Las grandes potencias empiezan a discutir sanciones de la ONU a Teher¨¢n

Los principales pa¨ªses involucrados en las negociaciones con Ir¨¢n, con Estados Unidos, Francia y el Reino Unido a la cabeza, han comenzado consultas para la aprobaci¨®n en las pr¨®ximas semanas en el Consejo de Seguridad de la ONU de nuevas y contundentes sanciones contra el r¨¦gimen isl¨¢mico por la ocultaci¨®n de su programa nuclear. Aunque no se ha redactado a¨²n una resoluci¨®n, Washington quiere acelerar el proceso e intenta que sea aprobada por unanimidad, con el prop¨®sito de hacer m¨¢s patente el aislamiento internacional de Ir¨¢n.

Los tres aliados occidentales expusieron por primera vez a finales de la semana pasada a sus colegas en el Consejo de Seguridad que hab¨ªa llegado la hora de adoptar "medidas eficaces" para contener las ambiciones nucleares de Ir¨¢n. "Debemos aprobar sanciones que demuestren al r¨¦gimen que los costes de su programa nuclear exceden ampliamente a sus beneficios", declar¨® el embajador brit¨¢nico, Mark Lyall Grant.

China, Brasil, Turqu¨ªa y L¨ªbano se resisten todav¨ªa a la mano dura

La embajadora de EE UU, Susan Rice, manifest¨® posteriormente que, antes de la votaci¨®n en el Consejo, tratar¨ªa de conseguirse un texto de consenso entre el grupo conocido como P5+1 -los cinco miembros permanentes m¨¢s Alemania-, el mismo que ha negociado sin ¨¦xito durante meses con Ir¨¢n diversas alternativas a su programa nuclear. "Todos estamos de acuerdo en que es fundamental que Ir¨¢n no llegue a tener capacidad de construir armas nucleares", ha declarado Rice.

El ministro ruso de Relaciones Exteriores, Serguei Lavrov, confirm¨® ayer que el sexteto ha comenzado a discutir la resoluci¨®n, aunque todav¨ªa no hay acuerdo sobre un borrador, en el que deber¨ªan tomarse todas las precauciones, seg¨²n ¨¦l, "para no crear problemas a la poblaci¨®n civil".

La aprobaci¨®n urgente de sanciones fue solicitada tambi¨¦n el lunes al secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, por el vicecanciller israel¨ª, Silvan Shalom, quien advirti¨® que "los iran¨ªes nunca abandonar¨¢n su sue?o de convertirse en una potencia nuclear", y pidi¨® que la resoluci¨®n cree una lista negra con los 300 miembros de la Guardia Revolucionaria que supuestamente controlan el programa nuclear.

Para EE UU, la gesti¨®n en Naciones Unidas respecto a Ir¨¢n resulta crucial porque en ella est¨¢ en juego no s¨®lo la capacidad de hacer frente a las amenazas iran¨ªes, sino su pol¨ªtica de acercamiento al mundo ¨¢rabe e isl¨¢mico y la ¨²ltima posibilidad quiz¨¢ de contener una acci¨®n militar unilateral por parte de Israel.

Por esas razones, el presidente Barack Obama desea el respaldo un¨¢nime a las sanciones y la diplomacia norteamericana se est¨¢ moviendo muy intensamente en la consecuci¨®n de ese prop¨®sito. Los obst¨¢culos, no obstante, son todav¨ªa considerables, tanto de parte de algunos de los pa¨ªses que integran el Consejo de forma rotatoria como de un pa¨ªs con derecho de veto, China, que quiere dar m¨¢s tiempo al di¨¢logo.

El Gobierno chino tiene tantos motivos para votar a favor como en contra de las sanciones. Washington est¨¢ llevando esa negociaci¨®n de forma muy cuidadosa, puesto que est¨¢ vinculada a otros elementos delicados de sus relaciones bilaterales (Taiwan, T¨ªbet, econom¨ªa, clima, etc¨¦tera), pero conf¨ªa en que, finalmente, China renunciar¨¢ al veto.

Para acumular argumentos ante China, EE UU quiere evitar cualquier otro voto negativo. Tres de los actuales integrantes del Consejo ofrecen todav¨ªa resistencia: Brasil, Turqu¨ªa y L¨ªbano. El presidente Lula le dijo la semana pasada a Hillary Clinton que hab¨ªa que seguir negociando con Ir¨¢n. Turqu¨ªa est¨¢ molesta por la votaci¨®n del Comit¨¦ de Relaciones Exteriores de la C¨¢mara de Representantes sobre el genocidio en Armenia. L¨ªbano depende en gran parte de la posici¨®n de Siria, a quien Washington ha tratado de ablandar con el anuncio del env¨ªo de un embajador.