La m¨²sica del r¨¦gimen entona la necesidad del cambio en Cuba
La voz de Silvio Rodr¨ªguez es la ¨²ltima de una lista que pide la apertura
Corri¨® en el mundo art¨ªstico e intelectual, entre acad¨¦micos de izquierda y de centro; repercuti¨® tambi¨¦n entre opositores y disconformes y entre los que defienden el sistema socialista desde dentro, pero sin dejar de ser realistas. De nuevo, qued¨® en evidencia que la necesidad de un cambio en Cuba est¨¢ en el centro de todos los debates, y que muchos en la isla, seguramente la mayor¨ªa, piensan que no debe postergarse.
Lo dicho el viernes por el cantautor Silvio Rodr¨ªguez, voz nada sospechosa de mercenaria, toc¨® el coraz¨®n de la parte de la sociedad cubana que desde hace tiempo pide cambios pero sin rupturas dram¨¢ticas. Silvio dijo que hay que superar la "erre" de revoluci¨®n y que el pa¨ªs pide a gritos "evoluci¨®n". A?adi¨® que es momento de "revisar montones de cosas, montones de conceptos, hasta instituciones".
La prensa oficial no ha recogido las declaraciones del cantautor
El compromiso de Rodr¨ªguez con la revoluci¨®n de Fidel Castro es conocido, por eso sus declaraciones han tenido impacto especial en estos instantes, cuando Cuba est¨¢ en el centro de atenci¨®n mundial tras la muerte del opositor Orlando Zapata, despu¨¦s de 85 d¨ªas en huelga de hambre. El trovador, que siempre ha defendido la revoluci¨®n como un todo -sin dejar de criticar cosas que no le gustan- entr¨® de lleno en la discusi¨®n sobre qu¨¦ hacer para "reinventar" la revoluci¨®n y que Cuba tenga futuro.
Desde hace a?os este debate tiene lugar en la isla, tanto en medios acad¨¦micos como entre determinada gente que es parte del establishment. Otra cosa es que la prensa oficial cubana haya silenciado estas inquietudes, como el propio Silvio Rodr¨ªguez lamentaba el viernes.
Pero que no se publiquen las diferencias, no significa que no existan. En p¨¢ginas digitales de izquierdas como Kaosenlared o Rebeli¨®n, los cubanos hacen catarsis y abogan por transformaciones del modelo econ¨®mico y pol¨ªtico desde "posiciones revolucionarias". La mayor¨ªa tienen un denominador com¨²n: quieren un "nuevo socialismo", no rupturas ni un regreso al pasado capitalista, pero lo quieren ya.
Pablo Milan¨¦s, otro m¨²sico de fama internacional, desde hace tiempo interviene en este debate con opiniones muy francas. Las ¨²ltimas, este propio mes, desde Espa?a, fueron especialmente directas, al reclamar que su pa¨ªs "avance con ideas y hombres nuevos" y haga "otra revoluci¨®n", ya que "el sol enorme que naci¨® en el 59" se llen¨® de manchas al "ponerse viejo".
"Pero Pablo es Pablo y Silvio es Silvio. Los dos han sido voces emblem¨¢ticas de la revoluci¨®n, pero Pablo es muy cr¨ªtico y Silvio representa el compromiso militante", al decir de un escritor, que se declara indignado porque la prensa oficial no difundi¨® las declaraciones de Rodr¨ªguez, ya conocidas en el resto del mundo.
Al presentar su disco Segunda Cita, en presencia del ministro de Cultura, Abel Prieto, el autor de Ojal¨¢ pidi¨® ser honestos y no achacar todos los problemas de Cuba al "bloqueo norteamericano", uno de los argumentos de la ortodoxia para justificar todas las intolerancias. "Hay responsabilidad en parte por el hostigamiento sufrido", dijo, "pero no podemos echarle toda la culpa a ellos porque es mentira". "Nosotros sabemos que tenemos culpa tambi¨¦n y creo que vamos a ser mejores y vamos a ser m¨¢s grandes si lo reconocemos y las enfrentamos sin miedo".
Por supuesto, ni una coma de esto en la prensa o en la televisi¨®n cubana, pero a¨²n as¨ª el debate dentro del sistema se aviva.
El director de la revista cat¨®lica Palabra Nueva, Orlando M¨¢rquez, escrib¨ªa en su ¨²ltimo n¨²mero que es la "hora del consenso y puesta en com¨²n, de cambios graduales y no de continuidad, de escucha mutua y soluciones compartidas". Y a?ad¨ªa: "El momento es ahora, porque es mejor actuar y equivocarse a tiempo, que tener la respuesta perfecta cuando sea demasiado tarde". Un buen resumen y una frase con la que deber¨ªan estar de acuerdo cat¨®licos, izquierdistas, exiliados, disidentes y comunistas.
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