Un Giro ca¨®tico y salvaje

Cuando se escapa el pelot¨®n, el l¨ªder debe estar ah¨ª, dice una ley no escrita del ciclismo cuya desobediencia suele acarrear consecuencias no deseadas. Ayer, en la interminable (262 kil¨®metros) y penosa traves¨ªa de los Abruzos, monta?as desiertas azotadas por la lluvia helada y el viento, se escap¨® el pelot¨®n. Por trozos. Una treintena en el kil¨®metro 20, otros tantos un poco m¨¢s all¨¢: 56 juntitos en el 34. El l¨ªder, el ya no tan terrible Vinok¨²rov, rosa empapado, desatendi¨® sus obligaciones y no se meti¨® entre ellos.

Las no deseadas consecuencias le empaparon gota a gota. ?l y otros, como Evans, Nibali, Basso, Scarponi y as¨ª, los que hab¨ªan reducido un Giro ca¨®tico y salvaje, y muy fr¨ªo, a una lucha entre ellos y que ahora, a falta de las grandes monta?as, se ven fatigados, desplazados en la clasificaci¨®n, contemplando la resurrecci¨®n de corredores a quienes daban por muertos, como Sastre, o con quienes no contaban, como Arroyo, un veterano resistente, o Tondo, brillante escalador que se present¨® a lo grande en la ¨²ltima Par¨ªs-Niza.

"Todos me miraban y nadie hac¨ªa nada", se lamenta Vinok¨²rov, el l¨ªder derrocado

"Todos me miraban y nadie hac¨ªa nada", dijo Vinok¨²rov, quien, a mitad de etapa, al pie del Rionero Sann¨ªtico, ya pudo ser consciente de la magnitud de su desgracia. El pelot¨®n en fuga le aventajaba en 17m 50s. A su grupo, una banda que, pocos kil¨®metros de desgaste m¨¢s all¨¢, contaba con menos ciclistas que el de la fuga, tambi¨¦n sometido a la erosi¨®n.

El triunfo de la escapada, un incendio incontrolable que record¨® aquella de media hora del Tour de 2006, la de Mont¨¦limar que dio el maillot amarillo a Pereiro mientras Landis miraba a su alrededor, puso en evidencia la sospechada debilidad del Astana y el BMC, los equipos de Vinok¨²rov y Evans, incapaces del m¨ªnimo control, y la irresponsabilidad de sus directores: de Martinelli, el del Astana, que guiar¨¢ a Contador en el Tour; de Lelangue, el del BMC, el que guiaba a Landis; de Amadio, el del Liquigas de Basso y Nibali, enfrascados en una partida de p¨®quer en la que todos iban de farol.

Las cartas, los ases, estaban delante. Se llamaban Sastre, que empez¨® el d¨ªa a 10m de Vinok¨²rov y lo termin¨® octavo en la general, con 2m 49s de ventaja sobre ¨¦l, 4m sobre Evans y 4m 40s sobre Basso; Arroyo, ahora segundo; Amador, el joven costarricense que descubre el Giro con el Caisse d'?pargne...

Casi 13m despu¨¦s del ruso Petrov, ganador de la etapa, y del australiano Porte, nuevo maglia rosa, lleg¨® el grupo de los grandes. Derrotado, con el aire con el que suele llegar el autob¨²s de los que no aspiran m¨¢s que a sobrevivir. Este, el verdadero, lleg¨® a 46m 30s, 41 ciclistas fuera de control que fueron repescados.

Und¨¦cima etapa (Lucera-L'Aquila, 262 kil¨®metros): 1. E. Petrov (Rus. / Katusha), 6h 28m 29s. 3. C. Sastre (Cerv¨¦lo), a 5s. 8. D. Arroyo (C. de ?.), m. t. 9. X. Tondo (Cerv¨¦lo), m. t. General: 1. R. Porte (Aus. / Saxo Bank), 45h 30m 16s. 2. D. Arroyo, a 1m 42s. 4. X. Tondo, a 3m 54s. 8. C. Sastre, a 7m 9s.