Papeles para la inocencia del poeta
Seguidores de Miguel Hern¨¢ndez recaban pruebas para la nulidad de su pena
La condena a muerte de Miguel Hern¨¢ndez, dictada por el r¨¦gimen franquista, sigue vigente siete d¨¦cadas despu¨¦s. El centenario del nacimiento del poeta m¨¢s universal que dio Alicante se celebrar¨¢ este a?o con este pesado lastre judicial. Salvo que el Tribunal Supremo admita un recurso de revisi¨®n y nulidad de la condena.
"El tema no es f¨¢cil, no hay precedentes. La ley es muy estricta para abrir paso a la revisi¨®n de condenas, pero con Miguel Hern¨¢ndez tenemos esperanzas fundadas y puntos a favor", apunta Carlos Candela, el abogado que asesora a la Comisi¨®n C¨ªvica para la Recuperaci¨®n de la Memoria Hist¨®rica, colectivo que apoya a los familiares en esta ardua batalla jur¨ªdica.
El primer objetivo del colectivo y de la familia, que es la que debe personarse ante el Supremo, es hacer acopio del mayor n¨²mero de avales posibles. Los avales eran documentos oficiales de personas influyentes en el franquismo que certificaban ante el r¨¦gimen la buena conducta de los condenados o de los encarcelados. Documentos que en su d¨ªa se emitieron pero que no se tuvieron en cuenta en las diligencias de juicio sumar¨ªsimo al poeta.
"El fiscal general deber¨ªa valorar el caso y presentar un recurso de nulidad"
En el juicio contra Miguel Hern¨¢ndez se tiene constancia de un aval presentado por el abogado Juan Bellod, secretario provincial de Milicia y de las Jons de Valencia, en el que se refiere al poeta como "persona de inmejorables antecedentes, generosos sentimientos y honda formaci¨®n religiosa y humana". Bellod atribuye el contenido de su poes¨ªa a "su excesiva sensibilidad y temperamento po¨¦tico" y a que es "f¨¢cilmente influenciable por conocimientos y personas". El abogado garantiza "plenamente su conducta y actuaci¨®n, as¨ª como su fervor patri¨®tico y religioso", y no considera al poeta "capaz de haber intervenido en hecho delictivo alguno". Otro aval, in¨¦dito y que se acaba de localizar, lo firma el escritor Jos¨¦ Mar¨ªa de Coss¨ªo, y tambi¨¦n se tienen noticias de otro firmado por Luis Almarcha, can¨®nigo de Orihuela y obispo en Le¨®n. En una carta del 22 de agosto del poeta a su mujer, Josefina Manresa, explica: "He recibido un certificado de Luis Almarcha. No es gran cosa lo que dice, pero servir¨¢ a mi abogado defensor probablemente". Y otro testimonio es del cardenal franc¨¦s Baudrillard, que en un encuentro con Pablo Neruda, seg¨²n relata en sus propias memorias, le habl¨® de su amigo encarcelado Miguel Hern¨¢ndez. El cardenal se comprometi¨® a escribir a Franco. "No sabemos si se lleg¨® a escribir o d¨®nde est¨¢ esta carta", admite el periodista Enrique Cerd¨¢n Tato, miembro de la Comisi¨®n C¨ªvica. "Pero es evidente que habr¨¢ m¨¢s avales que certifiquen la buena actitud del poeta", apunta Candela. Los documentos que servir¨ªan para anular la pena al poeta pueden estar en cualquier parte. De momento, han empezado a buscar en los archivos de la Fundaci¨®n Francisco Franco, en el Museo Jos¨¦ Mar¨ªa de Coss¨ªo (Cantabria), en la catedral de Le¨®n, en la Fundaci¨®n Miguel Hern¨¢ndez de Orihuela y en el Archivo Municipal de Elche, donde est¨¢ su legado pesonal.
El 18 de enero de 1939 el poeta Miguel Hern¨¢ndez fue juzgado y condenado a muerte por un tribunal militar. Su delito, para el r¨¦gimen franquista, fue escribir versos, convertirse en el poeta del pueblo y ser republicano. Seis meses despu¨¦s y con el peso durante todo ese tiempo de estar condenado a muerte, el 25 de julio, Franco conmut¨® esta pena por 30 a?os de c¨¢rcel. El poeta jam¨¢s confes¨® a su mujer que fue condenado a muerte; la versi¨®n familiar era que estaba encarcelado para 12 a?os. Miguel Hern¨¢ndez muri¨® cumpliendo esta condena, que est¨¢ vigente precisamente cuando todas las instituciones se preparan para celebrar por todo lo alto su centenario.
Para evitar que esto suceda, los herederos del poeta, encabezados por Luc¨ªa Izquierdo, la nuera y representante legal, y los miembros de la Comisi¨®n C¨ªvica de Alicante, han empezado a preparar un recurso que presentar¨¢n ante el Supremo, que hasta ahora ha rechazado todas las peticiones de revisi¨®n de penas franquistas. "El problema es que se presentaban como apelaci¨®n. Nosotros intentamos presentar pruebas nuevas que acrediten que los fundamentos de la sentencia no son ciertos", explica Candela respecto a las peticiones que han sido rechazadas.
Sin embargo, en el caso del proceso sumar¨ªsimo contra Miguel Hern¨¢ndez hay algunas nuevas pruebas que podr¨ªan servir para probar su inocencia. "La ventaja que tenemos es que hay mucha documentaci¨®n sobre el poeta, se guardaron casi todos los papeles", agrega Candela. "Llevamos cuatro meses buscando cartas, documentos y papeles in¨¦ditos que acrediten que el poeta del pueblo no mat¨® a nadie, no hizo da?o a nadie, y s¨®lo se dedic¨® a escribir", explica Cerd¨¢n Tato.
Con todo, la Comisi¨®n C¨ªvica y la familia ya han ganado una primera batalla en pos de la recuperaci¨®n de la memoria el escritor. El Ministerio de Justicia aprobar¨¢ de manera "inminente" el expediente 09-000-785 de "reparaci¨®n y rehabilitaci¨®n" de la memoria de Miguel Hern¨¢ndez, que contempla el art¨ªculo 4 de la Ley de Memoria Hist¨®rica. "Pero esa reparaci¨®n es insuficiente, debemos conseguir anular una sentencia peregrina e injusta", a?ade Cerd¨¢n Tato. "Es importante que el Gobierno haga p¨²blica su complicidad con la inocencia del poeta. El fiscal general del Estado deber¨ªa estudiar, valorar y presentar un recurso de nulidad", apunta Manuel Parra, tambi¨¦n miembro de la Comisi¨®n.
Recuperar la dignidad
El caso del poeta Miguel Hern¨¢ndez no es ¨²nico. Otros alicantinos que fueron condenados y perseguidos por el franquismo empiezan a recuperar su dignidad gracias a la Ley de la Memoria Hist¨®rica. Ese es el caso de Miguel Villalta, fusilado el 18 de diciembre de 1942 en las proximidades del actual cuartel de Rabassa. El juez de instrucci¨®n, abogado y diputado socialista entre 1936 y 1939 fue acusado de un delito de adhesi¨®n a la rebeli¨®n.
El catedr¨¢tico de Historia Contempor¨¢nea de la Universidad de Alicante Glicerio S¨¢nchez, lamenta "el conjunto de maldades" que sus enemigos proyectaron sobre ¨¦l, y cita como ejemplo la cr¨®nica sobre su detenci¨®n del diario Informaci¨®n del 28 de octubre de 1942: "Miguel Villalta, bien tristemente conocido en Alicante, pertenec¨ªa a la Judicatura de la cual fue expulsado, se dedic¨® a la pol¨ªtica, en la cual encontr¨® ancho campo para codicias e inmoralidades... Est¨¢ acusado de haber controlado diversas brigadillas de milicianos de las que se dedicaban a practicar detenciones y asesinatos...". Su padre, Francisco Villalta, tambi¨¦n fue encarcelado, y muri¨® entre rejas a los 70 a?os. Elisa Villalta se dirigi¨® al Ministerio de Justicia y en julio pasado recibi¨® sendas declaraciones de reparaci¨®n y reconocimiento personal de su t¨ªo carnal y su abuelo. "Ahora ellos recuperan la imagen de honradez que las autoridades y prensa franquista les hab¨ªan arrebatado", apunta S¨¢nchez.
El comisario del centenario del poeta, el profesor de literatura Jos¨¦ Carlos Rovira tambi¨¦n padeci¨® "persecuci¨®n y prisi¨®n por razones pol¨ªticas, siendo injustamente condenado". Y el 9 de junio el ministro de Justicia exped¨ªa a su favor una declaraci¨®n de reparaci¨®n y reconocimiento personal.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.