'Cruising', contactos de riesgo
El colectivo gay denuncia robos y extorsiones en zonas de encuentros sexuales
Zou descubri¨® su sexualidad a trav¨¦s del cruising, aunque con 14 a?os fuera incapaz de identificar lo que hac¨ªa con esa pr¨¢ctica. "Viv¨ªa en el campo y quedaba con chicos y hombres mayores para tener sexo lejos de la comunidad y de la familia", explica, ya en la cuarentena, este franc¨¦s afincado en Barcelona. Aqu¨ª es donde Zou ha vivido la versi¨®n m¨¢s amarga de esta pr¨¢ctica por la que dos hombres mantienen sexo an¨®nimo, r¨¢pido y gratuito al aire libre, y que se ve amenazada por la actividad de j¨®venes que acuden a esos lugares de encuentro con el fin de robar y extorsionar.
Ocurri¨® en 2008, en un parque junto a Gl¨°ries. "Dos marroqu¨ªes se me acercaron y uno de ellos, con el pene fuera, me dijo que quer¨ªa tener relaciones. Me negu¨¦ y amenaz¨® con violarme". Zou se vio obligado a practicarle una felaci¨®n. Los agresores, adem¨¢s, intentaron estrangularle con una barra y robarle la bolsa. "Unos chicos salieron en mi ayuda. En el cruising hay mucha solidaridad", concluye.
Incidentes de este calibre son infrecuentes. El 95% de los delitos que ocurren en estas zonas de ligue -en Barcelona, las m¨¢s frecuentadas son los parques de Montju?c y Sagrada Fam¨ªlia- son hurto al descuido y robos. "A veces, basta con una intimidaci¨®n: si no me das dinero, le dir¨¦ a tu familia que has estado aqu¨ª", explica la intendente Roc¨ªo Rubio, jefa de la comisar¨ªa del Eixample y responsable de las relaciones con el colectivo de gays, lesbianas, transexuales y bisexuales.
La participaci¨®n en el cruising de varones que no han salido del armario favorece la sensaci¨®n de impunidad entre los delincuentes porque, en muchos casos, las v¨ªctimas no se atreven a denunciar. "Muchos son hombres que llevan una doble vida o heterosexuales que buscan nuevas experiencias. Los ladrones suelen ser j¨®venes, por lo que son un reclamo seguro. Cuando han engatusado a su v¨ªctima, la extorsionan", apunta Eugeni Rodr¨ªguez, portavoz del Frente de Liberaci¨®n Gay de Catalu?a. "La situaci¨®n se ha vuelto peligrosa desde hace unos a?os", a?ade.
La sensaci¨®n de vulnerabilidad es doble. Al miedo a ir a comisar¨ªa se suman la iluminaci¨®n escasa, poca gente alrededor... "Algunos est¨¢n medio desnudos y con poca capacidad de reacci¨®n, y el delincuente lo aprovecha", opina V¨ªctor Argelaguet, de la asociaci¨®n de polic¨ªas Gaylespol. Argelaguet recomienda extremar las precauciones y, por ejemplo, llevar el dinero justo en los bolsillos -"es una pr¨¢ctica gratuita", recuerda- y no exhibir tecnolog¨ªa codiciada, como un iPod.
Tambi¨¦n se han registrado, de forma espor¨¢dica, agresiones hom¨®fobas: un grupo visita un parque de cruising para atacar a gays por su condici¨®n sexual. Hace unos a?os, en Montju?c, un ataque se cobr¨® la vida de una persona. "Son agresiones gratuitas y motivadas por el odio, pero son las menos", matiza la intendente Rubio. Rodr¨ªguez opina que incluso los hurtos poseen un componente hom¨®fobo. "Piensan que el gay es d¨¦bil y por eso le roban". Pero ni Argelaguet ni Rubio, ambos polic¨ªas, comparten esa visi¨®n. "Es una cuesti¨®n de oportunidad", tercia Argelaguet.
El cruising no siempre se practica en parques. Los lavabos de un centro comercial, las ¨¢reas de descanso de una autopista, una estaci¨®n de ferrocarril o la playa -como la de Chern¨®bil, en Sant Adri¨¤- son lugares igualmente aptos. La esencia se mantiene: dos hombres adultos, de mutuo acuerdo, tienen un encuentro sexual sin ataduras. Pero hay quien ofrece sexo por dinero, una pr¨¢ctica que "desvirt¨²a el cruising", seg¨²n Rodr¨ªguez.
Ferran Pujol, director de BCN Checkpoint (un centro para la detecci¨®n del VIH en gays) recuerda c¨®mo, en pleno franquismo, "decenas de hombres" se juntaban en los accesos subterr¨¢neos del metro de la plaza de Catalu?a para buscar relaciones. "El cruising ha existido toda la vida y comporta riesgos, como cualquier otra actividad sexual. Aunque, si el lugar no es adecuado, es dif¨ªcil tener medidas preventivas a mano", se?ala Pujol, quien admite que el panorama ha cambiado de forma radical.
En ¨¦pocas represivas, era casi la ¨²nica forma de tener encuentros. Pero la irrupci¨®n de Internet ha sustituido (s¨®lo en parte) esta pr¨¢ctica, aunque ha arrastrado los mismos riesgos de seguridad. "Hay gente mayor que ha recibido a alguien en su casa y le han robado. En 2006, en Ripollet, a un chico le citaron unos cabezas rapadas para quedar en un descampado. Le apalearon", remarca Argelaguet. Para frenar esos riesgos, han aparecido en Barcelona algunos locales donde se pueden establecer relaciones. Algunos lo prefieren porque ganan en seguridad e higiene. Otros, en cambio, los rechazan y creen que parte de la gracia del cruising est¨¢, precisamente, en su car¨¢cter semiclandestino y al aire libre.
Para Zou, las "zonas de ligue no comercial" han perdido peso. "Antes, Barcelona era el para¨ªso del cruising. Hab¨ªa una gran libertad. Pero las intervenciones en el espacio p¨²blico se han ido comiendo terreno. Con el argumento de que la calle es peligrosa, se est¨¢ perdiendo para el pueblo", remacha.
El debate del espacio p¨²blico
El cruising ha originado, en Barcelona, un pu?ado de protestas de vecinos y entidades, que han pedido a las autoridades erradicar esa pr¨¢ctica. Los motivos alegados van desde la proximidad de menores a los parques hasta el supuesto incivismo de los usuarios. En Barcelona, la ordenanza de civismo castiga el sexo de pago en la v¨ªa p¨²blica. Pero nada se dice del sexo gratuito, por lo que no ha lugar para la acci¨®n policial.
"Hay cierta confusi¨®n. Parece l¨®gico que est¨¦ sancionado, pero no hay ninguna norma penal o administrativa que lo castigue", se?ala la intendente Rubio. Argelaguet, de Gaylespol, entiende que, por la suciedad en algunas ¨¢reas de cruising -condones y pa?uelos tirados por el suelo- las autoridades "adopten medidas que tiendan a eliminar estas zonas", pero subraya que no hay demasiados problemas de convivencia. Para Rodr¨ªguez, de FAGC, se corre el riesgo de "perder el espacio p¨²blico".
Educar a los polic¨ªas
No todo el mundo sabe qu¨¦ es el cruising. Eso incluye a los polic¨ªas, que en ocasiones "lo asimilan a la prostituci¨®n", dice la intendente del Eixample Roc¨ªo Rubio, cuando en realidad "es una forma de relacionarse entre adultos". En junio de 2008, los Mossos d'Esquadra se dotaron de un protocolo para registrar los delitos hom¨®fobos. En este tiempo, la asociaci¨®n Gaylespol ha realizado charlas con polic¨ªas locales y mossos. "La polic¨ªa ha pasado de reprimir esa pr¨¢ctica a preservar la seguridad de las personas", insiste Rubio.
Los polic¨ªas no son los ¨²nicos que pueden toparse con el cruising. A los vigilantes de seguridad puede ocurrirles lo mismo en los lavabos p¨²blicos de alg¨²n centro comercial. En algunos casos, los vigilantes han irrumpido en aseos ocupados por gays, algo que no har¨ªan, seg¨²n el colectivo, si la pareja pillada en flagrante fuera heterosexual.
La polic¨ªa metropolitana de Londres, as¨ª como la holandesa, han elaborado gu¨ªas en las que se recomienda vigilar regularmente las ¨¢reas de cruising sin interferir bruscamente la actividad o evitar registrar las matr¨ªculas de los coches aparcados cerca de all¨ª. Los Mossos y Gaylespol han impulsado campa?as para incentivar denuncias por homofobia.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.
Sobre la firma
Archivado En
- Hurto
- Ordenanzas municipales
- Atracos
- Chantajes
- Extorsiones
- Robos
- Sobornos
- Barcelona
- Polic¨ªa auton¨®mica
- Homosexualidad
- Delitos econ¨®micos
- Catalu?a
- Polic¨ªa
- Orientaci¨®n sexual
- Sexualidad
- Comunidades aut¨®nomas
- Ayuntamientos
- Fuerzas seguridad
- Delitos
- Administraci¨®n auton¨®mica
- Espa?a
- Administraci¨®n local
- Pol¨ªtica municipal
- Sociedad
- Pol¨ªtica