La Iglesia y los derechos humanos
La Iglesia cat¨®lica pide de forma oficial la libertad de los presos pol¨ªticos en Cuba. Est¨¢ muy bien. El problema es que dicha Iglesia siempre clama contra la sequ¨ªa cuando ya ha llegado la tormenta y est¨¢ a punto de llover. Es la mejor forma de que los milagros se realicen. Sus adictos dicen que sus obispos callan durante siglos, para as¨ª proteger a sus fieles, pero me temo que, en realidad, lo hacen para proteger sus bienes mundanos.
La Iglesia cat¨®lica ser¨ªa m¨¢s cre¨ªble si defendiera las libertades civiles cuando toca, como corresponde a gentes que creen que el martirio los conduce directamente al para¨ªso y no cuando las propias dictaduras (Espa?a, la URSS, Polonia, etc¨¦tera) realizan sus propias transiciones a la democracia.
La Iglesia cat¨®lica resultar¨ªa m¨¢s cre¨ªble si no defendiera solamente las libertades civiles contra las dictaduras de corte comunistas, como hac¨ªa el senador MacCarthy y lo hubiera hecho tambi¨¦n en otras ocasiones aciagas; durante el ascenso de los fascismos en Europa o en la Am¨¦rica cat¨®lica hasta hace cuatro d¨ªas.
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