Una mina funciona ilegalmente en una zona protegida
En Torrej¨®n de Velasco tienen una mina ilegal que es responsable de importantes da?os ambientales. La explotaci¨®n de sepiolita, un mineral utilizado como absorbente industrial, se encuentra en el Cerro de los Batallones, una zona no urbanizable, protegida y de valor paisaj¨ªstico que es desde 2001, adem¨¢s, Bien de Inter¨¦s Paleol¨®gico. El grupo Tolsa la explot¨® regularmente durante 30 a?os en virtud de una concesi¨®n que caduc¨® en noviembre de 2007 y no se prorrog¨®. Desde entonces, las extracciones han continuado de forma ilegal.
En la mina no existe control de emisiones de polvo, y las m¨¢quinas han causado da?os a la vegetaci¨®n y el paisaje. Encinas y coscojas han sido arrancadas por el paso de camiones, y el terreno aparece lleno de taludes, huecos y acopios de minerales a pesar de que las licencias otorgadas a la empresa exigen que el paisaje no se vea afectado. "Este tipo de explotaciones necesitan de un control muy estricto, pues estamos ante minerales vectores de enfermedades respiratorias muy graves como la silicosis", argumentan desde Ecologistas en Acci¨®n.
Los ecologistas advierten de que "crea enfermedades muy graves"
La licencia de Tolsa no se prolong¨® porque para ello la Comunidad requer¨ªa un informe de Impacto Ambiental. Como la empresa nunca lo present¨®, a partir de noviembre de 2007 solo estaba autorizada a trabajar en la zona para restaurarla. Sin embargo, inspectores de la Direcci¨®n General de Medio Ambiente constataron en julio de 2009 que, despu¨¦s de que expirase la cesi¨®n, se han extra¨ªdo m¨¢s de 39.000 metros c¨²bicos de mineral.
La inspecci¨®n respondi¨® a una denuncia de Ecologistas en Acci¨®n ante la Comunidad de Madrid en junio de 2009. La cantidad de irregularidades registradas era impactante. Tolsa no solo incumpl¨ªa las prohibiciones de continuar excavando, la ¨²ltima emitida el 10 de junio de 2009 por la Direcci¨®n General de Minas, y carec¨ªa de la declaraci¨®n de Impacto Ambiental y del estudio de Impacto Ambiental para las extracciones; ni siquiera ten¨ªa las licencias de actividad municipales. En cuanto a la restauraci¨®n, no se hab¨ªa avanzado demasiado: el paisaje continuaba muy da?ado.
En nombre del grupo Tolsa, su director industrial, Rafael Solana, niega todos estos puntos y asegura que ¨²nicamente se han continuado las labores de restauraci¨®n. "Nunca extraemos sin la pertinente autorizaci¨®n. Desde que en Minas nos han dicho que paremos, lo hemos hecho. En las inspecciones no se ha podido demostrar que haya habido ninguna extracci¨®n". Seg¨²n su versi¨®n, la raz¨®n por la que no se siguieron los tr¨¢mites para prorrogar la explotaci¨®n es porque "la mina est¨¢ agotada".
A pesar de contar con el informe negativo de los agentes medioambientales, el Gobierno aut¨®nomo no abri¨® expediente hasta febrero de 2010, una semana despu¨¦s de que el PSOE solicitase la comparecencia de Federico Ramos de Armas, director general de Medioambiente de la Comunidad, protesta el portavoz de Medio Ambiente del PSOE en la Asamblea de Madrid, Antonio Fern¨¢ndez Gordillo.
Ramos de Armas reconoci¨® en una comparecencia ante la Asamblea que Tolsa hab¨ªa estado trabajando en una situaci¨®n irregular, y asegur¨® que la Comunidad tomar¨¢ medidas. Prometi¨® "que la sanci¨®n ser¨¢ proporcional, si corresponde, a este da?o causado; que adem¨¢s deber¨¢n restaurar el da?o que ya han producido, que se le impondr¨¢ una multa pecuniaria".
Socialistas y ecologistas no entienden c¨®mo ha podido pas¨¢rsele por alto tanto tiempo el problema a la Comunidad. La mina no est¨¢ oculta ni es peque?a (mide 26.000 metros cuadrados). Ambos se?alan que los intereses econ¨®micos est¨¢n detr¨¢s de la pasividad de la Administraci¨®n. El grupo Tolsa y Madrid producen la mayor¨ªa de sepiolita de Espa?a, un material para exportaci¨®n.
Ramos no pareci¨® afectado por la cr¨ªtica. "?Que nos critican que no somos una maquinaria especialmente r¨¢pida? Bien, siempre podemos ser m¨¢s r¨¢pidos", respondi¨®.
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