Marlene en Cuba
Orlando Zapata decidi¨® ayunar hasta la muerte para denunciar su situaci¨®n en la c¨¢rcel cubana. No se puso en huelga de hambre para quitarse unos kilillos de m¨¢s. Lo que el difunto alba?il nunca pod¨ªa imaginar es que su muerte tendr¨ªa efectos mariposa de dimensiones desconocidas sobre Espa?a. Pero un for¨²nculo en Australia provoca un constipado en Luxemburgo. El Gobierno cubano, en un reportaje de Cubavisi¨®n que puede verse en YouTube, incid¨ªa sobre los esfuerzos m¨¦dicos realizados por mantener con vida al huelguista. Atacar al r¨¦gimen de Castro respond¨ªa, una vez m¨¢s, a una campa?a orquestada por el exilio contrarrevolucionario. El v¨ªdeo conten¨ªa grabaciones con c¨¢mara oculta de la madre del preso agradeciendo el trato m¨¦dico, pero si alguien decide no ingerir alimentos, no hay manera de sostenerlo con vida.
Lo penoso es que Orlando Zapata no pueda ser protagonista de su muerte. Las declaraciones de Willy Toledo, donde lamentaba el desenlace, pero sosten¨ªa que el fallecido no era tanto un disidente como un preso com¨²n antipatriota, han sido usadas para revivir las heridas por la derrota electoral de 2004. La actriz Marlene Dietrich, que cant¨® para las tropas aliadas que bombardeaban su pa¨ªs cuando ¨¦ste se entreg¨® al nazismo, es ejemplo perfecto de que los artistas pueden asumir la representaci¨®n p¨²blica, y que el antipatriotismo a veces es una bendici¨®n. La gente tiene derecho a expresar su opini¨®n, no s¨®lo van a poder decir lo que piensan los articulistas. Pero si Miguel Bos¨¦ relaciona la ausencia de libertades del r¨¦gimen cubano con un episodio de censura del Gobierno valenciano en una exposici¨®n de fotos no ayuda ni a una causa ni a la otra. S¨®lo al caos. Porque podr¨ªamos seguir sumando y restando declaraciones hasta llegar al cero absoluto, que es el final de todo intercambio de "y t¨² m¨¢s".
Esperemos que nadie en Espa?a sea perseguido por decir lo que piensa, ni que Camps tenga que hacer una huelga a la japonesa compr¨¢ndose trajes con su magro sueldillo hasta vaciar Cortefiel. Ser¨ªa fant¨¢stico que en Valencia no hubiera censura ni en Cuba presos pol¨ªticos. Ser¨ªa a¨²n mejor que antes de seguir con la ri?a espa?ola prest¨¢ramos o¨ªdo a los protagonistas cubanos. Esta batalla es suya, no nuestra.
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