La desesperante improvisaci¨®n
Hace ya demasiadas semanas que los lunes empiezan conteniendo la respiraci¨®n: no se sabe qu¨¦ van a hacer los mercados burs¨¢tiles, de deuda y de cambios, lo que afecta directamente al bienestar econ¨®mico de los ciudadanos. La volatilidad es extrema y puede ocurrir cualquier cosa, una y la contraria, lo que indica el escaso grado de gobernabilidad de la econom¨ªa y, en sentido contrario, los enormes grados de incertidumbre.
Ayer esto suced¨ªa lejos, pero ahora el p¨¢nico y el riesgo sist¨¦mico ha llegado a la vieja Europa y al coraz¨®n del imperio que observa c¨®mo una maniobra de la que todav¨ªa no se conoce su origen (y sus protagonistas) puede llevar el p¨¢nico a Wall Street en cuesti¨®n de minutos, como aconteci¨® el pasado jueves. Los mercados financieros hacen agachar la cerviz a los Gobiernos representativos y los amenazan, poniendo en cuesti¨®n la esencia de la democracia.
Por primera vez existe el temor de que los ni?os europeos de hoy vivan peor que sus padres
Los mercados financieros amenazan a los Gobiernos representativos, lo que cuestiona la democracia
Hoy ser¨¢ un d¨ªa importante, de uno u otro signo, en la UE, despu¨¦s de los movimientos defensivos de sus l¨ªderes de los ¨²ltimos d¨ªas. De repente se ha juntado en Bruselas lo urgente y lo importante, en el interior de la m¨¢s grave crisis que ha padecido la Uni¨®n. Lo importante est¨¢ contenido en el informe Proyecto Europa 2030, presentado por Felipe Gonz¨¢lez como presidente del grupo de reflexi¨®n sobre el futuro. M¨¢s all¨¢ de las medidas concretas que reclama (reformas urgentes, profundas y radicales), obs¨¦rvese la descripci¨®n de partida y sus reflexiones sobre la calidad de la democracia. La primera: crisis econ¨®mica global, Estados yendo a salvar a sus bancos, envejecimiento de las poblaciones que amenazan la competitividad de las econom¨ªas y la sostenibilidad del modelo social, presiones a la baja en costes y salarios, desaf¨ªo por el cambio clim¨¢tico, creciente dependencia energ¨¦tica, cambio hacia el Este en la distribuci¨®n global de la producci¨®n y el ahorro y, por encima de todo ello, las amenazas del terrorismo, crimen organizado y proliferaci¨®n de armas de destrucci¨®n masiva. "Por primera vez en la reciente historia de Europa existe el temor generalizado de que los ni?os de hoy tendr¨¢n una situaci¨®n menos acomodada que la generaci¨®n de sus padres".
El Grupo de Reflexi¨®n entiende que hay un debilitamiento de la pol¨ªtica como factor de regulaci¨®n del desarrollo econ¨®mico y social. La relaci¨®n entre las instituciones y los ciudadanos se ha caracterizado por un "consenso pasivo" pero la situaci¨®n ha cambiado y ahora los europeos demandan m¨¢s a la UE, son muy cr¨ªticos con sus resultados y expresan dudas sobre la legitimidad del proyecto europeo. Por ello hay que actualizar el pacto entre la UE y sus ciudadanos, que se manifest¨® en los a?os cincuenta, y que dio lugar a la edad de oro del capitalismo y a la creaci¨®n de los modernos Estados del bienestar.
Lo urgente viene determinado por la resistencia de los Estados a la especulaci¨®n y al efecto contagio de la misma sobre los pa¨ªses perif¨¦ricos de la moneda ¨²nica. Dos escenarios que hasta hace unas semanas eran considerados imposibles son ahora plausibles: la implosi¨®n de la zona euro y la fragmentaci¨®n de los pa¨ªses de la misma en dos categor¨ªas, dependiendo de la sostenibilidad de sus finanzas p¨²blicas. Los l¨ªderes europeos buscan un mecanismo europeo de estabilidad que debe comprender medidas ejecutivas inmediatas como la compra de deuda p¨²blica de los pa¨ªses europeos para detener el deterioro de los mercados, como hicieron hace unos meses la Reserva Federal (Fed) y el Banco de Inglaterra ante circunstancias igualmente dif¨ªciles de sus respectivos mercados. Pero adem¨¢s, los bancos europeos, beneficiados por ingentes cantidades de dinero p¨²blico para arreglar sus problemas de solvencia y liquidez, deben renovar la deuda de los Estados mientras se mantenga la escalada especulativa. Otra cosa ser¨ªa imposible de comprender por la ciudadan¨ªa.
Es desesperante contemplar la acci¨®n improvisadora de la UE y la lentitud de la misma ante los problemas que le surgen, sin avanzar de una vez en la gobernabilidad econ¨®mica de la zona y su institucionalizaci¨®n. Y de hacer hincapi¨¦, de nuevo, en el concepto de estabilizaci¨®n, olvidando el de crecimiento, cuando la regla n¨²mero uno del Tratado de Maastricht, el Pacto de Estabilidad y Crecimiento (PEC) -aquel que defin¨ªa el carn¨¦ de entrada a la zona euro-, incluye los dos al mismo nivel.
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