Algo se mueve en la corte del fara¨®n
La enfermedad del presidente de Egipto, Hosni Mubarak, reabre el debate de su sucesi¨®n - El Baradei, ex director del OIEA, se perfila como s¨ªmbolo del cambio
Mientras Hosni Mubarak, presidente de Egipto, se recupera de la operaci¨®n de ves¨ªcula a la que fue sometido el pasado s¨¢bado en Alemania, en sus dominios y en la comunidad internacional las lenguas se han disparado pregunt¨¢ndose por el futuro pol¨ªtico de un pa¨ªs que el convaleciente, de 81 a?os, ha gobernado las ¨²ltimas tres d¨¦cadas. El debate sobre su sucesi¨®n (no tiene vicepresidente) lleva a?os abierto debido a su avanzada edad y los rumores sobre su salud hacen balancearse la Bolsa de El Cairo.
La amenaza de la inestabilidad se cierne sobre la regi¨®n. Nadie sabe a ciencia cierta si Mubarak concurrir¨¢ a las elecciones presidenciales de 2011 en busca de un sexto mandato consecutivo. Las quinielas se han abierto despu¨¦s de que en 2005 se celebraran por primera vez unos comicios con varios candidatos. A pesar de mantener al pueblo egipcio desde hace 29 a?os bajo una dictadura disfrazada de democracia (votantes acosados, cierre de colegios electorales y c¨¢rcel para los oponentes pol¨ªticos), Mubarak goza del apoyo del mundo occidental gracias a su ret¨®rica de pa¨ªs ¨¢rabe moderado. Pero Egipto est¨¢ rodeado de gobernantes que se perpet¨²an en el poder mediante dinast¨ªas, como la familia Assad, en Siria, o los Gaddafi en Libia.
"Si el problema es el 'entrenador', habr¨¢ que cambiarlo", dice el escritor Al Aswany
El 20% de los 80 millones de habitantes que tiene Egipto vive por debajo del umbral de la pobreza. Hay deseos de cambio, aunque las actuales normas electorales hacen casi imposible presentar una alternativa de poder sin contar con el Partido Democr¨¢tico Nacional (PDN), que dirige Mubarak. El rais barri¨® en las urnas en 2005 con el 88,6% de los sufragios.
La principal apuesta de sucesi¨®n es su hijo Gamal, un ex banquero de 46 a?os que ha ganado peso en el partido gobernante. Gamal Mubarak, jefe de la secretar¨ªa pol¨ªtica del PDN, y sus aliados en puestos clave del Gabinete han dise?ado medidas de liberalizaci¨®n de la econom¨ªa elogiadas por los inversores internacionales.
Omar Suleiman, jefe de los servicios secretos egipcios y hombre clave en la mediaci¨®n entre israel¨ªes y palestinos, es una figura principal en la pol¨ªtica exterior egipcia. Estar¨ªa tambi¨¦n bien situado entre los presidenciables bien vistos para quienes defienden una alternativa surgida desde el Ej¨¦rcito.
Ayman Nour, que desafi¨® a Mubarak en los comicios de 2005 y que fue despu¨¦s encarcelado, aspira a ser tambi¨¦n el candidato de la oposici¨®n. Pero si hay alguien que goza del benepl¨¢cito de un n¨²mero cada vez m¨¢s alto de egipcios es el ex director de la Organizaci¨®n Internacional para la Energ¨ªa At¨®mica (OIEA) y premio Nobel de la Paz, Mohamed el Baradei. Tras casi tres d¨¦cadas viviendo fuera del pa¨ªs, El Baradei, de 67 a?os, se perfila como el icono del cambio en Egipto. Aunque a¨²n no ha reconocido formalmente si se presentar¨¢ a las elecciones, asegura que en cualquier caso lo har¨ªa como independiente, lo que no es factible con la actual legislaci¨®n.
El novelista Alaa al Aswany, autor de El edificio Yacobi¨¢n, para muchos el mejor retrato del Egipto moderno, ve con buenos ojos la irrupci¨®n del premio Nobel en la pol¨ªtica egipcia: "No es tan importante el hecho de que El Baradei se presente a las elecciones como que est¨¦ presionando al r¨¦gimen actual para conseguir un verdadero cambio pol¨ªtico". "Lo que hemos estado viviendo han sido elecciones del miedo y no elecciones libres", asegura el escritor.
El novelista es un paradigma de la ¨¦lite intelectual egipcia que est¨¢ dando su apoyo a una posible candidatura de El Baradei, que tiene su propio grupo de fans en la red social Facebook, con m¨¢s de 170.000 seguidores. Para el poeta Abderram¨¢n Yusuf, que dirige el grupo de apoyo a su candidatura, la presencia de El Baradei ha puesto sobre la mesa "un nuevo escenario que muestra la debilidad del r¨¦gimen de Mubarak y que permitir¨¢ que se produzcan cambios". Adem¨¢s, duda de que el hijo del presidente tenga posibilidades de heredar el Gobierno: "No tiene antecedentes en el Ej¨¦rcito", como todos los presidentes: Nasser, Sadat y Mubarak.
Al Aswany recurre a una met¨¢fora para resumir la complejidad pol¨ªtica que vive ahora Egipto: "Somos como un equipo de f¨²tbol con excelentes jugadores que permanecen en el banquillo mientras los malos salen al campo. Y si el problema reside en el entrenador, no nos queda m¨¢s remedio que cambiar de entrenador".
ASPIRANTES A LA PRESIDENCIA
- Ayman Nour. Fue el segundo candidato m¨¢s votado en las elecciones presidenciales de 2005, a gran distancia de Mubarak, que gan¨® con el 88,6% de los votos. Nour, de 45 a?os, fue encarcelado poco despu¨¦s bajo la acusaci¨®n de irregularidades electorales. Ha anunciado que aspira a presentarse de nuevo en 2011, pero su condena le inhabilita para la pol¨ªtica.
- Omar Suleiman. Teniente general y jefe de los servicios secretos de Egipto, es un mediador clave en el proceso de paz de Oriente Pr¨®ximo gracias a sus conexiones con palestinos e israel¨ªes. A los 74 a?os se mantiene en la sombra, pero su papel puede ser determinante para elegir a un sucesor de Mubarak entre la actual c¨²pula de las Fuerzas Armadas.
- Mohamed el Baradei. El anterior director del Organismo Internacional para la Energ¨ªa At¨®mica y premio Nobel
de la Paz, fue aclamado por cientos de personas cuando regres¨® a Egipto el mes pasado. El Baradei, de 67 a?os, exige que se produzcan cambios democr¨¢ticos en la Constituci¨®n para que se garanticen elecciones libres antes de presentarse como candidato.
- Gamal Mubarak. El hijo m¨¢s joven del presidente ingres¨® en la actividad pol¨ªtica en 2002, despu¨¦s de que su padre sufriera una intervenci¨®n quir¨²rgica. Gamal, de 46 a?os, es partidario de la liberalizaci¨®n econ¨®mica de Egipto para favorecer el desarrollo del pa¨ªs. Insiste en negar que vaya a presentarse a las elecciones de 2011 para suceder a su padre.
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