William Walker, bar¨ªtono estadounidense

Fue uno de los bar¨ªtonos estadounidenses m¨¢s carism¨¢ticos y populares de la compa?¨ªa del Metropolitan de Nueva York durante los a?os sesenta y setenta, y no s¨®lo por su potente voz, sino porque William Walker, que falleci¨® el 10 de abril a los 78 a?os a causa de un c¨¢ncer en su casa de Forth Worth, Tejas (Estados Unidos), fue un sure?o de arrolladora personalidad, extravertido, vital y entusiasta, cuyas frecuentes apariciones televisivas, en especial en el c¨¦lebre show de Johnny Carson, le granjearon gran popularidad. En las 18 temporadas que cant¨® en el Metropolitan, de marzo de 1962 a junio de 1978, particip¨® en 364 funciones, seg¨²n los archivos del coliseo neoyorquino, y tras su retiro como bar¨ªtono, en 1982, revitaliz¨® y rescat¨® de la quiebra la ?pera de Forth Worth, de la que fue director entre 1991 y 2002.

William Sterling Walker naci¨® en Waco, Tejas, el 29 de octubre de 1931. Seis a?os despu¨¦s su familia se fue a Forth Worth para escapar de la pobreza que asolaba las zonas rurales tras la Gran Depresi¨®n de 1929. A los 12 a?os empez¨® a cantar profesionalmente, aunque so?aba con ser jugador de b¨¦isbol, pero su padre le aconsej¨® que se dedicara a cantar tras verle fallar cuatro tandas con el bate en una misma noche. Al terminar el instituto, en 1949 ingres¨® en la Universidad Cristiana de Tejas para estudiar canto. Al tener que ir a la guerra de Corea, de donde regres¨® con la Estrella de Bronce, interrumpi¨® su formaci¨®n y no pudo graduarse hasta 1956.

Inici¨® su carrera como bar¨ªtono en el mundo de las variedades y el teatro musical con peque?as incursiones en la ¨®pera hasta que, tras debutar en Broadway en 1960, realiz¨® una audici¨®n en el Metropolitan de Nueva York y consigui¨® que le contrataran en 1962. Los primeros papeles que cant¨® all¨ª fueron peque?os, pero su participaci¨®n en programas de televisi¨®n catapultaron su carrera oper¨ªstica.

Su repertorio abarc¨® desde el clasicismo de Mozart al verismo de Puccini, pasando por Donizetti, Gounod, Verdi, Bizet, Chaikovski e incluso Wagner. Uno de los papeles que m¨¢s veces interpret¨® fue el de Marcello en La Boh¨¨me, que cant¨® en m¨¢s de 30 ocasiones en el Metropolitan.

Recitales con an¨¦cdotas

En sus recitales, en los que frecuentemente mezclaba en el programa arias de ¨®pera con canciones de musical, sol¨ªa dirigirse al p¨²blico desde el escenario para trufar con historias y an¨¦cdotas sus interpretaciones, lo que lo alejaba del cl¨¢sico cantante de ¨®pera. Tambi¨¦n particip¨® en numerosos conciertos como solista con algunas de las mejores orquestas de Estados Unidos, como la Filarm¨®nica de Nueva York, la Orquesta de Filadelfia y la Sinf¨®nica de Chicago.

Centr¨® su carrera oper¨ªstica en EE UU y, al margen de sus actuaciones en Canad¨¢, s¨®lo actu¨® en Islandia, Suecia y Polonia, como parte de embajadas culturales de EE UU en el extranjero. Su limitada discograf¨ªa se centra en el mundo del musical.

Despu¨¦s de retirarse, imparti¨® clases magistrales en diversas universidades hasta que, en 1991, fue contratado como director en la modesta y provinciana ?pera de Forth Worth. Walker estaba convencido de que s¨®lo con buenos cantantes se puede hacer buena ¨®pera y, con esta filosof¨ªa y focalizando la programaci¨®n en el repertorio italiano y franc¨¦s, transform¨® la compa?¨ªa, con j¨®venes y talentosos cantantes, en un solvente y ambicioso teatro de provincias. En 2002 dej¨® el cargo, pero sigui¨® vinculado al coliseo l¨ªrico tejano como director ejecutivo em¨¦rito.