Dos muy ricos y una Liga pobre

La magn¨ªfica pugna mantenida por Barcelona y Real Madrid hasta casi el ¨²ltimo segundo de la Liga de f¨²tbol no oculta que la distancia entre ambos y los dem¨¢s es sideral y supera incluso a la que distancia al tercero de la Liga escocesa del Glasgow y del Celtic, sus jerarcas. La comparaci¨®n entre la Liga espa?ola y la Liga escocesa (donde los equipos tienen que jugar cuatro vueltas y acaban aburridos de verse las caras) es dolorosa para un pa¨ªs que por vez primera se ve superior a los dem¨¢s y libera su complejo frente a ingleses, alemanes, argentinos o brasile?os.

Hay varias preguntas que agitan el debate. ?Es m¨¢s pobre un campeonato en que dos muy ricos destacan tanto sobre el resto, que imponen su poder¨ªo a pesar de sus elevados endeudamientos? ?Hay que replantear las reglas del reparto del dinero en la l¨ªnea de otros torneos?

Los grandes ingresan por televisi¨®n 19 veces lo que el colista

Zubizarreta: "?Se ha repartido la miseria o se ha igualado la grandeza?"

El ex consejero de Econom¨ªa del Gobierno vasco Jon Larrinaga asegura que el duopolio de la Liga espa?ola Bar?a-Madrid conduce al f¨²tbol a "una burbuja que acaba castigando a los m¨¢s modestos". "La econom¨ªa estadounidense es m¨¢s vulnerable internacionalmente que la europea y, sin embargo, los mercados castigan a la europea porque siendo m¨¢s fuerte, la ven m¨¢s d¨¦bil. En el f¨²tbol ocurre igual. El endeudamiento de los grandes resulta menos peligroso que el de los d¨¦biles, aunque sea menor".

Las analog¨ªas sobre la crisis econ¨®mica mundial son evidentes respecto al f¨²tbol, como si la crisis del Manchester United , el club m¨¢s poderoso del mundo, seg¨²n todas las evaluaciones, acaba condenando al Olympiacos.

En Espa?a, la situaci¨®n sigue el mismo patr¨®n. La diferencia abrumadora entre los dos dominadores del f¨²tbol (Bar?a y Madrid), sobre el tercero (el Valencia), 27 puntos, ha encendido las alarmas. La negociaci¨®n de los nuevos contratos televisivos, donde los grandes quieren huir de los peque?os, agranda el abismo. "El problema es el partido en abierto, el valor justo del mercado, la falta de cultura del pagar por ver, hasta la pirater¨ªa", afirma el presidente del Athletic, Fernando Garc¨ªa Macua, quien cree que hay que negociar por paquetes "porque los intereses y la influencia son distintos".

La televisi¨®n supone el 39% de los ingresos de los clubes y el porcentaje sigue subiendo. La desigualdad crece en el principal baluarte econ¨®mico de los clubes espa?oles. Seg¨²n la consultora Sport+Markt, Bar?a y Real Madrid ingresan 19 veces m¨¢s que el colista de la Primera Divisi¨®n. La desigualdad es la m¨¢s abrumadora de las grandes ligas europeas. En Alemania, Francia e Inglaterra, la media se sit¨²a en una proporci¨®n de entre dos a uno y tres a uno. Esto se debe a que en Espa?a cada club gestiona por separado sus derechos de retransmisi¨®n, frente al modelo de gesti¨®n conjunta extendido en Europa.

"Lo dem¨¢s no es un problema para los que sabemos que tenemos una base social importante y que lo normal es que el duopolio se mantenga en la Liga espa?ola como viene ocurriendo, con alguna excepci¨®n en los ¨²ltimos 25 a?os", afirma Macua. Seg¨²n el presidente del Athletic, "hay que proceder a una reestructuraci¨®n con mecanismos de solidaridad, pero las circunstancias no son iguales entre Primera y Segunda, ni entre los clubes de Primera".

"?Se ha repartido la miseria o se ha igualado la grandeza?". La pregunta de Andoni Zubizarreta recorre muchos escenarios de Espa?a. Pero un pa¨ªs tan variado en lo pol¨ªtico y en lo social asume con cierta desgana el bipartidismo, "el duopolio", lo llama Jon Larrinaga, establecido por cul¨¦s y merengues que relega obligatoriamente al resto a un papel de comparsa en el que su mayor m¨¦rito ser¨¢ Europa o la permanencia, y a lo sumo, ser juez y parte en el triunfo futbol¨ªstico de uno o de otro. "Para nosotros, est¨¢ claro que el hecho de que ni Madrid, que perdi¨®, ni Barcelona, que empat¨®, hayan sido capaces de ganar en San Mam¨¦s, te da un cierto orgullo, aunque no deja de ser una an¨¦cdota en la temporada", afirma un futbolista del Athletic.

"Quiz¨¢s en algunos equipos hay una aceptaci¨®n de la inferioridad, que provoca estas desigualdades entre los jefes y los dem¨¢s", se?ala Zubizarreta. Valencia, Sevilla, Atl¨¦tico son presuntamente equipos llamados a derrocar a los zares.

La estad¨ªstica es abrumadora: desde que el Athletic, el club por su filosof¨ªa futbol¨ªstica menos exigido en ese terreno, gan¨® la Liga en 1984, todos los t¨ªtulos se los han repartido Madrid y Barcelona. S¨®lo cuatro excepciones: Atl¨¦tico (1995-1996), Deportivo (1999-2000) y Valencia (2001-2002 y 2003-2004).

El bipartidismo, pues, forma parte de las entra?as del f¨²tbol espa?ol. En Inglaterra concluy¨® hace tiempo el viejo mano a mano entre Manchester United y Liverpool. En Alemania, el generalato del Bayern se ha visto sorprendido (no este a?o) por otros equipos que le discuten cada t¨ªtulo. En Italia, la pugna Mil¨¢n-Roma es algo m¨¢s que geogr¨¢fica.

Espa?a, perteneciente al mundo del sur, comparte con Portugal y Grecia el bipartidismo o como mucho el triunvirato del ¨¦xito. Benfica, Sporting de Lisboa y Oporto son los ¨²nicos candidatos portugueses, como AEK, Olympiacos y Panathinaikos son los habituales aspirantes griegos. La democracia no es muy futbol¨ªstica, ni siquiera en Grecia. Sin embargo, Espa?a, que comparte esa dictadura, se ha instalado en la lista de los m¨¢s poderosos econ¨®micamente.

Un pa¨ªs acomplejado por los ¨¦xitos alemanes, ingleses, italianos o brasile?os, se vanagloria de figurar por fin en las clasificaciones de clubes con mayor potencial econ¨®mico del mundo. Los listados se multiplican, con id¨¦ntico resultado. Inglaterra est¨¢ a la cabeza en movimiento econ¨®mico gracias a la potencia de varios clubes: Manchester United, Manchester City, Arsenal, Chelsea y Liverpool. Por clubes, sin embargo, el Real Madrid discute con el Manchester la clasificaci¨®n de poder¨ªo econ¨®mico, seg¨²n los estudios de distintas fuentes.

"Los datos econ¨®micos del f¨²tbol hay que cogerlos siempre con pinzas", asegura un ex directivo de un club, experto en finanzas. Una cosa es la potencia econ¨®mica y otra la rentabilidad o la fiabilidad de esa entidad. "Que tomen nota los gobernantes", afirma Larrinaga, "sobre la especulaci¨®n financiera que tambi¨¦n est¨¢ presente en el f¨²tbol".

Tanto es as¨ª, que siendo el Madrid probablemente el club de f¨²tbol m¨¢s potente del mundo, no encuentra su refrendo europeo desde hace a?os; o que siendo Reino Unido el pa¨ªs econ¨®micamente m¨¢s poderoso del planeta f¨²tbol, resulta que es la vilipendiada Bundesliga alemana la que mantiene el mejor promedio de asistentes de todas las Ligas europeas (42.833), seguida por la Premier (34.082) y la espa?ola (28.568). Sin duda, el dato tiene que ver con la polarizaci¨®n y otros argumentos (precio de las entradas, nivel de vida, televisi¨®n...).

Espa?a, tan bipolar en el f¨²tbol, mantiene dos grandes clubes que elevan el promedio, junto a otros muy peque?os que dif¨ªcilmente llenan su estadio. Pero su situaci¨®n es demasiado coyuntural. El Madrid, por ejemplo es, seg¨²n la revista Forbes, el segundo club m¨¢s rico tras el Manchester United , pero su deuda alcanza el 27%. Una situaci¨®n parad¨®jica frente al Bar?a, que ocupa la s¨¦ptima posici¨®n en cuanto a riqueza (784 millones), pero con un valor de deuda del 7%.

Otros clubes, como el Athletic o el Atl¨¦tico de Madrid rompen la dicotom¨ªa por la fidelidad de sus seguidores, "aunque San Mam¨¦s", se?ala Zubizarreta, "te aleja de la realidad global por su poderosa especificidad. Lo cierto es que Bar?a y Madrid se lo comen todo, aunque no todo el mundo es del Bar?a o del Madrid", afirma.

Una cosa es el sentimiento y otra la econom¨ªa. La deuda del f¨²tbol espa?ol alcanza, seg¨²n datos oficiales, los 5.000 millones, cuando en los a?os noventa ni siquiera alcanzaba los 200 millones de euros. Y no pasa nada. Mientras, se elabora una nueva Ley del Deporte y el Gobierno se borra de la mediaci¨®n en los contratos televisivos. El mercado manda y los grandes crecer¨¢n m¨¢s. No se sabe si mejor.

La polarizaci¨®n es deportiva porque la econom¨ªa muri¨® con el Plan de Saneamiento del f¨²tbol espa?ol que zanj¨® el cataclismo futbol¨ªstico. El ¨²nico equipo con las cuentas saneadas de aquella ¨¦poca, el ¨²nico con n¨²meros azules, era el Osasuna. Su sorpresa fue may¨²scula cuando comprob¨® que el Estado saneaba a los deudores y al buen gestor ni siquiera le daba la propina.

Sin duda, la pedagog¨ªa fue nefasta. La deuda, unida al valor sentimental del f¨²tbol, era infinitamente m¨¢s productiva que la buena gesti¨®n. A partir de ah¨ª, el desbocamiento ha ido in crescendo. Sin control de la deuda, lo grande es m¨¢s grande y lo peque?o es m¨¢s peque?o. Incluso algunos que aspiraron a la grandeza pagan enormes intereses: el Valencia, alternativa deportiva al bipartidismo, vive con una deuda estimada del 159% respecto al valor de su negocio. Desbocado el asunto econ¨®mico, el bipartidismo deportivo se hace m¨¢s latente, m¨¢s poderoso.

La UEFA puso una tirita con ampliaci¨®n a tres o cuatro representantes (seg¨²n los pa¨ªses) en la Liga de Campeones (un fest¨ªn econ¨®mico), la ampliaci¨®n de la Copa de la UEFA, ahora Liga Europa, e incluso estirando el regalo, cre¨® la Intertoto, para que el reparto de premios obviase agujeros negros entre los que triunfan y los que fracasan (es decir, los que descienden).

"?Riesgo de una liga europea que sustituya a las ligas nacionales? No creo", asegura Zubizarreta. "El f¨²tbol tiene su salsa y uno de los ingredientes es que el Valladolid le pueda ganar al Bar?a o el Xerez al Madrid".

Los topes salariales tampoco igualar¨ªan la grandeza. "Al final, los mejores futbolistas, aunque fueran menos en cantidad, seguir¨ªan jugando en los mismos clubes que seguir¨ªan teniendo el mayor porcentaje de talento frente al resto", se?ala un ex futbolista internacional. "No arreglar¨ªa nada. Es impensable", afirma Garc¨ªa Macua.

Lo cierto es que el agujero ha encendido algunas alarmas en la Liga espa?ola. Hay dudas de si en esas circunstancias, la Liga, entendida como una competici¨®n global, puede ser considerada como la mejor liga del mundo. "Es verdad que en Inglaterra hay m¨¢s equipos que compiten por el ¨¦xito, pero al final no pasan de cinco. Y en el resto de pa¨ªses ocurre algo similar. La lucha por evitar el descenso puede ser tambi¨¦n apasionante y rentable y las ligas nacionales tienen la grandeza de que se juegan cada semana con alguna incertidumbre, aunque sea puntual", afirma Garc¨ªa Macua.

Demasiadas diferencias para presumir de la mejor liga del mundo bajo la eterna espada de Damocles de la Premier inglesa y la sensaci¨®n de que esto sigue siendo aquel juego en el que se enfrentan 11 contra 11 y siempre ganaba Alemania.