La guerra de Afganist¨¢n provoca la dimisi¨®n del presidente alem¨¢n

El presidente federal de Alemania, Horst K?hler, present¨® ayer su dimisi¨®n. El jefe del Estado respondi¨® as¨ª, para sorpresa de todos, a los ataques que recibi¨® tras unas declaraciones recientes en las que se refiri¨® a la presencia del Ej¨¦rcito alem¨¢n en Afganist¨¢n y a la protecci¨®n de los intereses econ¨®micos de Alemania.

"En casos extremos es necesaria la fuerza militar para asegurar nuestros intereses, por ejemplo la salvaguarda de nuestras rutas comerciales", dijo el democristiano K?hler en una entrevista en la emisora p¨²blica Deutschland Radio este mes tras una visita a los soldados de la Bundeswehr (Fuerzas Armadas alemanas) en Afganist¨¢n. D¨ªas m¨¢s tarde, la oposici¨®n recogi¨® las declaraciones para impulsar un debate sobre Afganist¨¢n. Este abarc¨® desde las cr¨ªticas de La Izquierda a la constitucionalidad del mandato hasta la reprimenda socialdem¨®crata por el da?o infligido por K?hler a la ya escasa aceptaci¨®n ciudadana de la misi¨®n militar en el pa¨ªs asi¨¢tico. K?hler sostuvo ayer que las cr¨ªticas son infundadas y que demuestran la carencia "del indispensable respeto hacia su cargo". Ayer, los analistas no ocultaban su sorpresa por la dimisi¨®n de K?hler, cuyas candidaturas a la presidencia obtuvieron en 2004 y 2009 el firme patrocinio de la canciller Angela Merkel. La dimisi¨®n no tiene precedentes en la historia de la Rep¨²blica Federal.

Su marcha supone un contratiempo para Merkel, que intent¨® disuadirle

La sorpresa por la dimisi¨®n alcanz¨® a la propia canciller, que la lament¨® "con la mayor contundencia". Cuando K?hler, de 67 a?os, la inform¨® a mediod¨ªa, Merkel hab¨ªa intentado que renunciara a dimitir. Pese a lo inesperado, Merkel llam¨® a "respetar la decisi¨®n" del que fuera director del Fondo Monetario Internacional.

La funci¨®n de un presidente federal alem¨¢n es eminentemente representativa y formal, comparable a la de un rey en una monarqu¨ªa parlamentaria moderna. Permanece cinco a?os en el cargo y es elegido (o reelegido una vez como m¨¢ximo) por la Asamblea Federal, compuesta por las dos C¨¢maras parlamentarias. Ese mismo estatus por encima de la pol¨ªtica cotidiana confiere al puesto una autoridad moral que algunos presidentes han sabido aprovechar mejor que otros.

En la rueda de prensa en la que anunci¨® su decisi¨®n, K?hler asegur¨® que las acusaciones de que hab¨ªa defendido una guerra anticonstitucional son "del todo infundadas". Tras saltar la pol¨¦mica, K?hler hab¨ªa puntualizado mediante un portavoz que su alusi¨®n a las "rutas comerciales" se refer¨ªa a mandatos como la Operaci¨®n Atalanta, con la que la Uni¨®n Europea defiende sus barcos de los ataques piratas en el Cuerno de ?frica. K?hler lament¨® ayer que sus "declaraciones hayan causado malentendidos", para sostener acto seguido que los ataques consiguientes vulneraron la dignidad de su cargo.

Si bien la dimisi¨®n no afecta al Ejecutivo ni a sus decisiones, se trata un contratiempo para una canciller que pasa por su momento m¨¢s delicado. La coalici¨®n de centro-derecha entre el partido liberal FDP y la Uni¨®n Dem¨®crata Cristiana (CDU) de Merkel, muy castigada por las ¨²ltimas encuestas, sufre un fuerte desgaste por su gesti¨®n de la crisis del euro.

El socialdem¨®crata Jens B?hrnsen, presidente de la C¨¢mara alta, sustituir¨¢ a K?hler interinamente hasta que sea elegido su sucesor en un plazo de 30 d¨ªas.