"Los artistas son como los toreros, est¨¢n solos en el centro de la plaza"
La imagen de lo que un d¨ªa fue la Espa?a m¨¢s moderna est¨¢ ligada a un pu?ado de nombres imprescindibles entre los que se encuentra la galerista Juana de Aizpuru. Por sus locales de Sevilla y Madrid ha desfilado la obra de los artistas m¨¢s rompedores del panorama art¨ªstico internacional. Este a?o, Aizpuru cumple cuatro d¨¦cadas como galerista y lo hace con la misma energ¨ªa con la que en 1970, cinco a?os antes de la muerte de Franco, inaugur¨® su primera exposici¨®n en Sevilla. La obra de sus 32 artistas habituales va a ser mostrada en 14 exposiciones. Empieza ma?ana mismo con Heimo Zobernig y acabar¨¢ en julio de 2011 con Miroslaw Balka y Tania Bruguera. En medio, Richard Hamilton, Sol Lewitt, Garc¨ªa-Alix, Campano, Garc¨ªa Rodero, Dokoupil o Carmen Laffon, entre otros.
Celebra sus 40 a?os de profesi¨®n con 14 exposiciones de sus 32 artistas "Hace tiempo que Arco no mima a los galeristas como se merecen"
Juana de Aizpuru reflexiona y se remonta a sus comienzos. Aunque nacida en Valladolid, se considera totalmente madrile?a. En esa ciudad creci¨®, estudi¨® filosof¨ªa y letras y empez¨® a interesarse por el arte en las primeras galer¨ªas que se atrevieron a romper con el paisaje y las marinas. En Madrid tambi¨¦n conoci¨® a la que considera su madre espiritual y el mejor apoyo profesional que ha tenido en toda su vida: Juana Mord¨®.
En la conservadora Sevilla de los a?os 60 aterriz¨® por la v¨ªa del matrimonio con un ingeniero de montes destinado en esa ciudad. All¨ª s¨®lo hab¨ªa un lugar, La Pasarela, donde se pod¨ªan contemplar obras ajenas a las f¨¦rreas normas que impon¨ªa por aquel entonces la Academia. Jos¨¦ Ram¨®n Sierra hizo la primera exposici¨®n de arte abstracto que se pudo ver en Sevilla.
Pregunta. ?C¨®mo reaccion¨® el p¨²blico?
Respuesta. Fue un esc¨¢ndalo, porque Sierra enlaz¨® las obras con unas s¨¢banas... La gente no acababa de cre¨¦rselo. Pero a partir de ah¨ª surgi¨® una generaci¨®n que rompi¨® radicalmente con la tradici¨®n: Juan Su¨¢rez, Gerardo Delgado, Carmen Laffon, Jos¨¦ Soto, Francisco Molina y el propio Sierra.
P. ?Cu¨¢l era su papel respecto a ese grupo?
R. Yo me hab¨ªa casado con s¨®lo 21 a?os. Tuve a las tres ni?as seguidas y, como siempre he sido muy independiente, empec¨¦ echando una mano a los de la Pasarela porque la verdad es que no vend¨ªan apenas. Creo que los ¨²nicos peque?¨ªsimos coleccionistas ¨¦ramos Federico Ontiveros y yo. Ven¨ªa a Madrid y les vend¨ªa obra entre los amigos y, sobre todo, a trav¨¦s de Juana Mord¨®. De todas formas, la galer¨ªa cerr¨®. Los artistas me pidieron que hiciera algo y, en menos de cinco meses, me instal¨¦ en el n¨²mero 10 de la calle de Canalejas. Era octubre de 1970.
P. ?Fue dif¨ªcil salir adelante?
R. Cuando quiero algo, las dificultades no existen. Y ten¨ªa claro lo que quer¨ªa: ser una primera figura. Me fui al Banco Coca y con medio mill¨®n de pesetas (3.000 euros) pude abrir mi local. Nunca depend¨ª de mi marido y tampoco ¨¦l interven¨ªa en nada. Con el grupo sevillano consegu¨ª que viniera gente de toda Espa?a. Me ayud¨® mucho Z¨®bel, que era un artista cosmopolita, con amistades en todo el mundo. Muy pronto pude hacer mi primera gran exposici¨®n internacional: Richard Hamilton.
Juana de Aizpuru consigui¨® que cada inauguraci¨®n fuera una fiesta social y cultural. Por atrevidas que fueran las exposiciones, no lleg¨® a tener problemas ni de censura ni de tipo pol¨ªtico. Pero si los 70 fueron una fiesta continua en la que la degustaci¨®n de arte contempor¨¢neo era el mejor pasaporte hacia la modernidad, la d¨¦cada de los 80 cedi¨® todo el protagonismo al mundo pol¨ªtico. "Los galeristas lo pasamos muy mal. Yo sobreviv¨ª gracias a dos coleccionistas: Gerardo Rueda y Javier Benjumea". Esa crisis hizo que los galeristas (Vijande, Buades, Mord¨®...) se unieran y que vieran claro que hab¨ªa que salir fuera de Espa?a. Fue entonces cuando Juana de Aizpuru se invent¨® Arco, la Feria de Arte Contempor¨¢neo que naci¨® s¨®lo para galeristas espa?oles y a la que ella consigui¨® que vinieran galeristas de todo el mundo. Insiste en que se pudo hacer por el apoyo del entonces alcalde Enrique Tierno ("un pol¨ªtico de verdad, de los que est¨¢n pr¨®ximos a la gente de la calle") y de Adri¨¢n Piera, responsable de Ifema.
P. ?C¨®mo ve el futuro de la feria despu¨¦s de los desencuentros en la ¨²ltima edici¨®n?
R. Complicado. Unos y otros han perjudicado mucho a la feria. Quiero estar en el nuevo comit¨¦ organizador. Hac¨ªa tiempo que no se cuidaba a los galeristas y que la energ¨ªa se gastaba en actos paralelos a los que no va nadie. Yo voy a la feria de Basilea desde 1981 y siempre se me ha mimado como si fuera la ¨²nica, como creo que hay que hacer con todos los que participan.
P. ?Qu¨¦ exige a los artistas?
R. Que me sorprendan. Que lo que hacen no me recuerde a nada que yo haya visto.
P. ?Les manda mucho?
R. Nada. Soy una compa?era de viaje. Los artistas son como los toreros, est¨¢n solos en el centro de la plaza. El suyo es un camino de soledad. Mi misi¨®n consiste en que sepan que est¨¢s ah¨ª, pero la traves¨ªa la tienen que hacer ellos solos.
Babelia
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