Rollo de papel continuo
Aunque escriba, como todos, en ordenador, la imagen que da Arturo P¨¦rez-Reverte cuando, como en este caso, le re¨²nen -el cr¨ªtico Jos¨¦ Luis Mart¨ªn Nogales- un tan numeroso pu?ado de art¨ªculos, es de escribir en una vieja m¨¢quina, s¨®lida como un barco de guerra antiguo, en rollo de papel continuo, de aquellos de teletipo que conoci¨® el joven Reverte en las redacciones de anta?o. APR colabora desde hace muchos a?os en El Semanal, el dominical color¨ªn de un buen n¨²mero de peri¨®dicos de todas las Espa?as. "Escribo con tanta libertad que me sorprendo que me dejen", confiesa, y con esa misma libertad le leemos, sin tener por qu¨¦ estar de acuerdo en todo, pues si con nada ni con nadie se puede estar siempre de acuerdo en todo, ya me dir¨¢n con este espadach¨ªn de contundente acero toledano que da mandobles aqu¨ª y all¨¢, desventra pellejos de falsas crianzas y mantea todo lo manteable con la sola fuerza de sus encolerizadas manos y recurriendo de pa?o a esta vieja piel de toro, llena de costurones y manchas de sangre reseca, y casi todo, en el teatrillo nacional, es objeto de zarandeo. Haberle le¨ªdo antes, el que lector suyo semanal se confiese, te permite hacer una pausa, respirar, compartir opini¨®n o disentir de ella; otra cosa es -y he descubierto que resulta placentero- leerlos de corrido, con rollo de papel continuo, p¨¢gina a p¨¢gina, denuesto a denuesto, los dos centenares. ?Denuesto a denuesto? Maticemos. A m¨ª me parece espl¨¦ndido, por ejemplo, el art¨ªculo -casi un relato- del atracador de un euro en C¨¢diz; me parece que cuando escribe -sin ser cr¨ªtico literario, advierte, y atraviesa con su acero a Umbral, pero tambi¨¦n a "un tal Garc¨ªa-Posada": qui¨¦n sabe qu¨¦ factura se cobr¨® ese domingo- sobre Scott Fitzgerald le brillan -especialmente- los ojos. Y, desde luego, cuando sale a la mar: en estos casos, sus y a ellos, pardiez: expresi¨®n esta ¨²ltima inusual en el periodismo del siglo XXI, que la tengo anotada en la p¨¢gina 178. Le brillan los ojos, s¨ª, si habla de barcos -fantasmas o no-, de almirantes, de h¨¦roes de Trafalgar. Este lector no tiene pariente pr¨®ximo ni en la clase pol¨ªtica (?no!), ni en el funcionariado (creo), ni (desde luego) en las taifas auton¨®micas, pero con estos colectivos no deja t¨ªtere con cabeza, ni con los cantama?anas, ni con los ti?alpas, ni con todo lo que es "socialmente correcto". Contra todo esto, a deg¨¹ello. Con un par, y en un excelente espa?ol, de mucho unte y sustancia. APR.
Cuando ¨¦ramos honrados mercenarios. Art¨ªculos 2005-2009
Arturo P¨¦rez-Reverte
Alfaguara. Madrid, 2009
625 p¨¢ginas. 18 euros
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