Las 50 lecciones de Navas
El extremo simboliza el papel protagonista de la cantera del Sevilla, representada tambi¨¦n por Capel y el juvenil Luna
Respeto ped¨ªa la afici¨®n del Sevilla en su enorme mosaico desplegado justo antes de que Mejuto Gonz¨¢lez diera comienzo al ¨²ltimo partido de su carrera como ¨¢rbitro. La hinchada andaluza, condenada a desplazarse m¨¢s de mil kil¨®metros hasta Barcelona, conoce tiempos de gloria despu¨¦s de que, a principios del decenio, tuviera que sufrir en sus carnes la dureza de la Segunda Divisi¨®n. Entonces, esa masa fiel y los elementos que surgieron de su inagotable cantera forjaron los cimientos del crecimiento. Casi como ahora. Llegaron delanteros de alcurnia, como Luis Fabiano, que vio el partido en Brasil; como Kanout¨¦, como el indultado Negredo; centrocampistas de peso, caso de Zokora... Pero el alma del sevillismo encontr¨® pronto sustento en otros protagonistas. Canteranos, por m¨¢s se?as.
Aplaudi¨® la afici¨®n andaluza la valent¨ªa de Antonio ?lvarez de colocar en el lateral zurdo a un juvenil, Luna, por la lesi¨®n de Adriano, y vibraba en cada carrera de Jes¨²s Navas por la derecha y de Diego Capel por la izquierda. Tres canteranos con un papel estelar, autores de los goles dos de ellos, sustento de su equipo ante las acometidas de un Atl¨¦tico ido a m¨¢s.
Lo de Navas, que logr¨® el segundo tanto, comienza a ser digno de an¨¢lisis. El Ni?o, como es conocido en el vestuario, cumpli¨® su 50? partido entre las tres competiciones que ha disputado el Sevilla, 49 de titular. Como un fondista et¨ªope, jam¨¢s muestra s¨ªntomas de cansancio. Siempre sonr¨ªe, dispuesto a echar una mano al que lo necesite.
Despu¨¦s de superar los problemas de ansiedad que lastraron hasta hace unos meses su progresi¨®n, Navas tiene la posibilidad de consagrarse en la pr¨®xima Copa del Mundo. En el palco, Vicente del Bosque fue testigo de su eterno compromiso y de sus ganas de ser ¨²til a su Sevilla, ese club que alg¨²n d¨ªa abandonar¨¢ para tomar probablemente el camino de la capital de Espa?a. Su progresi¨®n es tan evidente que ha aprendido tambi¨¦n a jugar en otras zonas que no sean la banda derecha: diagonales que provocaron el p¨¢nico en el Atl¨¦tico, obsesionado con cerrarle la banda con continuas coberturas.
Junto a Jes¨²s, emergi¨® Capel, decisivo en las eliminatorias previas a esta gran final. Anot¨® su tercer gol en la competici¨®n, en la que fue clave para batir al Barcelona, y tuvo la virtud de nunca levantar la voz cuando no disfrut¨® de la ocasi¨®n de jugar con asiduidad, algo que le ha ocurrido a veces en una temporada irregular del extremo.
El tercer canterano titular fue Luna, de 19 a?os. Natural de Pedrera, en la Sierra Sur de Sevilla, tierra de jornaleros, ¨¢spera, que dio muchos emigrantes para esa Catalu?a en la que jug¨® el partido m¨¢s importante de su vida. Aunque nervioso en ocasiones, el defensa mostr¨® maneras dignas de ser tenidas en cuenta en un futuro pr¨®ximo.
Nada que ver, por ejemplo, con la actitud de un indolente Negredo, un delantero que tuvo la ocasi¨®n de jugar despu¨¦s de un perd¨®n federativo m¨¢s que cuestionable. Ni vio el bal¨®n ni lo quiso, fallando un gol clamoroso, y probablemente su actuaci¨®n puede abrir un cisma con el sevillismo, ese que vibra con sus canteranos, con su gente, brillantes actores junto a secundarios que s¨ª dieron la talla, como Zokora, Kanout¨¦ y Escud¨¦.
Bendita cantera, alabada por su gente, como esa convicci¨®n de Antonio ?lvarez de jugar siempre con dos delanteros, aunque, uno desgraciadamente, no respondiera a la confianza de su t¨¦cnico, que nunca, por el momento, renuncia a sus principios.
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