Armando al mundo
Me resulta muy inquietante comprobar que en plena depresi¨®n econ¨®mica, la industria armament¨ªstica mundial y por supuesto la nuestra, disparan su producci¨®n y sus ganancias de una forma espectacular. Al margen de los razonamientos ¨¦ticos sobre la idiosincrasia del negocio en s¨ª, resulta que tampoco se cumplen unos criterios legales a la hora de elegir a la clientela. Se venden armas indiscriminadamente sin hacer ascos al conflicto al que van a ser destinadas o sin valorar si existe un elevado riesgo de que se vulneren los derechos humanos.
La hipocres¨ªa es la pol¨ªtica de esta industria, que representa el ejemplo m¨¢s brutal y deshumanizado del capitalismo. Est¨¢ basado en las ganancias que proporciona la muerte. Les conviene que exista un elevado n¨²mero de conflictos activos que contin¨²en multiplicando la demanda. Un peque?o precio a pagar, el de tragarse la conciencia, para mantener el business. El cinismo neocon en su m¨¢xima expresi¨®n.
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