Obama rebaja la ambici¨®n de su ley contra el cambio clim¨¢tico
EE UU renuncia al sistema europeo de compraventa al di¨®xido de carbono
Los l¨ªderes dem¨®cratas en el Congreso y la Casa Blanca han decidido dar marcha atr¨¢s en su intenci¨®n de imponer l¨ªmites a la emisi¨®n de gases contaminantes a centrales energ¨¦ticas, f¨¢bricas y refiner¨ªas de crudo, de cara a la pr¨®xima votaci¨®n de una ley ambiental en el Senado de EE UU. La medida fue aprobada en junio de 2009 por la C¨¢mara de Representantes para contribuir a reducir en un 17% las emisiones de CO2 para 2020 con respecto a 2005, pero el presidente Barack Obama la ha desterrado para recabar el apoyo de los republicanos al proyecto de ley. La inc¨®gnita ahora est¨¢ en c¨®mo alcanzara ese objetivo vital para la lucha contra el cambio clim¨¢tico.
El mismo d¨ªa en que el presidente recomend¨® al Congreso abrir el Golfo de M¨¦xico, la costa atl¨¢ntica y la de Alaska a las perforaciones petrol¨ªferas y de gas natural, asumiendo unas medidas defendidas en su d¨ªa por el ex presidente George W. Bush y ampliamente criticadas por los ecologistas, el Secretario del Interior, Ken Salazar, concedi¨® una entrevista a la CNBC en la que dijo: "Creo que
La inc¨®gnita es c¨®mo cumplir¨¢ el compromiso de un recorte del 17%
[el sistema de l¨ªmites y compra y venta de derechos de emisi¨®n] est¨¢ ya fuera de nuestro diccionario". El sistema de tope y comercio de emisiones es el que ha adoptado Europa para contener las emisiones del sector industrial, con resultados discutibles, ya que se ha convertido en un sistema de beneficios ca¨ªdos del cielo para las empresas.
Los ecologistas vieron con buenos ojos la aprobaci¨®n de la ley medioambiental el a?o pasado, que, para reducir las emisiones de CO2 en un 17% para 2020 respecto a 2005, y en un 83% para 2050 con respecto a los niveles de 2005, impon¨ªa l¨ªmites a la emisi¨®n industrial de gases contaminantes. Para los republicanos, sin embargo, era una forma de ponerle trabas al desarrollo empresarial y de fomentar la dependencia de EE UU del extranjero.
Desde entonces, dos cosas han cambiado en EE UU: el movimiento ultraconservador del Tea Party ha asumido la oposici¨®n a la regulaci¨®n gubernamental contra la contaminaci¨®n y los dem¨®cratas han perdido la mayor¨ªa de 60 votos en el Senado que les facilitaba para aprobar una ley que reflejara los compromisos asumidos por Obama en la campa?a electoral.
Entre esos compromisos estaba el de imponer l¨ªmites a las emisiones, como fue reiterado en la cumbre del clima de Copenhague del pasado mes de diciembre.
Se espera que la votaci¨®n se produzca este mes. Entre sus proponentes estar¨¢n, en principio, el senador republicano por Carolina del Sur Lindsey Graham; el independiente por Connecticut Joe Lieberman, y el dem¨®crata por Massachusetts John Kerry. Este ¨²ltimo ya dej¨® ver en oto?o, cuando comenz¨® a indagar sobre las opciones de aprobar una ley ambiental en el Senado, que ser¨ªa necesario prescindir de los l¨ªmites. "No s¨¦ que significa realmente un sistema de intercambio de derechos de emisi¨®n", dijo.
Los analistas consideran que el proyecto de nueva ley medioambiental incluir¨¢ un aumento moderado de los impuestos a la gasolina y fuertes incentivos para el desarrollo de energ¨ªa nuclear, adem¨¢s del aumento de plataformas petrol¨ªferas en las costas norteamericanas. Debido a esta ¨²ltima medida, Obama ha comenzado a recibir cr¨ªticas por parte de su electorado ecologista. Greenpeace, por ejemplo, se preguntaba si quien anunci¨® el aumento de las perforaciones era Obama o Sarah Palin, que en la campa?a de 2008 hizo suyo el lema "perfora, cari?o, perfora".
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