Ser o no ser

?Corregir el d¨¦ficit y castigar la reactivaci¨®n? That is the question. El Gobierno est¨¢ entre la espada de los mercados internacionales y la pared de la amenaza de la huelga general y, probablemente, de la condena a los infiernos de la oposici¨®n. Las econom¨ªas occidentales, con medidas de est¨ªmulo fiscal, han evitado que lo que iba para gran depresi¨®n se quedara en gran recesi¨®n. Para evitar la depresi¨®n y amortiguar los costes sociales se ha generado un d¨¦ficit p¨²blico monstruoso, que s¨®lo se reducir¨¢ con medidas valientes e inc¨®modas que acompa?en el esfuerzo individual, con medidas impopulares. La subida de impuestos es una opci¨®n, pero puede lastrar una recuperaci¨®n que de por s¨ª aparece l¨¢nguida e incluso retr¨¢ctil en alg¨²n pa¨ªs vecino.

La credibilidad para pedir sacrificios depender¨¢ de los que haga la Administraci¨®n y del ejemplo que d¨¦

Pero s¨®lo los mensajes cre¨ªbles de firmeza en la reducci¨®n del d¨¦ficit podr¨¢n evitar los vaivenes de los mercados, que hace unas semanas hicieron temblar todav¨ªa m¨¢s la econom¨ªa espa?ola. Las turbulencias son capaces de empeorar la situaci¨®n haciendo m¨¢s cara la deuda espa?ola, que acabar¨ªan tambi¨¦n pagando los ciudadanos. Si el term¨®metro de la solvencia de Espa?a en los mercados es la capacidad de colocar deuda del Estado a 10 a?os, Espa?a ha estabilizado el diferencial con el bono alem¨¢n y ha recuperado confianza. Tambi¨¦n ayuda que la Biblia liberal, el Financia Times, comprara las explicaciones de Econom¨ªa. Salgado cumpli¨® su misi¨®n de dar credibilidad a un plan incre¨ªble que prev¨¦ un ajuste draconiano que llevar¨ªa el d¨¦ficit del 11,4% al 3% en 2013.

Reducir el gasto sin un mot¨ªn en Catalu?a y en Espa?a pasa por no tomar a los ciudadanos por menores de edad, por ser cre¨ªbles y pedir sacrificios equitativos. Xavier Vives, economista de reconocimiento internacional de IESE, considera que ser¨¢ dif¨ªcil el recorte previsto de 50.000 millones de euros sin atacar la "ineficacia" del sistema p¨²blico.

La credibilidad para pedir sacrificios depender¨¢ de los que haga la Administraci¨®n y de su comportamiento ejemplarizante. Si los sacrificios pasan por contener o reducir las rentas, podr¨ªamos empezar por aquellos que no sufren los efectos de la incertidumbre del mercado. La ministra de Econom¨ªa ha anunciado que s¨®lo renovar¨¢ uno de cada 10 funcionarios. Pero el pacto salarial de De la Vega, que prev¨¦ el incremento del 0,3% para este a?o, garantiza la paz a costa de emitir el mensaje equivocado al resto de la poblaci¨®n. Adelgazar la Administraci¨®n espa?ola deber¨ªa ser un objetivo prioritario en un pa¨ªs con 2.659.010 funcionarios donde se duplican trabajos entre los diversos niveles de la Administraci¨®n (Catalu?a tiene m¨¢s de 163.000 y Andaluc¨ªa m¨¢s de 257.000, seg¨²n datos del Ministerio de Administraciones P¨²blicas). Si la arquitectura auton¨®mica no es suficiente para convencer a los defensores del Estado de evitar la redundancia de algunos departamentos con los Gobiernos aut¨®nomos, podr¨ªan aplicar el principio de subsidiariedad que reclaman a Europa cuando defienden la cercan¨ªa de la toma de decisiones. La Administraci¨®n espa?ola y catalana no destaca por su eficiencia. S¨ª, en cambio, por ser la cantera de la clase pol¨ªtica. El origen de los parlamentarios en Espa?a (72%) es el sector p¨²blico y en Catalu?a son el 68%. En cambio, en la Asamblea Nacional francesa son el 50%, y el 46% en la C¨¢mara de los Comunes, seg¨²n datos de La dictadura de la incompet¨¨ncia, de Xavier Roig.

El Gobierno catal¨¢n ha anunciado la creaci¨®n de una comisi¨®n para la racionalizaci¨®n y simplificaci¨®n de la estructura de su sector p¨²blico. De momento s¨®lo ha nombrado a cuatro expertos reconocidos, que dentro de tres meses presentar¨¢n su propuesta. Entre ellos, ni un solo economista.

El consejero de Econom¨ªa hizo ayer un an¨¢lisis valiente de la situaci¨®n econ¨®mica y de la necesidad de una acci¨®n decidida para recuperar competitividad y huir del fantasma de una recuperaci¨®n "¨¢tona" incapaz de crear empleo. Cit¨® a Churchill -que es como un Armani, siempre queda bien- y a Fuentes Quintana para defender que es la "hora de la pol¨ªtica" y que es ¨¦sta la que debe hacer posible lo econ¨®micamente necesario a la vez que toda decisi¨®n econ¨®mica contiene una perspectiva pol¨ªtica. Podr¨ªamos recordar que Fuentes Quintana tuvo ¨¦xito por el apoyo de los pragm¨¢ticos. Castells fue cauteloso y a la vez claro. Record¨® que los pol¨ªticos saben qu¨¦ es lo que tienen que hacer, que lo dif¨ªcil es saber ganar despu¨¦s las elecciones. Pues eso, los ciudadanos son mayores de edad.