EE UU frena el plan de Erdogan y Lula
Hillary Clinton anuncia un acuerdo con Rusia y China para sancionar a Teher¨¢n - El Consejo de Seguridad de la ONU se moviliza tras la iniciativa turco-brasile?a
Anticip¨¢ndose con urgencia a lo que entiende como un intento de cortocircuitar su pol¨ªtica exterior, Estados Unidos anunci¨® ayer un acuerdo con las principales potencias de Naciones Unidas, incluidas Rusia y China, para aprobar inmediatamente sanciones contra Ir¨¢n. De esta manera, la Administraci¨®n norteamericana quiere evitar que Ir¨¢n utilice el acuerdo anunciado por Brasil y Turqu¨ªa para ganar tiempo en el desarrollo de su programa nuclear.
El anuncio, hecho por la secretaria de Estado, Hillary Clinton, ante el Congreso, permite acelerar el debate en el Consejo de Seguridad de la ONU, donde ayer empez¨® a circular el borrador de lo que ser¨¢ un severo paquete de medidas contras el r¨¦gimen iran¨ª. Pero, sobre todo, consigue abortar el intento de diplomacia alternativa que dos pa¨ªses de gran influencia entre el grupo de naciones emergentes -uno de ellos musulm¨¢n; el otro, una potencia econ¨®mica- parec¨ªan poner en marcha con el sorprendente acuerdo sobre Ir¨¢n.
Washington trata de abortar la diplomacia alternativa de los dos pa¨ªses emergentes
Las medidas pueden causar un gran da?o a la econom¨ªa del r¨¦gimen isl¨¢mico
"Hemos alcanzado un acuerdo sobre un duro borrador con la cooperaci¨®n de Rusia y China", declar¨® Clinton ante un comit¨¦ del Senado. "Creo que este anuncio es una respuesta convincente a los esfuerzos desarrollados en Teher¨¢n en los ¨²ltimos d¨ªas".
Aunque no lo dijo, la secretaria de Estado se refer¨ªa a la reuni¨®n por sorpresa que el presidente de Brasil, Luiz In¨¢cio Lula da Silva, y el primer ministro de Turqu¨ªa, Recep Tayyip Erdogan, mantuvieron el pasado domingo en Teher¨¢n con el presidente de Ir¨¢n, Mahmud Ahmadineyad, y que concluy¨® con un compromiso para que este ¨²ltimo pa¨ªs enviara parte de su uranio a Turqu¨ªa a fin de someterlo all¨ª al proceso de enriquecimiento.
Ese acuerdo despert¨® inmediatamente las sospechas de los pa¨ªses que integran el Grupo 5+1 (los cinco miembros permanentes del Consejo de Seguridad m¨¢s Alemania), que vieron la operaci¨®n como una simple maniobra pol¨ªtica promovida por dos pa¨ªses con fuertes intereses econ¨®micos en Ir¨¢n y con voluntad de ganar relevancia internacional. Si Ir¨¢n se ech¨® atr¨¢s del acuerdo que alcanz¨® en octubre con el G-5+1 para enviar el uranio a Rusia, ?qu¨¦ garant¨ªas hab¨ªa ahora para creer en un acuerdo similar que, adem¨¢s, no concede ning¨²n papel al Organismo Internacional de la Energ¨ªa At¨®mica?
En Washington, el acuerdo de Teher¨¢n se interpret¨® inmediatamente como una argucia para evitar las sanciones, y el Departamento de Estado apret¨® al m¨¢ximo el acelerador en una negociaci¨®n que caminaba con el habitual ritmo cansino que se practica en Naciones Unidas. De la noche a la ma?ana, literalmente, se pas¨® del peligro de que el proyecto de sanciones fuese torpedeado a la discusi¨®n de un borrador entre los miembros del Consejo de Seguridad. Esa urgencia se explica en parte, desde luego, por la amenaza cada d¨ªa m¨¢s evidente de que Ir¨¢n construya un arma nuclear. Pero, sobre todo, por la llamativa cumbre de Teher¨¢n. "Hay una serie de preguntas sin respuestas sobre el anuncio procedente de Teher¨¢n", admiti¨® ayer Clinton.
Algunas de ellas son preguntas que afectan al predominio de la pol¨ªtica exterior de EE UU e incluso al papel de las otras grandes potencias. ?Pueden dos pa¨ªses como Brasil y Turqu¨ªa decidir los grandes asuntos de preocupaci¨®n internacional? ?Intentan esas naciones ser el embri¨®n de un modelo alternativo al del Consejo de Seguridad? ?Tienen Rusia y China tambi¨¦n razones para preocuparse por esa posibilidad?
Si para otros esta iniciativa pod¨ªa ser inquietante, para Barack Obama, que hab¨ªa apostado por Lula, por el di¨¢logo con Ir¨¢n y que visit¨® Turqu¨ªa en su primera gira internacional, este encuentro en Teher¨¢n resultaba casi grotescamente embarazoso, una bofetada a su rostro y una verdadera pu?alada a su pol¨ªtica exterior.
Cualquiera que fuera el prop¨®sito ¨²ltimo de Brasil y Turqu¨ªa, lo cierto es que Estados Unidos, Rusia y China han cre¨ªdo oportuno actuar con rapidez. Y, al parecer, con contundencia. Aunque el proyecto de resoluci¨®n sobre las sanciones no est¨¢ cerrado, distintas fuentes han adelantado que incluye medidas que pueden causar un da?o considerable a la econom¨ªa del r¨¦gimen isl¨¢mico y, especialmente, a su clase dirigente.
El proyecto puede incluir el boicot a todas las instituciones financieras conectadas con la Guardia Revolucionaria iran¨ª, un cuerpo de ¨¦lite que se ocupa del programa nuclear y que dirigi¨® tambi¨¦n la represi¨®n de las protestas poselectorales de los meses pasados, y la inspecci¨®n internacional de los barcos procedentes de puertos iran¨ªes cargados con productos que los pa¨ªses vigilantes consideren sospechosos.
Ir¨¢n ya ha sufrido sanciones otras veces y no han impedido el progreso de su programa nuclear. Quiz¨¢ esta vez tampoco sirvan. Pero el r¨¦gimen es m¨¢s d¨¦bil en esta ocasi¨®n. Las protestas abrieron una brecha entre el Gobierno y la poblaci¨®n que un mayor aislamiento internacional podr¨ªa ayudar a profundizar.
Castigo a las empresas y al comercio iran¨ª
El modelo para el nuevo paquete de sanciones contra Ir¨¢n ser¨¢ la resoluci¨®n aprobada hace un a?o contra Corea del Norte tras su segundo experimento nuclear. La medida autoriza a efectuar controles a todos los barcos que procedan de puertos iran¨ªes o se dirijan hacia ellos para investigar la presencia de armas o tecnolog¨ªa nuclear vetada por anteriores sanciones de la ONU. Tambi¨¦n se prev¨¦ el endurecimiento de las restricciones aplicadas a instituciones financieras iran¨ªes.
De ser aprobado, ser¨¢ el cuarto paquete de sanciones impuestas por la ONU. En diciembre de 2006, el Consejo de Seguridad prohibi¨® el comercio de material nuclear con Teher¨¢n y congel¨® los activos de empresas e individuos relacionados con su programa at¨®mico. En la resoluci¨®n tambi¨¦n se instaba a Ir¨¢n a suspender el enriquecimiento de uranio en un plazo de 60 d¨ªas, lo que no se cumpli¨®.
Otra ronda de sanciones se aprob¨® en marzo de 2007. Se prohibi¨® el comercio de armas y se reforzaron las restricciones financieras, que volvieron a endurecerse en marzo de 2008. En septiembre de 2008, el Consejo de Seguridad volvi¨® a pedir a Ir¨¢n el cese del proceso de enriquecimiento de uranio, pero no aprob¨® nuevas sanciones. S¨ª lo hizo EE UU, cuyas relaciones comerciales con Ir¨¢n siguen cortadas desde hace tres d¨¦cadas. Washington las congel¨® tras el asalto a la Embajada estadounidense en la capital iran¨ª en 1979. Desde entonces est¨¢n prohibidas las importaciones de bienes y servicios iran¨ªes, a excepci¨®n de los regalos de valor menor a 100 d¨®lares, alimentos y alfombras. Desde 1995, las compa?¨ªas estadounidenses no pueden comerciar con el sector energ¨¦tico iran¨ª y se aplican sanciones a las empresas extranjeras que inviertan en Ir¨¢n m¨¢s de 20 millones de d¨®lares al a?o. Hasta ahora ninguna compa?¨ªa ha sido castigada, pero muchas han recortado sus inversiones. El Congreso de EE UU est¨¢ ahora estudiando penalizar a las empresas que vendan gasolina a Teher¨¢n.
Por su parte, la UE ha negado el visado a altos funcionarios iran¨ªes, incluido el jefe de los pasdaran, Al¨ª Jafari, y el ex ministro de Defensa, Mostafa Najjar.
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