Rusia compra un pueblo let¨®n
Inversores rusos adquieren una ciudad fantasma que alberg¨® una base de radares durante la era sovi¨¦tica
La Uni¨®n Sovi¨¦tica alberg¨® hasta su disoluci¨®n en 1991 una nutrida e inquietante constelaci¨®n de ciudades fantasma erigidas alrededor de bases militares o centros de investigaci¨®n de importancia estrat¨¦gica y que no aparec¨ªan en ning¨²n mapa. Skrunda-1, levantada en los a?os setenta en el oeste de Letonia, revisti¨® entre ellas una peculiar importancia: era una de las principales bases radar de detecci¨®n de misiles intercontinentales. De Skrunda-1 depend¨ªa que Mosc¨² se enterara a tiempo de una eventual lluvia de cohetes procedentes de Washington. Veinte a?os despu¨¦s de la disoluci¨®n de la URSS, la ciudad, que lleg¨® a tener 5.000 habitantes y est¨¢ hoy deshabitada, vuelve a manos rusas. Y, en una de las muchas iron¨ªas de la historia, lo hace de la manera m¨¢s puramente capitalista: mediante subasta en un proceso de privatizaci¨®n.
El Gobierno let¨®n, en apuros por el tremendo impacto de la crisis en el pa¨ªs b¨¢ltico, est¨¢ impulsando un plan de privatizaciones que le permita recaudar dinero y atraer inversores. El lote de Skrunda-1 -que incluye unos 70 inmuebles, entre cuarteles, 10 bloques de apartamentos, centro comercial, escuela, dos night-clubs y un jard¨ªn de infancia- se lo adjudic¨® por 2,2 millones de euros la empresa rusa Alekseyevskoe-Serviss, seg¨²n inform¨® la agencia de privatizaci¨®n estatal, que declar¨® desconocer las intenciones del comprador.
El asunto hace poca gracia en Letonia, pa¨ªs que -al igual que sus vecinos b¨¢lticos- mira con desconfianza hacia el Este. El pasado sovi¨¦tico sigue siendo una herida abierta. Alrededor de 350.000 residentes letones, un 15% de la poblaci¨®n, no tiene ninguna ciudadan¨ªa, al ser rusos o hijos de rusos que no quisieron someterse al examen de lengua e historia que la Letonia independiente requiere para obtener el estatus. "En las modernas transacciones es dif¨ªcil adivinar qui¨¦n est¨¢ realmente detr¨¢s de una inversi¨®n. Personalmente, espero que no haya fines ideol¨®gicos en esta operaci¨®n", comenta en una conversaci¨®n telef¨®nica Janis Dripe, ex embajador, ex ministro de Cultura let¨®n y actual presidente de los arquitectos de Riga. "El Gobierno lanz¨® la operaci¨®n porque tiene inter¨¦s en atraer inversiones. En todo caso, cualesquiera que sean sus intenciones, los inversores tendr¨¢n que respetar las leyes letonas, no hay motivo de preocuparse", dice Dripe.
El ¨²ltimo habitante abandon¨® Skrunda-1 en 1999, algunos meses despu¨¦s de que los rusos tuvieran que dejar de utilizar el ¨²ltimo radar activo -el m¨¢s potente de la regi¨®n b¨¢ltica-, tal y como qued¨® establecido en un acuerdo bilateral en 1994. El otro radar de la base hab¨ªa sido demolido en 1995. Letonia adquiri¨® el estatus de pa¨ªs miembro de la OTAN en 2004. La decisi¨®n de vender Skrunda-1, nombre en c¨®digo extrapolado de la denominaci¨®n de la localidad oficial m¨¢s cercana, fue tomada en 2008.
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