"La Universitat de Val¨¨ncia ha ganado mucho en autoestima"
Son las ¨²ltimas semanas de Francisco Tom¨¢s (Valencia, 1943) al frente de la Universitat de Val¨¨ncia. Fue elegido en 2002 y su relevo saldr¨¢ probablemente de la segunda vuelta de las elecciones del 2 de marzo a las que concurren cuatro candidatos, n¨²mero nunca visto que, aunque no lo reconozca, le preocupa. Tom¨¢s se hizo cargo de una universidad refundada por sus dos antecesores sobre la que tambi¨¦n deja su huella.
Pregunta. Su objetivo de conectar la universidad y el mundo productivo no ha acabado de cuajar.
Respuesta. Las relaciones con el mundo empresarial vienen condicionadas por las caracter¨ªsticas de las empresas. Y a diferencia de otros pa¨ªses, en nuestro entorno el n¨²mero de empresas de tecnolog¨ªa media y alta es escaso. As¨ª es dif¨ªcil que universidades poderosas en la generaci¨®n de conocimiento logren la conexi¨®n. Por otro lado, la cultura empresarial valenciana es muy competitiva entre las empresas, y eso no hace f¨¢cil crear consorcios, asociaciones, grupos en condiciones de hacer una demanda s¨®lida de servicios a la Universidad. Queda mucho por hacer en comunicaci¨®n. No institucional, que se est¨¢ haciendo, sino en la comunicaci¨®n real entre la actividad empresarial y la investigadora.
"Podemos contribuir a generar empresas nuevas y ayudar a las que ya existen"
"En mi mandato no hemos renunciado a nuestros criterios y valores"
P. A veces las universidades valencianas parecen extraterrestres investigando en neurociencias y detecci¨®n de rayos c¨®smicos en un contexto empresarial que no est¨¢ precisamente a eso.
R. Yo no ser¨ªa tan exagerado, pero es as¨ª. Una universidad de Frankfort o de Bonn, est¨¢ a la orilla del Rin, con todo el sector industrial que hay all¨ª. Nosotros no s¨®lo no lo tenemos, sino que se ha producido una p¨¦rdida de industrializaci¨®n en el Pa¨ªs Valenciano. Pero desde el conocimiento se pueden generar actividades empresariales novedosas.
P. ?Por ejemplo?
R. Por ejemplo, en alimentaci¨®n. Ah¨ª tienen much¨ªsimo que hacer las universidades. Otro caso: nosotros hacemos experimentos aqu¨ª, en Ginebra, en muchos lugares, y necesitamos un apoyo tecnol¨®gico pr¨®ximo. Podr¨ªamos dar trabajo a empresas de tecnolog¨ªa media y alta que, aprovechando nuestro tir¨®n, ampliaran su actividad. No s¨®lo hemos de aceptar el tejido empresarial como es y la Universidad como es, sino plantearnos retos de futuro, cambios de l¨ªneas de producci¨®n.
P. ?Y para las empresas que realmente existen?
R. En el sector productivo valenciano, que ha sido esencialmente manufacturero, tambi¨¦n se puede entrar. Pero por otro lado. Se puede entrar por gesti¨®n de personal, t¨¦cnicas de marketing, distribuci¨®n, log¨ªstica, exploraci¨®n de nuevos productos... que tambi¨¦n hacen falta. Esa es una de las virtudes de la universidad, que no s¨®lo se dedica a hacer tecnolog¨ªa punta.
P. ?Qu¨¦ ha sido lo mejor de sus ocho a?os de mandato?
R. Me marcho contento, nunca satisfecho, porque he encontrado una gran sinton¨ªa con la comunidad universitaria, los equipos rectorales y las autoridades acad¨¦micas. Creo que la Universitat de Val¨¨ncia ha ganado mucho en autoestima gracias a que much¨ªsimos universitarios se han puesto en la situaci¨®n de trabajar por su instituci¨®n y por la sociedad. El n¨²mero de cooperaciones con entidades p¨²blicas y privadas, empresas, contratos, investigaciones... ha crecido y no para de crecer. Hemos procurado tambi¨¦n instalaciones. Magisterio, Ciencias Sociales, Escuela de Ingenier¨ªa... Algunos piensan que las construcciones son el elemento de referencia, pero s¨®lo se justifican si se adaptan a las nuevas formas de aprender y ense?ar.
P. ?Y lo peor?
R. Los malos sabores de boca son afortunadamente moment¨¢neos. No tengo ninguna factura pendiente. Me hubiera gustado implantar Veterinaria, haber promovido m¨¢s servicios sociales para la comunidad. Lugares de esparcimiento, residencias para el personal retirado, mejorar la calidad de vida en el campus. No hemos podido, en parte, porque nuestra universidad es urbana y carecemos de un campus ¨²nico.
P. D¨ªgame algo que la Generalitat haya hecho bien en pol¨ªtica universitaria en estos a?os.
R. Pienso que ha proporcionado un marco presupuestario adecuado para la universidad de esta d¨¦cada. Las dificultades econ¨®micas se han producido al traducir ese marco presupuestario en la tesorer¨ªa real.
P. ?Perjudicaba a la universidad el perfil pol¨ªtico que ten¨ªa cuando usted lleg¨® al rectorado?
R. Una de las cosas que definen a la universidad europea es su independencia y su esp¨ªritu cr¨ªtico, elementos no suficientemente valorados por la sociedad y las instituciones valencianas. La universidad ha defendido dentro de sus criterios de autonom¨ªa posiciones que consideraba adecuadas a las condiciones de nuestro pa¨ªs y nuestra ciudad. Y no siempre han estado en sinton¨ªa con lo que las autoridades que nos gobernaban o grupos importantes de la sociedad pensaban.
P. Caso de la lengua.
R. S¨ª. En general la universidad no acepta ser dirigida, y por eso a veces hemos tenido desencuentros. En mi mandato la universidad no ha renunciado a nada. Ha mantenido su criterio y ha propiciado la defensa de los valores que la informan pero con todo, si se me permite, hay diferentes modos de hacerlo. La universidad nunca se ha planteado el conflicto, simplemente se ha encontrado problemas. Por otro lado, la sociedad valenciana es cada vez m¨¢s madura desde el punto de vista democr¨¢tico, y eso hace que los problemas se queden en su justo marco y no se magnifiquen.
P. A la universidad se le acusa de consentir una corrupci¨®n de baja intensidad, incluso se ha escrito alg¨²n libro sobre el tema. ?Qu¨¦ opina?
R. No podemos olvidar la condici¨®n humana de las personas que formamos las instituciones. Cuando se habla de corrupci¨®n se suele hablar de endogamia: la gente no se mueve, no cambia de universidad. Pero en los ¨²ltimos a?os en Espa?a ha habido una gran oferta de puestos acad¨¦micos, que ha motivado que cada quien se haya podido quedar en su universidad de origen. ?Eso es malo, bueno o indiferente? Mi respuesta es que es indiferente.
P. Pero es bueno que los universitarios salgan.
R. S¨ª, pero tampoco es malo que consoliden su posici¨®n en una universidad pr¨®xima a sus familias. Sobre si eso se ha hecho manipulando tribunales, yo creo que tampoco es verdad. Los tribunales de la ¨¦poca en que yo era opositor tampoco eran dise?ados por el dedo divino... Las universidades aplican leyes que cada vez les traspasan m¨¢s decisiones que antes se tomaban en Madrid.
P. ?Es malo que haya cuatro candidatos a sucederle?
R. Tiene cosas positivas. Significa que hay personas dispuestas a asumir la responsabilidad que han tenido una referencia, para bien o para mal, en lo que he hecho. Esperar a una segunda vuelta no me gusta, pero no digo que sea negativo o positivo.
P. Cuentan que siempre quiso ser rector de la universidad. ?Ha valido la pena?
R. S¨ª, claro. Es verdad que hay d¨ªas en que te sientes solo ante las dificultades, porque la responsabilidad es ¨²nica, pero se superan. Nunca quise ser rector por ambici¨®n, pero hay que tener la voluntad de querer serlo. S¨®lo hay un matiz, y es el sacrificio personal que supone, no s¨®lo del rector sino de las personas que viven con ¨¦l.
P. Las relaciones con la Universidad Polit¨¦cnica de Valencia parec¨ªan haber mejorado cuando el campus de excelencia las puso a prueba y result¨® que no marchaban tan bien. ?C¨®mo las ve ahora?
R. Est¨¢n mejor. Las relaciones se desarrollan a buen ritmo. En este momento una comisi¨®n mixta est¨¢ redefiniendo el proyecto de campus de excelencia y yo tengo una buena relaci¨®n personal con el rector [de la Polit¨¦cnica] Juan Juli¨¢. Pero las relaciones son m¨¢s intensas porque cada vez hay m¨¢s grupos de trabajo que coordinan sus investigaciones. El consorcio de la ESA (Agencia Espacial Europea) es un buen ejemplo.
Inauguraci¨®n y protesta
El rector de la Universitat de Val¨¨ncia inaugur¨® ayer la nueva Escuela de Magisterio, enclavada en la ampliaci¨®n del campus de Tarongers, dise?ada por el arquitecto Juan A?¨®n, que ocupa 25.000 metros cuadrados y ha costado 27,7 millones de euros. El centro sustituye a la vieja escuela, levantada cerca del Palau de les Arts, cuya falta de espacio (parte de las clases se daban en barracones instalados en el patio) y problemas de estructura (tuvo que ser apuntalada) han padecido varias promociones de maestros.
El acto estuvo marcado, sin embargo, por la protesta de m¨¢s de un centenar de alumnos del master de profesor de Secundaria, que sustituye al CAP (Curso de Aptitud Pedag¨®gica). Los estudiantes denunciaron que el master est¨¢ resultando ca¨®tico, entre otras cosas, por la falta de informaci¨®n, los cambios de espacios, y la imposibilidad de compatibilizar el t¨ªtulo con el trabajo. Fuentes de la universidad afirmaron que los problemas eran en parte consecuencia del estreno y que estaban trabajando para solucionarlos.
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