Bar?a, por activa y por pasiva
El cuadro de Pascual deshace el nudo ruso del CSKA y se planta en su s¨¦ptima final
El Barcelona se gan¨® el derecho a disputar su s¨¦ptima final de la Euroliga pasando por el dur¨ªsimo y tenso examen al que le someti¨® el CSKA de Mosc¨², un crucigrama de dificil¨ªsima resoluci¨®n. El partido se convirti¨® en un permanente acoso del equipo ruso, que atent¨® a las constantes de juego del Regal Bar?a por todos los medios a su alcance, buena defensa y agresividad. As¨ª intent¨® desactivar el talento, a base de negar espacios y velocidad en la ejecuci¨®n. Pero el Barcelona le pag¨® con la misma moneda, y con creces. Tambi¨¦n en esa din¨¢mica estuvo casi siempre un par de enteros por encima, echando mano de la defensa que le ha convertido en el equipo que menos puntos recibe en Europa, y con diferencia. Al mismo tiempo, despleg¨® un surtido de recursos en ataque que, antes o despu¨¦s, pese a todos las dificultades del juego planteado por el CSKA, acabaron dando un r¨¦dito m¨¢s que suficiente.
Mickeal, adem¨¢s de apechugar con Siskauskas, mantuvo al Barcelona al inicio
Volvi¨® a crear problemas Siskauskas, como hace un a?o en Berl¨ªn cuando fue el verdugo del Barcelona, pero esta vez el alero lituano fue mucho mejor controlado por Mickeal y Grimau y se qued¨® demasiado s¨®lo ante un rival superior en recursos y en jugadores capaces de aportar soluciones, tambi¨¦n en un partido tan trabado y poco apto para los virtuosismos. Gracias a su buena din¨¢mica colectiva y a su fortaleza ante las situaciones m¨¢s exigentes, el Bar?a se sali¨® con la suya. Y eso significa que despu¨¦s de un garrafal y desesperante inicio (2-9) acab¨® prevaleciendo la fantas¨ªa, la vivacidad y el instinto ofensivo de Ricky Rubio, la insistencia de Navarro y Lorbek, que mantuvieron el tipo cuando no les entraba ni una y acabaron destap¨¢ndose cuando m¨¢s lo necesit¨® el equipo. Mickeal, adem¨¢s de apechugar con el marcaje a Siskauskas, fue el que mantuvo al Barcelona en su horrible inicio de partido con ocho puntos de los 12 que sum¨® el equipo en todo el primer cuarto.
En esa din¨¢mica, la resistencia f¨ªsica y mental se antoja fundamental. No hay mu?ecas calientes. No hay ritmo. S¨®lo cobra dividendos la insistencia en un juego coherente, acabe o no en canasta, y vuelta a la defensa. Si Navarro fallaba, si Lorbek, Ricky y Morris no las met¨ªan, lo b¨¢sico es que el equipo no perdiera pie. La prioridad era que los 11 lanzamientos fallados en el primer cuarto, incluidos los seis triples que intent¨® el Barcelona, no hicieran mella. Los da?os de la batalla se minimizaban en defensa.
El primer triple lo obtuvo Lakovic y sirvi¨® para marcar un parcial de 11-0 en una muestra de que al CSKA tambi¨¦n le costaba un mundo ver canasta. Holden acab¨® fallando hasta siete triples, Khryapa sum¨® muy pronto cuatro faltas y acab¨® jugando muchos minutos con la espada de Damocles sobre su cabeza. N'Dong, saliendo del banquillo, se asoci¨® con Navarro para darle otro empell¨®n al Bar?a que, con otro parcial de 10-0, abri¨® una brecha de ocho puntos (27-19), m¨ªsera si se quiere en otro tipo de partidos o de situaciones.
El Barcelona fue mucho mejor cuando se abrieron algo m¨¢s los espacios y acab¨® encarando la recta final con todo a favor. A¨²n as¨ª, el CSKA sigui¨® apretando y se puso a tres puntos (53-50) a algo m¨¢s de tres minutos para el final. Poco despu¨¦s los ¨¢rbitros castigaron con una falta intencionada a V¨¢zquez. Pero Kaun redonde¨® el horrible porcentaje de tiros libres del CSKA, 4 de 9, y el Barcelona no fall¨® a la hora de rematar su trabajo.
Tres puntos consecutivos de V¨¢zquez y un triple de Lorbek dejaron el partido visto para sentencia. Ricky Rubio puso la guinda con el ¨²ltimo triple que redonde¨® la clasificaci¨®n del Bar?a para la final, la tercera que disputar¨¢ en Par¨ªs tras las que perdi¨® en 1991 y 1996, con el famoso tap¨®n ilegal a Montero. Pero aquello fue hace mucho, ahora es tiempo para el equipo de Xavi Pascual y para que luche por una corona que lleva entre ceja y ceja durante toda la temporada, y a¨²n m¨¢s desde que hace un a?o el CSKA lo dej¨® en Berl¨ªn sin la final de la Euroliga.
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