La 'Nakba' palestina
Hoy Israel celebra los 62 a?os de su creaci¨®n, el 15 de mayo de 1948. Para los palestinos, hoy se conmemoran 62 a?os de la Nakba -nuestra cat¨¢strofe nacional y personal, la p¨¦rdida de nuestra patria ancestral y la dispersi¨®n en el exilio de las tres cuartas partes de nuestro pueblo-. El pueblo palestino todav¨ªa espera el reconocimiento por parte de Israel de su responsabilidad en tal cat¨¢strofe y un acuerdo para resolver el conflicto que est¨¦ basado en el Derecho Internacional, incluyendo las resoluciones de la ONU.
Yo experiment¨¦ el exilio en primera persona. El 13 de mayo de 1948, un d¨ªa antes de la declaraci¨®n del Estado de Israel, mi ciudad natal, Jaffa, fue capturada por fuerzas sionistas. Setenta mil palestinos cristianos y musulmanes fueron forzados a salir de la ciudad, la mayor¨ªa de ellos por mar, hacia Gaza, Egipto y L¨ªbano. La mayor¨ªa de la poblaci¨®n de Jaffa fue literalmente lanzada al mar y nunca se le permiti¨® retornar. Yo ten¨ªa 10 a?os.
Tal d¨ªa como hoy, en 1948, comenz¨® una tragedia por la que hay ahora m¨¢s de siete millones de refugiados
Esta misma realidad la vivieron m¨¢s de 726.000 palestinos cristianos y musulmanes que en 1948 abandonaron aterrorizados sus hogares, o fueron expulsados por la fuerza, en buena parte de lo que entonces era la Palestina del Mandato Brit¨¢nico, mientras se asesinaba a cientos de sus compatriotas.
Ese dolor lo experiment¨¦ yo, as¨ª como, mientras crec¨ªa, escuch¨¦ muchas otras historias de dolor y lucha. En aquel tiempo, y durante muchos a?os, se tuvo la intenci¨®n de negar nuestra historia. Pero hoy nadie puede hacerlo. Incluso historiadores israel¨ªes como Benny Morris e Ilan Pappe han confirmado lo que nosotros sab¨ªamos desde hace mucho tiempo.
Junto con la expulsi¨®n de las personas, m¨¢s de 418 aldeas palestinas fueron arrasadas. Pr¨¢cticamente todas las propiedades de los palestinos, incluyendo las que pertenec¨ªan a palestinos que lograron permanecer en ¨¢reas que quedaron bajo exclusivo control israel¨ª, fueron confiscadas por el naciente Estado de Israel, en beneficio exclusivo de los jud¨ªos.
En 1952, cuando el Parlamento israel¨ª aprob¨® su ley de nacionalidad, a los refugiados palestinos se les neg¨® la opci¨®n de ciudadan¨ªa en el nuevo Estado. Y se tomaron medidas adicionales para prohibirnos el retorno a nuestro pa¨ªs y a nuestros hogares.
Tanto la expulsi¨®n de palestinos en 1948 como las posteriores medidas para hacer del desplazamiento algo permanente se tomaron contraviniendo el derecho internacional.
Esta situaci¨®n se vio agravada por la ocupaci¨®n militar israel¨ª de Cisjordania y la Franja de Gaza en 1967. De nuevo, cientos de miles de palestinos tuvieron que dejar sus hogares, e Israelexpandi¨® su control al restante 22% de nuestra patria hist¨®rica.
Hoy el completo cerco de la Franja de Gaza, la continuaci¨®n de los asentamientos y la presencia del muro en Cisjordania, el aislamiento de Jerusal¨¦n Este de su entorno hist¨®rico, est¨¢n provocando una mayor fragmentaci¨®n y desposesi¨®n palestina. Claramente, la Nakba contin¨²a.
En la actualidad hay m¨¢s de siete millones de refugiados palestinos. Constituyen la mayor poblaci¨®n de refugiados del mundo y la m¨¢s prolongada en el tiempo. La vulnerabilidad de los refugiados palestinos, como resultado de su largo exilio y la falta de un Estado, contribuye a la inestabilidad regional en el Oriente Pr¨®ximo y a su inseguridad, desde Irak y L¨ªbano a la Franja de Gaza.
Como palestino, yo no puedo olvidar el desarraigo de mi naci¨®n, que ha conformado mi historia y que ha supuesto una dura realidad para mi pueblo. Al mismo tiempo, los palestinos hemos expresado nuestro deseo de lograr una conciliaci¨®n y avanzar sobre la base de un acuerdo que reconozca e implemente de forma justa nuestros derechos.
En el curso de los 62 a?os desde la Nakba Palestina, la responsabilidad de Israel en el desplazamiento forzoso y la desposesi¨®n del pueblo palestino ha sido claramente reconocida por muchos historiadores y acad¨¦micos del Derecho Internacional. El derecho individual de los palestinos a optar por el retorno a sus hogares y decidir su propio destino es proclamado por la comunidad internacional en la Resoluci¨®n de la Asamblea General de Naciones Unidas n¨²mero 194. Pero en la pr¨¢ctica a los palestinos se les niegan los m¨¢s elementales derechos humanos.
Lamento profundamente que Israel contin¨²e haciendo caso omiso de la Iniciativa de Paz ?rabe (IPA), adoptada por la Liga ?rabe en Beirut en marzo de 2002. La IPA pide la creaci¨®n de un Estado palestino independiente en Cisjordania y la Franja de Gaza, con las fronteras anteriores a 1967, con Jerusal¨¦n Este como su capital, y una soluci¨®n justa a la cuesti¨®n de los refugiados palestinos que sea acordada entre las partes, basada en la Resoluci¨®n 194 de la ONU, a cambio de la normalizaci¨®n de relaciones con Israel y una paz duradera.
La Iniciativa de Paz ?rabe ha sido repetidamente apoyada por los pa¨ªses ¨¢rabes. Y adicionalmente, la Organizaci¨®n de la Conferencia Isl¨¢mica (OCI) que representa a 57 pa¨ªses musulmanes, se ha sumado a la misma como base para terminar con el conflicto ¨¢rabe/palestino-israel¨ª. Ello significa, en t¨¦rminos pr¨¢cticos, conseguir la paz entre Israel y m¨¢s de 1.200 millones de ¨¢rabes y musulmanes en todo el mundo.
La paz se logra entre iguales, respetando cada lado la historia e identidad del otro, as¨ª como entendiendo el discurso del otro. Como la historia demuestra, los Estados cometen errores, s¨ª, pero tambi¨¦n se fortalecen cuando los reconocen y se disculpan. Es prioritario lograr el acuerdo propuesto por la Iniciativa de Paz ?rabe. De la misma forma, es necesario que los palestinos sean reconocidos como seres humanos que reciben el mismo tratamiento y aplicaci¨®n de las mismas leyes que a otros refugiados y v¨ªctimas de conflictos, incluyendo su derecho al retorno y a tener libertad de elegir su futuro.
Para lograr una paz verdadera es necesario que Israel reconozca su responsabilidad en la creaci¨®n y prolongaci¨®n de la tragedia de los refugiados palestinos. Ese reconocimiento no es una amenaza contra su existencia. Por el contrario, al hacerlo, Israel, inevitablemente, capacitar¨ªa a nuestros respectivos l¨ªderes y ciudadanos para establecer la paz sobre la base de un acuerdo pol¨ªtico. En la 62? conmemoraci¨®n de la Nakba palestina, invito a Israel a asumir sus responsabilidades, reconocer nuestros sufrimientos y nuestros derechos y trabajar con nosotros en busca de la paz, la reconciliaci¨®n hist¨®rica y el fin del conflicto.
Nabil Shaath, uno de los arquitectos del Proceso de Paz de Oslo, es miembro del Comit¨¦ Central de Al Fatah y encargado de sus relaciones internacionales. Fue responsable de Exteriores de la Autoridad Nacional Palestina bajo el mandato de Yasir Arafat.
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