Los mulatos reinan en Hait¨ª
Una ¨¦lite se beneficia de la pol¨ªtica de un Gobierno que se dice de izquierdas
El presidente de Hait¨ª, Ren¨¦ Pr¨¦val, celebra una conferencia de prensa bajo la carpa instalada frente a la comisar¨ªa del aeropuerto donde se encuentra la sede del Gobierno. Un mulato observa a los reporteros. A ¨¦l mismo se le podr¨ªa confundir con un periodista si no fuera por la tarjeta de "presidencia" colgada del cuello y porque bajo un chaleco claro semejante al que llevan los fot¨®grafos asoma una pistola del calibre 45. Se trata de Patrik Ellie. Tiene 60 a?os, es doctor en bioqu¨ªmica, convive con una hermana del presidente Ren¨¦ Pr¨¦val y desde el 12 de enero en que el terremoto mat¨® a m¨¢s de 150.000 personas ejerce de consejero presidencial. Ellie parece alguien id¨®neo para preguntarle si es verdad el clamor que se oye en la calle: que el presidente, surgido de un movimiento de izquierdas, negro, hijo de un pol¨ªtico negro, ha traicionado los intereses de la mayor¨ªa negra que lo vot¨® y gobierna para la ¨¦lite de mulatos que controla las principales empresas y bancos de Hait¨ª.
El escritor y periodista mulato Michel Soukar, de 54 a?os, comparte esa visi¨®n: "En Hait¨ª hay una burgues¨ªa de mulatos que siempre ha manejado como t¨ªteres a los presidentes negros. Son unas cuantas familias. Algunas, de origen sirio, como Les Reyes, que se dedican al comercio. Hay otras, muy pocas, de negros. Pero la mayor parte de lo que se conoce aqu¨ª como la burgues¨ªa est¨¢ formada por mulatos que nunca se han presentado a unas elecciones porque no les hace falta, gobiernan en la sombra. Son los Bossant, los Braow, los Vorbe, los Nustas y los Delatour, que es la familia de la esposa del presidente.
Esa gente controla los bancos, las aseguradoras, el puerto y en el caso de los Nustas son adem¨¢s, terratenientes. Se les conoce como el grupo de Bourdon, la gente que financi¨® la campa?a de Pr¨¦val y a la que Pr¨¦val beneficia con sus contratos".
Cuesti¨®n de actitud
El mulato consejero de la presidencia Patrick Ellie niega s¨®lo en parte la acusaci¨®n de que Pr¨¦val se ha vendido a los intereses de la oligarqu¨ªa mulata: "Ser mulato no tiene que ver con el color de la piel sino con la actitud. Y la actitud del mulato es tratar de obtener el reconocimiento del padre blanco antes que de la madre y los hermanos negros. En nuestro caso, significar¨ªa tratar de ganarnos antes a los Estados Unidos y Europa que a nuestro propio pueblo".
- ?Pero se ha vendido el presidente a los intereses de la ¨¦lite econ¨®mica?
- Pr¨¦val ha intentado contentar a las ¨¦lites para conseguir la estabilidad de este pa¨ªs. Y la estabilidad ha sido su mayor logro.
Pero tambi¨¦n su fracaso m¨¢s grande. Hay paz, s¨ª, pero existe un nivel de desigualdad que no es compatible con una democracia. La verdadera estabilidad exigir¨ªa un cambio radical de la situaci¨®n. Pr¨¦val se ha acomodado en exceso.
El m¨¦dico, redactor de la Constituci¨®n de 1987 y periodista mulato, George Michel, de 56 a?os, asegura que Pr¨¦val ha sabido mantener aplacada a la mayor¨ªa negra y satisfechos a sus amigos de ¨¦lite econ¨®mica. Pero el terremoto ha cambiado las reglas del juego. "Hasta ahora, su debilidad y su inacci¨®n han sido su fuerza. Pero desde el 12 de enero el pueblo est¨¢ pidiendo alguien con m¨¢s determinaci¨®n", indica Michel.
El soci¨®logo negro, Daniel Supplice, indica que lo que ha caracterizado al gobierno de Pr¨¦val es la hipocres¨ªa: "Pr¨¦val y los suyos quieren hacerse pasar como gente del pueblo, pero son gente acomodada que se ha formado en pa¨ªses extranjeros. Eso no es malo en s¨ª mismo. Lo malo es que est¨¢n gobernando para los ricos, sean mulatos o negros. Hay que dejar ya las clasificaciones de la piel. En este pa¨ªs hay gente que parece que vive a¨²n en la plantaci¨®n. Salir de la plantaci¨®n significar¨ªa que todos vamos en el mismo avi¨®n, los de la primera clase y los de segunda. Si el avi¨®n se cae, nos caemos todos".
?Y est¨¢ dispuesta la ¨¦lite a arrimar el hombro en la tragedia? "Algunos ricos han venido a ayudar con sinceridad. Pero cu¨¢nto va a durar esa sinceridad?", se pregunta el consejero presidencial Patrick Ellie. "Me temo que en dos o tres semanas volver¨¢n a su ego¨ªsmo de siempre", se responde ¨¦l mismo.
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