¨ªndrome de atenci¨®n deficitaria y as¨ª aislan sus pensamientos del peligro", describe Jeremy Renner, actor californiano de 38 a?os convertido en una de las revelaciones de la temporada gracias a En tierra hostil.
Los cin¨¦filos hablan de un nuevo 'Apocalypse now'. Los militares, por primera vez, no gru?en
?se debe ser el asunto. Cada d¨ªa, Renner se embut¨ªa en un traje de desactivador: 50 kilos de peso que le ten¨ªan que poner entre dos personas. "Fue una relaci¨®n de amor-odio", comenta este int¨¦rprete, al que probablemente s¨®lo los frikis reconocer¨¢n por 28 semanas despu¨¦s. Amor u odio, su paseo en el traje ya es tan cl¨¢sico como el de Gary Cooper en Solo ante el peligro. ?l es el protagonista de esta pel¨ªcula, pero no el ¨²nico sufridor. Lo que Anthony Mackie —de 30 a?os y originario de Nueva Orleans, que interpreta al compa?ero de patrulla de Renner— recuerda del rodaje son "los bocadillos de arena".
Lo cierto es que es la primera cinta sobre la guerra de Irak que ha triunfado. La recaudaci¨®n es peque?a: se espera que en EE UU sea de alrededor de 15 millones de d¨®lares. Pero es lo mismo que consigui¨® Leones por corderos con un presupuesto de 35 millones, y protagonizada por Robert Redford y Tom Cruise. ?sta cost¨® 10 millones, y el reparto lo compone un grupo de desconocidos.
No fue f¨¢cil. Bigelow tropez¨® con un Hollywood que s¨®lo hace secuelas. Todo empez¨® cuando Boal recogi¨® sus vivencias de 2004, a?o en que salieron a la luz los desmanes de Abu Ghraib, y las convirti¨® en gui¨®n. Hasta 2006 no encontraron financiaci¨®n, y en 2007 rodaron en el desierto jordano. La buena acogida que tuvo el pasado septiembre en el Festival de Venecia allan¨® ligeramente su largu¨ªsimo recorrido, que finalmente encontr¨® el favor de p¨²blico, cr¨ªtica y militares. "Fue como soltar a la audiencia en paraca¨ªdas. Nunca supimos d¨®nde iba a caer", resume Renner.
Pero En tierra hostil ha conseguido enganchar a la audiencia, ganando uno a uno a los espectadores con un boca oreja que no ha dejado a nadie fuera. Los cin¨¦filos hablan de un Apocalypse now del nuevo milenio. Los cr¨ªticos comparan el estilo documental y transgresor de la cinta con los momentos m¨¢s cl¨¢sicos de Sam Peckinpah y Don Siegel. Y los militares, por primera vez, no gru?en. Es m¨¢s, se ven reflejados. "No hay ideolog¨ªa que valga. Es una oportunidad de humanizar a estos soldados", resume Bigelow. Su ex marido, James Cameron, la ve como esa pel¨ªcula que le hace sudar. "Estaba seguro de que Kathryn iba a ganar. Se lo merece", dijo aliviado al recibir el Globo de Oro a mejor pel¨ªcula por Avatar, derrotando, contra pron¨®stico, a En tierra hostil. Esta temporada, los soldados de Bigelow y los pitufos de Cameron se repartieron las candidaturas.
Hay quien sud¨® por otras razones: 44 d¨ªas de rodaje a 46 grados en la sombra. Boal llama a Bigelow "la vikinga" porque le hizo sudar m¨¢s en el rodaje por el desierto jordano que en la guerra.
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