Caos
La lluvia es buena y necesaria, la nieve tambi¨¦n cumple su funci¨®n, como el viento y el calor. Lo que no es bueno son las inundaciones, las nevadas que interrumpen la vida de las ciudades, los huracanes o los golpes de calor. Las Fallas tambi¨¦n son buenas, tan respetables, naturales y beneficiosas como cualquier otra fiesta popular. Pueden gustar m¨¢s o menos, all¨¢ cada uno, pero no hay nada m¨¢s natural que un pueblo celebrando sus fiestas tradicionales. Pero las Fallas est¨¢n siendo utilizadas para provocar el caos, la inundaci¨®n, la bestialidad, el colapso total de una ciudad. Eso no ser¨ªa muy grave si fuera un s¨ªntoma aislado de nuestra vida social. Pero poco a poco se va configurando la idea de que somos adictos al caos, surge la creencia de que en la confusi¨®n y el desorden est¨¢ la soluci¨®n a nuestros problemas sociales y econ¨®micos.
Construir edificios es necesario, edificar hasta la necedad revienta la econom¨ªa. Necesitamos mejorar nuestros sistemas de salud, pero construir hospitales sin pensar en su utilidad, sin dotaci¨®n de personal, recursos y econom¨ªa, es un caos. Hasta construimos edificios de excelencia para salud mental sin saber si ser¨¢ un centro de investigaci¨®n o un balneario para neur¨®ticos empedernidos. Queremos turistas por toneladas y luego los tratamos como toneladas de mercanc¨ªa. Lo mismo ocurre con los esc¨¢ndalos pol¨ªticos, que es muy sano destaparlos porque revitalizan el sistema, pero nos aficionamos a descubrir tantos que ya no sabemos qu¨¦ hacer con ellos.
Empezamos a pensar que el caos nos salvar¨¢. Y no est¨¢ claro. Ya s¨¦ que el diccionario dice que el caos es un estado de confusi¨®n y desorden que se supone anterior al orden. Pero cr¨¦anme, en el terreno social y econ¨®mico eso no est¨¢ demostrado. Los diccionarios son peligrosos si no se utilizan bien, buscas bombero y te dice que es un se?or que trabaja con bombas, pero eso no quiere decir que sea un terrorista, eso es un error de novatos manejando diccionarios. El caos de Fallas, de construcciones, de domingos interrumpidos por maratones ciudadanos, no produce tanto dinero como se piensa, es dinero ca¨®tico, improductivo, ineficaz. Pero el caos produce adicci¨®n, es una droga peligrosa que produce ilusiones de salvaci¨®n.
Nuestros pol¨ªticos actuales ya son adictos, especialmente los valencianos, dif¨ªcil ser¨¢ desengancharlos de este h¨¢bito, la confusi¨®n y el barullo como una t¨¦cnica para solucionar problemas. Por eso es cierto que esto solo lo arreglamos entre todos, entre todos los de siempre, por supuesto, entre los que nos pagan por n¨®mina. Pero el tema no son las Fallas, la construcci¨®n, la sanidad, la educaci¨®n, el peligro est¨¢ en el caos como mecanismo de defensa. Arreglarlo entre todos no puede significar hacer ruido y amontonar basura, eso simplemente ser¨ªa un pandem¨®nium, la capital del infierno.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.