La mujer que mat¨® a Paul Val¨¦ry
Nunca es tarde para empezar a tener mala suerte, y Paul Val¨¦ry empez¨® a tenerla a los 67 a?os, cuando se cruz¨® con la mujer a la que escribi¨® los textos que forman Corona & Coronilla y a la que se entreg¨® de forma obsesiva, tanto en prosa -"nosotros somos todo, el resto no existe m¨¢s que por error", dice en una carta- como en verso: "No hay idea m¨ªa que t¨² no extermines", le dice en uno de sus versos; y en otro: "Vivir sin ti un d¨ªa me lo vuelve de hierro". No parece que la c¨¦lebre inteligencia del autor de El cementerio marino fuese rival para las maquinaciones de aquella Jeanne Loviton que escribi¨® pocos libros pero coleccion¨® muchos escritores, a la que Fran?ois Mauriac defini¨® como "el ¨²ltimo gran personaje novelesco de su ¨¦poca"; que antes de llegar a la cama de Val¨¦ry hab¨ªa pasado por las de Jean Giraudoux, Curzio Malaparte, Saint-John Perse, el acad¨¦mico y novelista Emile Henriot, el dramaturgo Pierre Frondaie o el fil¨®sofo Bertrand de Jouvenel; y a la cual se lleg¨® a considerar involucrada en la muerte de su ¨²ltimo amante, el editor Robert Deno?l, asesinado de un tiro cuando los dos iban juntos en un coche. Louis-Ferdinand C¨¦line la acus¨® de ser c¨®mplice de aquel suceso, y otros sospecharon de ella cuando se supo que Deno?l acababa de convertirla en m¨¢xima accionista de su empresa, algo que ella aprovech¨®, poco despu¨¦s, para venderle el 90% de sus participaciones a la competencia, es decir, a Gallimard. Esas dudas razonables la acompa?aron toda su vida, que fue larga: muri¨® a los 93 a?os, en 1996. Para entonces ya hab¨ªa roto muchos corazones, entre otros el de Val¨¦ry, que no sobrevivi¨® a la noticia de que lo abandonaba para casarse con otro. Al parecer, seg¨²n se cuenta en Corona & Coronilla, durante los siete a?os que dur¨® su relaci¨®n siempre se hab¨ªan visto en domingo, y ella eligi¨® uno alegre y soleado para hundirle su pu?al: "Oh bien amada, / oh d¨ªa hermoso, / a ¨¦l acud¨ª / como a una tumba". Eso s¨ª, aunque prescindi¨® del poeta se qued¨® con sus poemas, y vendi¨® los manuscritos a buen precio a una universidad japonesa. All¨ª estuvieron hasta que un editor franc¨¦s acudi¨® al rescate. Hizo bien, porque Val¨¦ry siempre importa, aunque se trate de esta colecci¨®n de t¨®picos sobre el amor desigual, donde el creador de La joven parca aparece como un enamorado con recursos, cuyos pasos "bajan los pelda?os" que llevan al "sedoso c¨¢liz" de Loviton -en otros poemas "algodonosa estancia", "dulce corola", "juguete barroco", "redil", "flor" o "vaso de sombra viva"- , y cuyo "alma obedece su secreto aroma", que lo colma pero no le sacia: "Cuando te bebo m¨¢s, mi Fontana sin fondo, / m¨¢s me reduzco a la exigencia de beberte". La cosa, sin embargo, acab¨® mal: ella, tal vez aburrida de aquel "amor... sin vigor" que reconoce Val¨¦ry, levant¨® el vuelo, y ¨¦l, despu¨¦s de llamarla "amiga extrema, oh suprema enemiga", "serpiente entre las flores y gusano en la fruta", no super¨® el golpe, se sinti¨® vac¨ªo sin la mitad aventurera de su doble vida y muri¨® sinti¨¦ndose un estorbo tr¨¢gico, incapaz de salvar ese "horrible demasiado tarde" del que habla en una carta y s¨®lo con fuerzas ya para firmar su rendici¨®n: "Yo cre¨ªa que estabas entre la muerte y yo. / No sab¨ªa que estaba entre la vida y t¨²".
Corona & Coronilla. Poemas a Jean Voilier
Paul Val¨¦ry
Edici¨®n biling¨¹e
Traducci¨®n de Jes¨²s Mun¨¢rriz
Postfacio de Bernard de Fallois
Hiperi¨®n. Madrid, 2009
416 p¨¢ginas. 25 euros
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.