Sarah Palin y su chuleta

Sarah Palin, la candidata a la vicepresidencia que pele¨® junto a John McCain para llevar al Partido Republicano a la Casa Blanca, y que puede ser candidata presidencial en 2012, fue la encargada, el pasado domingo, en Nashville (Tennessee), de pronunciar el discurso de clausura de la Convenci¨®n Nacional del Tea Party, un movimiento ultraconservador que est¨¢ catalizando la oposici¨®n m¨¢s populista contra las pol¨ªticas de Obama.

Cobr¨® 100.000 d¨®lares por su intervenci¨®n, que inclu¨ªa responder a preguntas de los asistentes, un monto acaso excesivo si se tiene en cuenta que hizo una peque?a trampa. Habl¨® de corrido, s¨ª, y con entusiasmo, pero un fot¨®grafo indiscreto ha mostrado que a la hora del coloquio se ayud¨® para orientar sus respuestas de una peque?a chuleta escrita a rotulador en su mano izquierda. En ella se pueden leer las siguientes expresiones: energ¨ªa, impuestos, levantar los ¨¢nimos de los americanos; y tambi¨¦n: recortes presupuestarios, que aparece tachada. El detalle forma parte del encanto que le encuentran sus seguidores, que la consideran "alguien como nosotros, del mundo real", por oposici¨®n a los pol¨ªticos de Washington.

El Tea Party hace referencia al mot¨ªn que se produjo en el puerto de Boston el 16 de diciembre de 1773, cuando se lanz¨® al mar un cargamento de t¨¦ como protesta de los colonos frente a Gran Breta?a, que hab¨ªa gravado en exceso la importaci¨®n de algunos productos, incluyendo esa planta. El acto se considera un precedente de la rebeli¨®n contra la metr¨®poli, y lo que m¨¢s les gusta a los reunidos en Nashville es que el motivo ya fueran los impuestos. El movimiento Tea Party promete recuperar, frente a las maniobras de los pol¨ªticos profesionales, el aut¨¦ntico protagonismo de esos patriotas que el pa¨ªs necesita para defenderse de lo que piensan que encarna Obama, a quien tachan de musulm¨¢n marxista y a quien atribuyen el maligno designio de precipitar a Estados Unidos en el comunismo.

Todo esto, o algo parecido, era lo que ten¨ªa que contar Sarah Palin. No es f¨¢cil formular un diagn¨®stico tan sofisticado. La chuleta era necesaria.