EE UU acusa a Israel de socavar el proceso de paz
Netanyahu se disculpa por el anuncio de la ampliaci¨®n de una colonia
Deseaba templar los nervios el primer ministro israel¨ª, Benjam¨ªn Netanyahu, despu¨¦s de la "afrenta", el "insulto" -as¨ª lo califican los asesores de Barack Obama- que sufri¨® el vicepresidente de Estados Unidos, Joseph Biden, la semana pasada durante su visita oficial, cuando se dio a conocer la ampliaci¨®n de una colonia en Jerusal¨¦n. Pero las disculpas de Netanyahu por el incidente, aunque s¨®lo lament¨® la coincidencia temporal con la presencia del dignatario estadounidense y no la sustancia del anuncio, no bastan para que amaine el temporal. La relaci¨®n entre Israel y EE UU se ha deteriorado. La secretaria de Estado, Hillary Clinton, el portavoz de la Casa Blanca, y el consejero de Obama David Axelrod han salido en tromba para arremeter con contundencia excepcional contra su aliado en Oriente Pr¨®ximo. "La decisi¨®n [israel¨ª] parece calculada", dijo ayer Axelrod, "para socavar las negociaciones con los palestinos, y eso es muy preocupante para cualquiera que desee promover la paz y la seguridad en la regi¨®n".
Llueven las condenas a la expansi¨®n de la colonia ultraortodoxa de Ramat Shlomo, en la Jerusal¨¦n ocupada. Desde la UE, Naciones Unidas, Australia o Argentina. Con un lenguaje que podr¨ªa suscribir cualquier dirigente palestino, que responsabilizan a los Gobiernos de Israel de minar la v¨ªa de la negociaci¨®n por el continuo impulso a la colonizaci¨®n de Cisjordania. A la condena de Biden se sum¨® el viernes una larga conversaci¨®n telef¨®nica de Clinton con Netanyahu.
Fueron 43 minutos en los que el primer ministro hebreo apenas abri¨® la boca, seg¨²n informan medios israel¨ªes. Las excusas de Netanyahu valieron de nada. "Es el primer ministro. Como el presidente o el secretario de Estado, finalmente es el responsable", precis¨® Clinton en una entrevista en una cadena de televisi¨®n de su pa¨ªs. "El v¨ªnculo entre EE UU e Israel es fuerte, pero por esa misma raz¨®n, ¨¦se no el modo de comportarse", concluy¨® Axelrod.
Washington ha hecho saber a Israel que aguarda "acciones espec¨ªficas" que demuestren su compromiso con el proceso de paz y con la relaci¨®n privilegiada que disfruta con Estados Unidos. Es un mensaje con carga de profundidad que coincide con las denuncias palestinas: es el Gobierno israel¨ª quien pone los palos en la rueda de la negociaci¨®n. Ahora, aparentemente, le corresponder¨¢ mover pieza.
Netanyahu afronta un dilema de calado. Satisfacer las pretensiones de la Administraci¨®n de Obama supone un riesgo evidente para su coalici¨®n de Gobierno, forjada laboriosamente hace un a?o con partidos de la extrema derecha que rechazan toda concesi¨®n territorial en Jerusal¨¦n, y algunos tambi¨¦n en la Cisjordania ocupada. Lo auguraban los analistas pol¨ªticos desde el inicio del mandato de Netanyahu: el choque con Obama era inevitable. Ahora s¨®lo queda por ver hasta d¨®nde est¨¢ dispuesto a presionar Washington.
Mientras, el Ej¨¦rcito israel¨ª detuvo ayer a un alto dirigente de Ham¨¢s en una redada en Ramala. Se trata de Mahar Uda, descrito por Israel como uno de los fundadores de la organizaci¨®n islamista en Cisjordania.
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