Un xen¨®fobo, un voto
Espa?a ha sido ejemplo de tolerancia con el inmigrante hasta el estallido de la crisis - Pero el paro dispara el miedo y hay pol¨ªticos que lo alimentan con mensajes racistas que dan r¨¦ditos en las urnas
La captaci¨®n del voto xen¨®fobo no empieza en el Congreso de los Diputados. Pero ya se ha iniciado. El caldo de cultivo ideal para los mensajes destructivos contra los extranjeros -que despiertan las m¨¢s bajas pasiones de los que viven en un hilo, por el aumento del paro y el estrechamiento de los recortes sociales- son los cinturones rojos de las grandes ciudades. All¨ª donde los inmigrantes rumanos, latinoamericanos o marroqu¨ªes se agrupan en un barrio en busca de comunidad y all¨ª donde las pol¨ªticas de integraci¨®n municipales, auton¨®micas y nacionales tienen el punto de mira. El pol¨ªtico local sin demasiados escr¨²pulos utiliza el choque de costumbres entre aut¨®ctonos y reci¨¦n llegados, la necesidad de repartir los servicios sociales (b¨¢sicamente las guarder¨ªas, la sanidad y las viviendas) entre m¨¢s personas y la crisis, con el paro en la primera l¨ªnea de fuego, est¨¢ haciendo el resto.
"Lo de Vic indica que convergemos con la UE en lo malo", dice un soci¨®logo
La tensi¨®n es m¨¢s visible en el ¨¢mbito local por congesti¨®n de servicios
El panfleto en contra de los inmigrantes rumanos promovido por el PP de Badalona y la negativa del alcalde de Vic, de CiU, a empadronar a los "sin papeles", unida al anuncio de denunciarles, son apuestas arriesgadas de los mandatarios locales de los grandes partidos, pero nada improvisadas. Los resultados de las elecciones aut¨®nomicas y locales en la pasada legislatura en determinados municipios muestran que estos duros mensajes calan en una parte de la poblaci¨®n, la m¨¢s vulnerable, y pueden ara?ar un pu?ado de votos, a veces suficiente como para hacerse con el poder municipal. La huella social que dejan estos brotes es de dinosaurio. Un mensaje puede cambiar el clima de la zona y destruir de un plumazo a?os de pol¨ªticas destinadas a la integraci¨®n. Pero las encuestas tambi¨¦n demuestran que los picos m¨¢s altos de preocupaci¨®n de la poblaci¨®n espa?ola en general por la llegada masiva de inmigrantes no est¨¢n tanto ligados a estas cuestiones, tan locales, sino a las noticias sobre la llegada de extranjeros sin papeles en pateras o a determinados episodios de violencia.
"Lo que ha pasado en Vic, Badalona o Alcorc¨®n, los problemas tambi¨¦n con el padr¨®n, demuestra que estamos convergiendo con la UE en lo malo, es un indicio de que hay tensiones en el nivel local y de que algunas pol¨ªticas empiezan a identificarse como rentables electoralmente", se?ala el soci¨®logo H¨¦ctor Cebolla, profesor de Estructura Social Contempor¨¢nea en la UNED y experto en inmigraci¨®n. "Nuestro sistema dificulta la creaci¨®n de nuevos partidos pol¨ªticos que tengan ¨¦xito con mensajes de ese tipo en las localidades en las que se pueden ara?ar esa clase de votos, los est¨¢n usando algunos responsables pol¨ªticos que pertenecen a grandes partidos y todo esto significa que nos est¨¢ pasando lo mismo que ocurri¨® antes en otras naciones de Europa, es decir, implica que no estamos inmunizados ante la xenofobia, a pesar de lo que cre¨ªa alguna gente. Es el mismo fen¨®meno que se vio en otros pa¨ªses europeos: ante la llegada masiva de inmigrantes a una parte de los cinturones rojos de las ciudades, el aut¨®ctono que puede se va; muchos de los que se quedan, se rallan".
Pero Cebolla, al igual que otros soci¨®logos, advierte de que las encuestas de opini¨®n -se?alan la inmigraci¨®n como el tercer problema que m¨¢s preocupa a los espa?oles- no tienen sentido en este caso utilizando muestras nacionales, al ser la xenofobia un fen¨®meno que arraiga, en el caso de Espa?a, en ¨¢mbitos exclusivamente locales. "Los efectos se diluyen cuando se hacen muestras de todo el pa¨ªs. Porque donde estas tensiones son m¨¢s visibles es en grandes ciudades que tienen m¨¢s inmigrantes y donde los servicios p¨²blicos se han congestionado. Y no es una tensi¨®n epis¨®dica, ni creo que los ¨²ltimos casos, de Badalona o Vic, vayan a ser un fen¨®meno aislado, existen en otros pa¨ªses europeos que llevan mucho m¨¢s tiempo que nosotros acogiendo gran cantidad de inmigrantes", a?ade Cebolla. "Otra cosa es que el sistema de partidos espa?ol no permita que el fen¨®meno sea amplio, pero en el nivel micro no nos vamos a diferenciar".
Tom¨¢s Calvo Buezas coincide en el an¨¢lisis. Tiene la perspectiva que le dan varias d¨¦cadas dedicado a este tema. Es catedr¨¢tico em¨¦rito de la Universidad Complutense y fundador del Centro de Estudios sobre Inmigraci¨®n de esta instituci¨®n. "La crisis no es el caldo propicio para la solidaridad, con ella crece el recelo. Es cierto que los inmigrantes se ven tambi¨¦n muy afectados por ella con un 29% de paro entre ellos, pero tambi¨¦n hay un 31% entre los j¨®venes. No se puede decir estad¨ªsticamente que la xenofobia crezca por estos fen¨®menos, pero est¨¢ claro que est¨¢ latente y que ha aumentado". Calvo Buezas recuerda el episodio que hizo saltar las primeras alarmas hace unos a?os: el crimen racista de Aravaca, en noviembre de 1992. La preocupaci¨®n que despert¨® hizo que se tomara conciencia de la situaci¨®n a todos los niveles, pol¨ªtico, social, reglamentario, y se pusieron en marcha muchas iniciativas para favorecer los mensajes positivos y la integraci¨®n. Esta actuaci¨®n hizo que se rebajaran los ¨ªndices de xenofobia y que cuando en 2007 creci¨® la inmigraci¨®n hubiera m¨¢s tolerancia.
Tambi¨¦n resalta este experto el atentado terrorista del 11 de marzo de 2004 en Madrid. "Hizo mucho mal. Contribuy¨® a la asociaci¨®n de los musulmanes con la violencia, por eso hay que tener mucho cuidado con los mensajes que se dan", advierte.
A pesar de todo, nadie discute que Espa?a haya sido, como pa¨ªs y hasta ahora, un ejemplo de tolerancia ante la llegada masiva de inmigrantes que ha ocurrido en los ¨²ltimos 12 a?os. La pol¨ªtica de inmigraci¨®n en Espa?a se ha construido sostenida en el consenso. No ha sido un espacio, como ha ocurrido con otros temas sociales como la educaci¨®n o la sanidad, pasto de la confrontaci¨®n pol¨ªtica en las c¨¢maras parlamentarias o en los pasillos e incluso en las calles. Los partidos mayoritarios se han portado en esta cuesti¨®n de una forma coherente. Es verdad que lo dicen ellos mismos, sus responsables, pero la inmensa mayor¨ªa de los expertos lo certifica.
"La sociedad espa?ola ha sido muy receptiva al fen¨®meno migratorio y la mayor¨ªa de los ayuntamientos est¨¢n haciendo un importante trabajo para favorecer la integraci¨®n, pero es un proceso largo y complejo y la obligaci¨®n de los responsables pol¨ªticos es acompa?arlo, invertir en ¨¦l y poner las condiciones para que transcurra con normalidad", opina la directora general de Integraci¨®n de los Inmigrantes del Ministerio de Trabajo e Inmigraci¨®n, Estrella Rodr¨ªguez Pardo. "Los discursos que alimentan el odio a lo diferente y enfrentan a unos con otros son peligrosos a largo plazo porque en estas cuestiones en muy dif¨ªcil construir y facil¨ªsimo destruir. Es f¨¢cil despertar en la gente el miedo al futuro, al paro, y culpar al que viene de fuera y alimentar los odios. Es dif¨ªcil explicar bien las cosas, prevenir y resolver. La responsabilidad es compartida, entre los programas del Gobierno y los recursos del Gobierno y los que han puesto por su parte las comunidades y ayuntamientos para la integraci¨®n de inmigrantes. Y despu¨¦s de todo ese trabajo, el destrozo que hacen a la sociedad esos mensajes destructivos, ?c¨®mo se arregla y qui¨¦n lo paga?", advierte la directora general.
Aparte de los dos momentos m¨¢s delicados para la pol¨ªtica de inmigraci¨®n en Espa?a (en 2000, con los dos cambios normativos sucesivos, y en 2005, con la regularizaci¨®n extraordinaria de extranjeros), Espa?a, a pesar de las encuestas, no ha vivido grandes confrontaciones por este tema. Pero hay cuestiones que flotan de forma permanente sobre esta calma, una de las cuales suscit¨® la pol¨¦mica de Vic: el derecho al empadronamiento reconocido por la legislaci¨®n espa?ola, se est¨¦ en una situaci¨®n legal o no en el pa¨ªs. Esto es para no pocos especialistas, nacionales e internacionales, una situaci¨®n an¨®mala que deber¨ªa revisarse y es un derecho que resulta dif¨ªcil tanto de entender como de explicar bien a los ciudadanos. Y se trata de una de las cuestiones m¨¢s usadas para lanzar mensajes xen¨®fobos.
"Hay un aumento del rechazo del otro y se produce en los territorios m¨¢s vulnerables y no en los que tienen m¨¢s nivel de renta", advierte la portavoz de Inmigraci¨®n del PSOE en el Congreso de los Diputados, Esperanza Esteve. "Es normal que en un momento de crisis haya cierto temor a que el otro te acabe desplazando a ti, pero lo grave es que una instituci¨®n, un partido, use esta situaci¨®n para crear confrontaci¨®n entre vecinos, agudice las diferencias y ponga la culpabilidad en el que acaba de llegar, eso es muy sucio", se?ala Esteve. "Estos mensajes juegan con un proceso de cambio social delicado en un momento en el que la percepci¨®n de la diversidad es muy alta y, aunque hay d¨¦ficits, se est¨¢ trabajando duro en los sitios en los que hay m¨¢s problemas y son lugares en los que hay que cuidar mucho la convivencia, huir de los agravios comparativos y desmontar mensajes negativos. As¨ª que el da?o que hacen esas pol¨ªticas xen¨®fobas es enorme y es muy irresponsable por parte de esos partidos permitir que se quiebre as¨ª la convivencia para ara?ar apenas unos votos", concluye la portavoz socialista.
Su hom¨®logo en el PP, el portavoz de Inmigraci¨®n Rafael Hernando, considera que "hay datos preocupantes en el intento de utilizar este tema para captar votos, porque la sociedad ha sido bastante tolerante en los ¨²ltimos tiempos, dado que Espa?a es el pa¨ªs que ha recibido m¨¢s inmigrantes en los ¨²ltimos 25 a?os, y no se han producido elementos de xenofobia, como pas¨® en Francia". Pero opina que la cuesti¨®n es que el Gobierno "no ha tomado medidas serias para atajar el problema de la llegada masiva de inmigrantes, como demuestra que el a?o pasado, a pesar de la crisis, se dieran 325.000 tarjetas". Hernando insiste en que la ley ha dejado muchas cosas sin resolver: "Es m¨¢s f¨¢cil venir ilegalmente que de forma legal para los inmigrantes y a trav¨¦s del arraigo se est¨¢ produciendo adem¨¢s un nuevo proceso de regularizaci¨®n", advierte.
El portavoz popular califica como "desafortunado" el panfleto repartido en Badalona y menciona que tambi¨¦n lo han sido "las redadas de Interior contra los marroqu¨ªes". "El problema es que se han primado mucho los derechos y muy poco las obligaciones de los que vienen, como el respetar nuestra legislaci¨®n. Venir a nuestro pa¨ªs es un privilegio para muchos extranjeros, reciben sanidad y educaci¨®n gratuita, pero tienen que tener en cuenta que tambi¨¦n hay unas normas que deben cumplir que hablan de la igualdad entre hombres y mujeres, por ejemplo, en referencia al uso del velo isl¨¢mico en los lugares p¨²blicos", explica. "Para evitar el rechazo hay que conseguir que la gente venga legalmente y que cumpla con las normas que tenemos, que son iguales para todos. Es en ellas, en nuestras leyes, en nuestro ordenamiento, donde est¨¢ el l¨ªmite de lo que se puede hacer o no, se sea espa?ol o inmigrante", concluye.
Carles Campuzano, portavoz de Inmigraci¨®n de CiU en el Congreso, que conoce de cerca los ¨²ltimos casos, opina que "si hay xenofobia es por el discurso populista que se ha utilizado pero tambi¨¦n por la realidad, por los problemas que no se han abordado bien". Campuzano tambi¨¦n insiste en que, dada la intensidad del fen¨®meno de la inmigraci¨®n en Espa?a, ha imperado mayoritariamente el sentido com¨²n, pero subraya que "el discurso que culpabiliza tiene ¨¦xito porque hay problemas en la calle que no han resuelto". Y lo explica: "Alrededor de las personas a las que se dirige ese discurso est¨¢ el paro, pero tambi¨¦n cuestiones cercanas, como el cambio de su barrio, que ya no tiene nada que ver con el que era y muchos que llevan all¨ª toda la vida lo sienten extra?o. No se puede culpabilizar al votante, es un error, porque a base de eso no se va a evitar que contin¨²en votando a los populistas. Hay que tomar iniciativas. El modelo legal, por el marco y la puesta en pr¨¢ctica no es bueno, y cuando superemos esta crisis econ¨®mica hay que abrir una reflexi¨®n sobre qu¨¦ modelo de inmigraci¨®n va a necesitar Espa?a. Porque la demograf¨ªa exigir¨ªa m¨¢s trabajadores de origen extranjero y no podemos repetir el mismo modelo que hay ahora", advierte el portavoz de CiU.
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