La verdad de la monta?a
Nanga Parbat, Dhaulagiri, Annapurna, Shisha Pangma... S¨®lo sus nombres evocan ya el exotismo y la belleza que espera al alpinista en los techos del mundo. Edurne Pasaban hizo su primer ochomil en 2001. Subi¨® hasta la cima del Everest y luego anot¨® en su palmar¨¦s un pico tras otro convirti¨¦ndose en una firme candidata a ser la primera mujer del mundo en subir (y bajar viva) las 14 cimas m¨¢s altas.
El pasado d¨ªa 17 de abril holl¨® felizmente su n¨²mero 13, el Annapurna. La recordar¨¢n all¨ª arriba: nieve blanca, cielo azul y unas cuantas firmas comerciales en su ropa y su pancarta. Desde la nieve escribi¨® las impresiones vividas en aquella cima: "Sent¨ªa felicidad. Era feliz por haber elegido la vida que tengo, por escalar monta?as, por compartir aquel momento con mis amigos, y con todos vosotros. Pensaba en mi familia, en todo lo que sufren ellos para que yo sea feliz, y por supuesto en todos los que me quieren y me han querido".
As¨ª de sencillos, elevados y bellos, tal como los imagin¨¢bamos, son los sentimientos que despierta la monta?a. A su exotismo se une, adem¨¢s, una belleza desgarradora capaz de quitar la vida a sus amantes. O traicionarles. Ayer, un cierto desconsuelo se apoder¨® de la expedici¨®n de Pasaban. La coreana Oh Eun-Sun holl¨® el Annapurna y le arrebat¨® el preciado cetro a Pasaban. Y entonces se redoblaron las acusaciones y se multiplicaron las sospechas. Se cuestiona que Oh Eun-Sun subiera verdaderamente al Kangchenjunga el a?o pasado.
De pronto, el l¨ªmpido aire de la monta?a se ha enturbiado. Y aunque Pasaban ya ha felicitado a su colega coreana, ah¨ª queda la sospecha de juego sucio o de acusaciones perversas. Hay quien ve en este tipo de carreras iniciadas por Reinhold Messner y Jerzy Kukuczka hace 30 a?os una manera de pervertir un deporte que es, sobre todo, una forma de relacionarse con la naturaleza. Algo, quiz¨¢ mucho, queda todav¨ªa de todo aquello. Edurne Pasaban y su equipo intentar¨¢n ascender de todos modos a la cima de Sisha Pangma. ?Cu¨¢l ser¨¢ el veredicto final sobre la carrera? La vasca despej¨® la duda: cada una volver¨¢ a casa con su verdad.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.