"Tu vida es siempre la de alguien m¨¢s"
En Habitaci¨®n doble, Luis Magriny¨¤ (Palma de Mallorca, 1960) propone cuatro historias dobles en las que, de una manera u otra, aborda la compleja trama de las relaciones entre padres e hijos y despliega diferentes recursos narrativos, desde la estructura de la obra a la propia escritura, que dinamitan las f¨®rmulas tradicionales de contar historias.
PREGUNTA. ?Es deliberada la estructura de su ¨²ltimo libro, en el que incluye hasta un ensayo?
RESPUESTA. El libro trabaja la idea de unidad, de sentido, de continuidad, que es caracter¨ªstica de la lectura y de la novela en particular. Mi idea ha sido empezar respetando esos elementos e ir poco a poco perdi¨¦ndoles el respeto. Al final tenemos un di¨¢logo de unos franceses en coche que es como los subt¨ªtulos de una peli unido a un ensayo muy personalizado sobre el padre de un asesino m¨²ltiple. ?D¨®nde est¨¢ aqu¨ª el sentido? Me he planteado esta inc¨®gnita a lo largo de todo el libro sin intenci¨®n de resolverla y sin forzar la respuesta. Pero me temo que, visto lo visto, no sirvo para ser dad¨¢: al final me parece que el assemblage adquiere sin pretenderlo mucho sentido, y confieso que es algo que me preocupa.
Habitaci¨®n doble
Luis Magriny¨¤
Anagrama. Barcelona, 2010
306 p¨¢ginas. 19 euros
P. La idea de un espacio propio donde vivir est¨¢ presente en estas historias de manera recurrente. ?Por qu¨¦ ese af¨¢n por ocuparse de las "cosas" de sus personajes, de su territorio?
R. Tengo una pareja de agapornis en casa: hay uno que sabe abrir la jaula, pero no hace m¨¢s que defenderla y, si sale, vuela poco; en cambio, el otro, que no sabe abrir la jaula, se muere por salir de ella. La territorialidad, la libertad, las ganas de salir, las ganas de quedarse: la gente tambi¨¦n tiene una relaci¨®n muy interesante con el espacio que ocupa. Me gusta ver qu¨¦ pasa cuando ah¨ª se introduce la hospitalidad, esa cualidad magn¨ªfica.
P. Hay historias con parejas y amigos, encuentros con viejos novios, pero sobre todo se ocupa de la relaci¨®n entre padres e hijos. ?Qu¨¦ es lo que m¨¢s le atrae y le inquieta de lo que ocurre ah¨ª?
R. Tengo la sensaci¨®n de que este libro, como el anterior, que forma parte del mismo proyecto, procede en buena parte de mi experiencia como padre. En el libro se cita a la psic¨®loga Judith Rich Harris, que arm¨® un buen revuelo al postular que la influencia de los padres en los hijos es pr¨¢cticamente irrelevante. Sin embargo, cuando eres padre, te encuentras de pronto con unos seres imprevisibles que te ponen al l¨ªmite de tus recursos y entonces, como no sabes c¨®mo reaccionar, repites mec¨¢nica pero inevitablemente la conducta de tus propios padres. Esto me intriga mucho.
P. En cada una de las piezas entra la historia, el presente. La invasi¨®n de Irak a Kuwait, la penosa crisis del Real Madrid poco antes de que se fuera Florentino la anterior vez, la manera en que Esperanza Aguirre sale ilesa del atentado terrorista en Bombay... ?Qu¨¦ papel juegan las "noticias" en sus narraciones?
R. Fechar la acci¨®n del relato es una novedad para m¨ª, y yo creo que se debe a que dentro de poco voy a cumplir los 50. En cualquier caso, este libro va todo ¨¦l, desde su misma estructura, del hecho de que todo se comparte, de que la vida de uno es siempre la vida de al menos alguien m¨¢s. De eso que algunos llaman el efecto mariposa. En este contexto parec¨ªa coherente historizar lo que se cuenta, aunque a veces la historizaci¨®n sea caprichosa.
P. Ahora que tanta bulla hay alrededor de un nuevo grupo de escritores, de los que se subraya su vocaci¨®n de romper moldes y su af¨¢n de modernidad, llega su Habitaci¨®n doble, que va mucho m¨¢s lejos, y por fortuna con menos solemnidad. ?En qu¨¦ lugar se sit¨²a frente a sus contempor¨¢neos?
R. Yo siempre prefiero a un autor que se dice renovador a otro que se presenta como "humilde" seguidor de la tradici¨®n o que tiene el "simple" prop¨®sito de hacer pasar "un buen rato", que es para m¨ª el colmo de lo pretencioso y si se lo dijeras a un ligue te dar¨ªa una bofetada. Tampoco me parece bien que a los "renovadores" se les recuerde vengativamente que siempre hubo alguien "antes" que ellos, como si ese alguien no hubiera tenido a su vez un "antes". A m¨ª de algunos de estos nuevos renovadores lo ¨²nico que me sobra es cierta actitud "de escritor" que parecen tomarse muy en serio, y ciertas inclinaciones institucionales como el respeto a ciertos pr¨®ceres o el inaudito inter¨¦s por el Premio Cervantes. Si no se cambia la actitud "de escritor", me parece dif¨ªcil cambiar nada.
P. Ha hecho un v¨ªdeo para presentar su nuevo libro en la Red. Es una propuesta heterodoxa y que poco tiene que ver con lo que han hecho otros autores. ?Qu¨¦ pasa con el escritor y su trabajo en estos tiempos de nuevas tecnolog¨ªas?
R. Las nuevas tecnolog¨ªas facilitan lo que en otro tiempo parec¨ªa casi inalcanzable. Hace mucho que ten¨ªa ganas de hacer un v¨ªdeo y al fin lo he hecho, inspirado por mi amigo el videoartista Breixo Viejo. Mi v¨ªdeo quiz¨¢ sea promocional de facto, pero est¨¢ concebido m¨¢s bien como recreaci¨®n en otro medio de algunas ideas del libro. He podido trabajar literalmente la simultaneidad de planos, que es algo que me encanta y que en literatura s¨®lo puede hacerse mediante un ingrato despliegue de sugerencias. Y he podido dar tambi¨¦n una muestra de mi actitud "de escritor".
V¨ªdeo de presentaci¨®n: http://www.youtube.com/watch?v=FUxZA_BoG6g
'Habitaci¨®n doble', de Luis Magriny¨¢
Desde Diez minutos despu¨¦s a Paisaje invernal -la primera y ¨²ltima de las piezas que componen Habitaci¨®n doble-, el lector asiste a una serie de diversas situaciones en las que Luis Magriny¨¤ disecciona con humor, y tambi¨¦n sin piedad ni concesiones f¨¢ciles, las relaciones sociales y familiares -singularmente, las de padres e hijos- o amistosas, presentadas siempre desde una distancia que el autor labra a partir de la naturaleza rara o at¨ªpica de los personajes y las circunstancias o problem¨¢ticas en que se ven envueltos (lo que ya de por s¨ª dificulta o impiden cualquier identificaci¨®n sentimental), o bien mediante las propias formas del relato y el discurso, que pueden correr a cargo de un narrador testigo, cr¨ªtico y desafecto, que lo observa todo desde fuera, o articularse a partir de una secuencia dialogada en la l¨ªnea de la m¨¢xima impasibilidad narrativa o incluso adoptar la modalidad de un riguroso an¨¢lisis pr¨®ximo al ensayo, como sucede en la segunda pieza de 'Paisaje invernal', una soberbia indagaci¨®n y reflexi¨®n a prop¨®sito del caso de Lionel Dahmer y su confesi¨®n A Father's Story, es decir, de la historia del padre del asesino en serie conocido como "el carnicero de Milwaukee". De hecho, esta pieza que cierra este espl¨¦ndido libro es la que agavilla las historias que le preceden, apurando su sentido. En ellas, el humor est¨¢ siempre presente: sea para ridiculizar las costumbres y valores y convicciones sociales, las novelas a la moda, la meritocracia, las relaciones de poder... Historias dobles (con su haz y env¨¦s) que Magriny¨¤ relata con una escritura tan elevada y elegante como impar. Ana Rodr¨ªguez Fischer
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