Despu¨¦s del colapso
Tal y como est¨¢n de susceptibles algunos, quiz¨¢ sea prudente comenzar por una consulta al diccionario. El de la Real Academia Espa?ola define as¨ª el concepto de emergencia: "Situaci¨®n de peligro o desastre que requiere una acci¨®n inmediata". En catal¨¢n, el Diccionari de l'Enciclop¨¨dia dice de emerg¨¨ncia (traduzco): "Acontecimiento grave e imprevisto que requiere una actuaci¨®n inmediata". O sea que escudarse -como han hecho diversas autoridades a ra¨ªz de lo sucedido en Catalu?a el pasado lunes- en el car¨¢cter excepcional o imprevisible del episodio meteorol¨®gico es una pura tautolog¨ªa: todas las situaciones en las que debe intervenir la Direcci¨®n General de Emergencias y Protecci¨®n Civil son, por definici¨®n, excepcionales, y a menudo dif¨ªciles de prever, al menos en su magnitud exacta.
Boada fue incapaz de dar la imagen de un departamento en estado de movilizaci¨®n general para afrontar la crisis
En lo tocante a la inmediatez de la respuesta p¨²blica -que, seg¨²n hemos visto, es inherente a la definici¨®n de emergencia- sabemos que el director general del ramo, el se?or Josep Ramon Mora, se pas¨® las primeras horas de la cr¨ªtica jornada del lunes bloqueado por una aver¨ªa en el tren que le trasladaba desde su domicilio de Manresa hasta su despacho de Barcelona... Bien est¨¢ que uno sea ecologista, y sostenible, y partidario del transporte p¨²blico, pero ?no aconsejaban las previsiones para ese d¨ªa echar mano de un coche oficial y hallarse en el puesto de mando lo antes posible? ?Y qu¨¦ decir de su superior, el consejero Joan Saura, que hab¨ªa viajado a Mallorca para una reuni¨®n perfectamente aplazable o delegable, y no estuvo de vuelta en su despacho -seg¨²n ha precisado ¨¦l mismo- hasta las dos de la tarde? A esa hora -por ejemplo- el Comit¨¦ para Situaciones de Emergencia de la Universidad Aut¨®noma ya hab¨ªa ordenado sensatamente la evacuaci¨®n del campus de Bellaterra. A esa hora, sin embargo, ning¨²n representante del Gobierno catal¨¢n hab¨ªa comparecido a decir ni p¨ªo.
Quien lo hizo, ya bien entrada la tarde, fue el secretario general y n¨²mero dos de Interior, el se?or Joan Boada, y evidenci¨® una vez m¨¢s lo grande que le va el cargo que ocupa. Cuando cientos de miles de conductores, de usuarios del tren, o del bus, o del transporte escolar ya estaban padeciendo el colapso general de los servicions p¨²blicos, el se?or Boada, displicente y sobrado, tendi¨® a minimizar la gravedad de la situaci¨®n, prometi¨® aquello que no pod¨ªa cumplir -que bien pocos conductores iban a pasar la noche aislados dentro de su veh¨ªculo...-, fue incapaz de dar la imagen de un departamento en estado de movilizaci¨®n general para afrontar la crisis. En diversas entrevistas de la ma?ana del martes, Joan Boada confirm¨® la tendencia que tiene a transferir sus responsabilidades a los ciudadanos: los consejos para el day after eran "que la gente, si puede ser, no se mueva", "que intenten no coger el coche y no circular", "estarse quietecitos en casa (sic)". No, se?or Boada, no; un viceministro del Interior, o bien proh¨ªbe el tr¨¢fico rodado con todas las consecuencias, o se deja la piel para que ¨¦ste sea posible pese a la nieve. Lo dem¨¢s es rehuir los propios deberes y convertir a quien usa el coche simplemente porque no puede faltar al trabajo en un sujeto temerario e inc¨ªvico, que tendr¨¢ la culpa de lo que le pueda ocurrir en la carretera.
S¨ª, naturalmente que los incontables damnificados por la nevada y sus derivaciones est¨¢n indignados -no s¨®lo con el Gobierno, tambi¨¦n con nuestras inefables compa?¨ªas de servicios-, y claro que la oposici¨®n y la prensa han exigido explicaciones: es lo propio de la democracia. Pero ya sabemos que nadie va a dimitir, menos a¨²n aquel se?or Boada que, cuando ejerc¨ªa de jabal¨ª opositor, exig¨ªa dimisiones a cada debate. Admitido esto, ser¨ªa de agradecer que, al justificar su actuaci¨®n frente a la nevada de marzo de 2010, los altos cargos de Interior evitasen por lo menos la actitud arrogante y chulesca que han tenido la se?ora Olga Lanau y algunos de sus subordinados ante la comisi¨®n parlamentaria sobre el incendio de julio de 2009. Vamos, si no es pedirle demasiado a la esquerra de deb¨°.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.