Otra Cenicienta
No quiero ser original. Las personas que pretenden ser originales suelen ser una copia exacta de otras personas que quisieron ser originales antes. Alguien que es verdaderamente original no lo sabe. Originales fueron Thelonious Monk, Paul Klee, Ch¨¦jov, Pepe el de la Matrona, Chaplin o Giullieta Massina. Seres irrepetibles, que actuaron con total naturalidad dentro de su excelencia y a los que una no se cansa de mirar en las fotos, en las pel¨ªculas, de leer o de escuchar. El editor de la web mundialmente popular Arts & Letter Daily,
Denis Dutton, escribi¨® un ensayo sobre el instinto art¨ªstico (The art instinct) que supone una cura de humildad para los escritores que se arrogan como creadores de un argumento original y para esos cr¨ªticos que afean una novela por tener una historia muy manida.
Los escritores que se creen creadores de un argumento original deben leer 'The art instinct', de Dennis Dutton
La pel¨ªcula 'An education' est¨¢ basada en un libro de Lynn Barber, incisiva periodista inglesa temida entre las celebridades
El se?or Dutton afirma que s¨®lo hay siete argumentos posibles en la literatura, a saber: la lucha contra el monstruo; de los harapos a la riqueza; el h¨¦roe que viaja para salvar a su patria y conseguir el amor de la princesa; el viaje a un lugar extra?o y el regreso a casa; la comedia, donde reina la confusi¨®n hasta que todo encuentra su orden; la tragedia, donde el ser humano se extralimita y ha de enfrentarse a terribles consecuencias, y el renacimiento que tiene lugar tras un traum¨¢tico aprendizaje. Haga la prueba, piense en cualquier libro, Robinson Crusoe, La Cenicienta, Hamlet, El patito feo, La importancia de llamarse Ernesto, Alicia en el Pa¨ªs de las Maravillas, Cuentos de Navidad o nuestro Quijote, y advertir¨¢ que todas las historias encuentran su sitio en esta clasificaci¨®n. La otra noche fui a ver una pel¨ªcula, An Education, cuyo argumento es tan viejo como la misma literatura: una adolescente de barrio tiene su primera aventura amorosa con un dandi casi 25 a?os mayor que ella. De los harapos a la riqueza, o sea, la Cenicienta. Aunque bien podr¨ªa ser tambi¨¦n el viaje inici¨¢tico, Alicia en el Pa¨ªs de las Maravillas. Con esto quiero decir que el argumento es tan tradicional como la pel¨ªcula maravillosa. An Education (la nombro en ingl¨¦s porque creo que en Espa?a se ha estrenado as¨ª) cuenta la sencilla historia de una muchacha de 16 a?os, especialmente inteligente, que se deja seducir por un hombre tan atractivo como turbio. Sal¨ª del cine pensando que ha sido y es una experiencia com¨²n en muchas adolescentes. Chicas que pierden (que perdimos) la cabeza por alguien que consideran m¨¢s mundano, superior a los idiotas de su edad, con el atractivo a?adido de alguien que tiene dinero en el bolsillo, conoce lugares nocturnos, viste una americana, siempre es oscuro contando su vida, miente y embauca, y abandona a su presa una vez que se destapa la mentira.
En definitiva, una educaci¨®n sentimental, tan valiosa casi como la que se vive en la escuela. Muy en consonancia con la tendencia fantasiosa de las adolescentes. D¨ªas despu¨¦s busqu¨¦ el libro en el que est¨¢ basada la pel¨ªcula. Se trata de las memorias de una incisiva periodista inglesa, Lynn Barber, temida por su mordacidad en las entrevistas a celebridades. Estas memorias hacen un recorrido por su peripecia vital, desde su nacimiento en los suburbios de Londres hasta su afianzamiento como articulista. Son muy divertidas, ricas en iron¨ªa y en cierto modo muy imp¨²dicas. Como deben ser unas memorias. No es raro pues que hayan tenido sus temidas consecuencias familiares. Los padres de Barber pusieron el grito en el cielo. En el libro, tambi¨¦n en la pel¨ªcula, y esto s¨ª que es bastante chocante, los progenitores aparecen como los principales instigadores de la historia de amor entre la ni?a y el hombre maduro. M¨¢s o menos viene a decir que la empujaron a acostarse con ¨¦l, y que una vez que ¨¦l le propuso matrimonio, esos padres que hab¨ªan preparado a su ni?a bonita para ir a Oxford, la animan a abandonar los estudios y a casarse con un individuo que tambi¨¦n los ha seducido a ellos. Lynn decide perder la virginidad a los 17 a?os. Tras hacer el amor con su amante, dice: "No s¨¦ por qu¨¦ tantos libros y canciones sobre un mito que apenas dura un momento". Real y encantador.
En la portada de las memorias aparece la foto de la periodista de joven. Barber era bastante atractiva y tiene un gran parecido con la actriz elegida para encarnarla, Carey Mulligan, esa jovencita de pelo corto que pudieron ver en los Oscar nominada a mejor actriz. Hac¨ªa tiempo que no ve¨ªa una sonrisa tan c¨¢ndida y franca en el cine. Dicen que uno de los retos m¨¢s complicados para un int¨¦rprete es llorar y que el llanto parezca llanto. No estoy tan segura. Para m¨ª que una sonrisa en el cine parezca una sonrisa, tan llena de matices como est¨¢n las sonrisas de la gente real, es ins¨®lito. Carey Mulligan es candorosa, y el hombre maduro, interpretado por ese actor de atractivo inquietante que es Peter Saarsgard, es la prueba de qu¨¦ es lo que puede ver una chica en un individuo mucho mayor que ella, que a todas luces es un embustero, para dejarse engatusar. La autora del libro, la sarc¨¢stica Lynn Barber, se encoge de hombros cuando le preguntaban por el enfado de sus padres: "Tienen 90 y llegar¨¢n a los 100. Yo tengo 60 y con todo lo que bebo y fumo seguro que morir¨¦ antes que ellos. Pens¨¦ que ¨¦ste era mi momento". ?Lo era!
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