M¨¢s risas
El entrevistador le pregunta al pol¨ªtico: "?Usted que prometi¨® construir 80 millones de viviendas de protecci¨®n oficial en el ¨¢rea metropolitana de Londres y que despu¨¦s de cuatro a?os ni tan s¨®lo ha construido tres, se siente un poco decepcionado?". Y el pol¨ªtico responde: "No, en absoluto. Y adem¨¢s, si quiere le puedo dar una respuesta emitiendo sonidos guturales rar¨ªsimos que s¨¦ hacer". Este di¨¢logo, absurdo pero de gran realismo si uno piensa en c¨®mo los pol¨ªticos torean las preguntas comprometidas sin sonrojo, es un extracto del m¨ªtico programa de televisi¨®n de la BBC Monty Python Flying Circus. En el Plus siguen emitiendo el documental en seis partes sobre la vida creativa del grupo de humor, algo que han llamado La versi¨®n de los abogados, porque en sus declaraciones late un pacto de no agresi¨®n.
Fueron gente variopinta salida de la universidad, capaz de crear una obra de conjunto que perdura en el tiempo, sin renunciar ninguno de ellos a las particularidades de su car¨¢cter. Son supervivientes de la mejor ¨¦poca de la televisi¨®n inglesa, donde continuaban el trabajo de otros genios como Spike Milligan, cuando la televisi¨®n exprim¨ªa sus posibilidades creativas. Cimentaron la idea definitiva de eso que se llama humor ingl¨¦s y que consiste en una sucesi¨®n de afilada inteligencia pasada por la batidora del dada¨ªsmo.
En general, uno siempre tiende a la melancol¨ªa cuando menciona la BBC. Los freudianos dir¨ªan que es envidia de tele. Sabemos por las declaraciones de los Monty Python que su relaci¨®n con la cadena p¨²blica brit¨¢nica no fue un camino de rosas, sino que las espinas m¨¢s afiladas ten¨ªan el nombre de censura, correcci¨®n pol¨ªtica e incomprensi¨®n, pero al menos se les permit¨ªa trabajar desde el surrealismo, el absurdo y el zarandeo de todas las ideas adquiridas. Los fan¨¢ticos del grupo siguen rememorando los mejores hallazgos, desde los concursos para resumir las obras de Proust en 15 segundos hasta la Marat¨®n para incontinentes o el Ministerio de andares rid¨ªculos, pero lo m¨¢s contundente sigue siendo pensar en un canal p¨²blico que permiti¨® el nacimiento de una gran generaci¨®n de dramaturgos, de cineastas, de actores y de c¨®micos que se convertir¨ªan en la mayor riqueza exportable del Reino Unido, en una bandera del pa¨ªs que no deja de ondear tantos a?os despu¨¦s.
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