El amor desesperado y tr¨¢gico de Dominique Blanc
La actriz francesa deja al p¨²blico at¨®nito con 'La douleur', de Duras, en la Abad¨ªa
"Creo que la esencia misma del trabajo de actor pasa por el escenario, es el arte m¨¢s ef¨ªmero, el m¨¢s fr¨¢gil, el m¨¢s completo, el m¨¢s humilde, y seguramente el m¨¢s valiente. Lo del teatro es una historia de entusiasmo y de deseo; la interpretaci¨®n en teatro es todo un puente entre texto y p¨²blico, el actor marca como va a ser el viaje".
Quien lo dice es la actriz Dominique Blanc, toda una instituci¨®n en Francia, donde sobre todo es conocida por sus trabajos en cine, (bajo la batuta de grandes como Luis Malle, R¨¦gis Wargnier, Patrice Ch¨¦reau...), por los que ha sido candidata a un Cesar en nueve ocasiones, cuatro de las cuales se ha hecho con la preciada estatuilla del cine franc¨¦s. Pero se reivindica como actriz de teatro, rol con el que est¨¢ en Madrid dejando at¨®nito al p¨²blico que se rompe las manos al final de su representaci¨®n para aplaudirla. Desde ayer y hasta el domingo representa en el Teatro de la Abad¨ªa su primer mon¨®logo, La douleur, obra de teatro dirigida por Patrice Ch¨¦reau (otro icono de la cultura francesa) y Thierry Thie? Niang. El montaje, que hace un a?o y medio se pudo ver fugazmente en un festival en Gerona, est¨¢ basado en el relato que Marguerite Duras escribi¨® a partir de sus diarios en uno de los periodos m¨¢s duros de su vida, cuando era una resistente m¨¢s y no pudo compartir el alborozo de la liberaci¨®n al finalizar la Segunda Guerra Mundial porque ignoraba el paradero de su marido, deportado a un campo de concentraci¨®n nazi.
"Lo m¨ªo con el teatro es una historia de deseo", dice la int¨¦rprete
Blanc mujer menuda, con aspecto de gran fortaleza interior, iba para arquitecta; lo dej¨® para estudiar en Par¨ªs interpretaci¨®n pag¨¢ndose los estudios como mujer de la limpieza en sus escuela. Es conocida tambi¨¦n por su permanente compromiso con diversas luchas sociales y feministas. No afronta como si cualquier cosa esta historia de desesperaci¨®n y angustia sobre el escenario. De hecho no oculta su pavor: "Miedo, lo que se dice miedo, tengo much¨ªsimo...", afirma, pero para dejar claro que eso m¨¢s que paralizarla la estimula recurre a un aforismo de Ren¨¦ Char: "No tenemos miedo, hay que temblar para crecer" y a?ade, "adem¨¢s los miedos cambian con la edad".
Asegura que su momento m¨¢s dif¨ªcil es cuando est¨¢ 30 minutos en el escenario esperando que entre el p¨²blico: "Siento todo lo que dice la gente, si hay muchas mujeres o no, si el p¨²blico est¨¢ concentrado...., pero luego empieza la funci¨®n y s¨®lo hay felicidad". A partir de ah¨ª muestra su poder como actriz, su mirada portentosa, casi electrizante.
Acostumbrada a interpretar en cine y teatro a mujeres doloridas, desesperadas, asegura que los papeles dif¨ªciles son los m¨¢s interesantes: "No tengo ning¨²n sufrimiento al interpretarlos y jam¨¢s me llevo el personaje a casa". Sus mujeres son independientes, fuertes: "Inventan su propia libertad, como esta de Duras, llamada M., una mujer enamorada y resistente, que quiere de una manera tr¨¢gica, dispuesta a esperar hasta morir, aunque luego ir¨¢ hacia la resurrecci¨®n con la misma fuerza y la misma intensidad. Son los extremos los que son interesantes".
El que transite casi permanentemente por estos personajes desgarrados no quita que Blanc afirme estar lista para la comedia musical y dispuest¨ªsima a trabajar con directores espa?oles como Almod¨®var, Coixet o Amen¨¢bar. Tambi¨¦n est¨¢ deseosa de que en el sector de la producci¨®n cinematogr¨¢fica y teatral haya mujeres de todas las edades: "Ser¨¢ la forma de que existan papeles para actrices de cualquier edad, no hay m¨¢s que ver el caso de las ¨²ltimas pel¨ªculas de Meryl Streep, es necesario que la mujer no s¨®lo est¨¦ en los roles creativos, sino tambi¨¦n en los puestos de poder de la sociedad, s¨®lo as¨ª alcanzaremos un reparto justo".
Por ahora lo que quiere es dar a conocer este montaje esc¨¦nico con el que se encuentra en Madrid y con el que ya ha paseado por medio mundo: "Es un magn¨ªfico texto de amor y de resistencia y un alegato contra la barbarie, que desgraciadamente a¨²n existe", apunta Blanc quien en sus biograf¨ªas oficiales se puede encontrar cinco fechas distintas de a?o de nacimiento que oscilan entre 1956 y 1963: "Las cinco son buenas, se lo aseguro", concluye.
![La int¨¦rprete francesa Dominique Blanc, en Madrid.](https://imagenes.elpais.com/resizer/v2/NYOJMYNFWHCPK4NETXDP7A2G3U.jpg?auth=50fe48c5bbb3f49ef05f93ee3a01271bce997c5671b43d862883f834323ec64e&width=414)
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