Los premios de la reconciliaci¨®n

La pareja ?lex de la Iglesia y Andreu Buenafuente arrasaron. Si la ceremonia ayer se convirti¨® en una fiesta, fue gracias al talento aunado del presidente de la Academia y al showman, que supo entender lo importante que es el buenrollismo y el humor para que la gente disfrutara en televisi¨®n tanto como en el patio de butacas. Presidiendo el acto, Pen¨¦lope Cruz y Javier Bardem, juntos por primera vez, la pareja oscarizada. Poder¨ªo y presencia en la exaltaci¨®n del celuloide patrio.

"Estamos aqu¨ª para que esta gala sea divertida, para promocionar pel¨ªculas, y que la gente vaya al cine". Las palabras del discurso del presidente de la Academia, ?lex de la Iglesia -debutante en estas labores-, resum¨ªa el sentir de los participantes anoche de la XXIV gala de los Premios Goya, unos galardones que recib¨ªan a sus candidatos con un fr¨ªo glacial. Y amenaza de nieve. "El cine hecho en este pa¨ªs ha vivido en 2009 uno de sus mejores a?os. No s¨®lo por la taquilla. Este a?o nos hemos sentido vivos. M¨¢s vivos que nunca. Somos as¨ª, con desacuerdos y desencuentros, como una imagen grotesca de nuestro propio entorno. Sin embargo, podemos cambiar. Miradme, 35 kilos menos", segu¨ªa el presidente.

Buenafuente us¨® su habitual 'buenrollismo' y su metralleta dial¨¦ctica

La m¨¢s esperada fue Pen¨¦lope Cruz, y su vestido de Gianni Versace

La primera sorpresa fue el premio al mejor secundario para Ra¨²l Ar¨¦valo

El compositor Alberto Iglesias igual¨®, con ocho, el r¨¦cord de 'goyas'

Y en este cambio han contribuido algunos de los filmes candidatos: Celda 211, ?gora, El secreto de sus ojos... Todos han funcionado en taquilla: desde los 11,5 millones de euros del drama carcelario de Daniel Monz¨®n a los 21,5 millones de la vida de Hipatia a trav¨¦s de la mirada de Alejandro Amen¨¢bar, pasando por el mill¨®n de espectadores que han disfrutado y llorado los amores de Juan Jos¨¦ Campanella que han llevado a El secreto de sus ojos a los Oscar.

Buenafuente fusion¨® su estilo humor¨ªstico y la espectacularidad. Entre los efectos especiales de Next Limit, la ¨²nica empresa espa?ola que ha ganado un oscar t¨¦cnico y que jugaron con la idea de la ruptura de las ca?er¨ªas de los ba?os, y la aparici¨®n de Pocoy¨®, uno de los personajes de animaci¨®n m¨¢s populares entre los cr¨ªos, Buenafuente us¨® su metralleta dial¨¦ctica. El showman de Reus atac¨® al m¨¢s puro estilo estadounidense: con v¨ªdeo de introducci¨®n repleto de estrellas y siguiendo con el discurso de bienvenida en el que dio un buen repaso a las estrellas, empezando por la pareja Bardem y Cruz, y terminando con Pancho, el perro de la Loter¨ªa, y Santiago Segura. La influencia de Billy Cristal en Buenafuente marc¨® otras partes de la ceremonia, como la presentaci¨®n de las principales pel¨ªculas en un n¨²mero musical con Secun de la Rosa y Javier Godino. El esp¨ªritu fue de fiesta, de alegr¨ªa

Al cierre de esta edici¨®n Alberto Iglesias se hab¨ªa llevado su octavo Goya, igualando el r¨¦cord del mago de los efectos especiales, Reyes Abades. El compositor donostiarra lo obtuvo con la m¨²sica de Los abrazos rotos. Tambi¨¦n hubo sorpresas al inicio de la ceremonia, con el premio al mejor secundario para Ra¨²l Ar¨¦valo (Gordos), en detrimento del tr¨ªo Ricardo Dar¨ªn (El baile de la Victoria) y Antonio Resines y Carlos Bardem (Celda 211). Poco despu¨¦s, el premio a mejor actriz de reparto fue para Marta Etura por Celda 211.

En la entrada, la m¨¢s esperada fue la candidata al Oscar. Pen¨¦lope Cruz es la reina del cine espa?ol y su vestido de Gianni Versace, de cuando el modisto viv¨ªa, derrot¨® al resto de las candidatas. Unas rivales que, como la espl¨¦ndida Maribel Verd¨², apostaban por el triunfo de Lola Due?as como mejor actriz.

El resto de los equipos parec¨ªa tener muy claro el devenir de la ceremonia. Daniel Monz¨®n, al mando del trasatl¨¢ntico Celda 211 (16 candidaturas), sin embargo no lo ve¨ªa tan claro: "?Que si vamos a sacar el rodillo? No creo, de verdad, todo el mundo me pregunta si estoy nervioso y por culpa de eso me va a empezar el tembleque".

Fuera los chillidos arreciaban. Al principio, porque entraba Mario Casas, y posteriormente porque el comit¨¦ de empresa de TVE protestaba contra la externalizaci¨®n de algunos servicios, como el de iluminaci¨®n, en un gala que se retransmit¨ªa por esa cadena. Junto a los sindicatos tambi¨¦n se plant¨® una plataforma denominada Clases Medias, que protestaba "contra el lujo que usan los actores y sus subvenciones". ?lex de la Iglesia prefiri¨® contemporizar: "Ah, ?no sab¨¦is que les pagamos nosotros? Tenemos que tener pol¨¦mica". Jordi Moll¨¢, a quien llegaron a gritarle "hijo de puta", les devolvi¨® un "Que Dios os bendiga".